Feliz de tener esclerosis múltiple

Ya pasaron más de tres meses desde que empecé a darle las gracias a Hashem por el regalo de la esclerosis múltiple.

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Jaia Esther Schwartz

Posteado en 17.03.21

Ya pasaron más de tres meses desde que empecé a darle las gracias a Hashem por el regalo de la esclerosis múltiple. Tuve momentos de lágrimas, de risa, de una dicha inexplicable, de sentido arrepentimiento. Y ahora tengo una larga lista de motivos para explicar la gratitud que siento por esta enfermedad.

 

Esta confesión tan increíble viene después de perderme todos los festejos de mi sinagoga para Shavuot. Además, esta festividad, que este año junto con Shabat duró tres días, es mi favorita. Seguramente ustedes se estarán preguntando cómo es posible que esta enfermedad tan debilitadora sea una intrusa bienvenida y no una arruinadora de fiestas… Sinceramente, no tenía que ser precisamente “esta” enfermedad, sino solamente cualquier enfermedad que me dejara mucho tiempo sola conmigo misma para curar cada parte de mí misma que tuviera necesidad de curación emocional, y después para arrepentirme y aprender a tener gratitud. También tenía que darles a muchas otras personas la oportunidad de ayudarme, elevando así sus propias almas.

 

Tenía que ser una enfermedad que me dejara intacto el cerebro y el cuerpo lo suficientemente capaz como para transportarme a la sinagoga y de regreso a casa,que me permitiera estudiar Torá y mantener una mínima interacción con otras personas. No suena, y no es, nada fácil – el cerebro buscando en forma activa y el cuerpo, forzándolo a que reconozca la intrascendencia de la mayor parte de la actividad humana. Los momentos de comunicación con los demás son reemplazados por la intimidad con Hashem.

 

Esta vida no deja lugar para ninguna clase de alejamiento entre yo y la plegaria o entre Hashem y yo. Estoy igual de ansiosa por Su Compañía que lo estoy por la siguiente respiración. A veces tropiezo, y entonces la Mala Inclinación me convence de que Hashem no está tan cerca como pensaba… Y cuando le creo, mi miedo a la enfermedad se vuelve agobiante.

 

Únicamente el estudio y la práctica de la emuná y la plegaria personal son lo suficientemente poderosos como para mantener intacta mi agudeza, con una sonrisa en el rostro y en el corazón. Pero cuando se van, la vida se llena de carencias y dolencias.

 

Lo que había dicho al principio respecto a que estoy contenta de tener esta enfermedad tiene que ser moderado con la conciencia de que esto me hizo descubrir las maravillas de la vida con emuná. Si ella, no tengo respuestas. Pero con emuná, cada pregunta encuentra su respuesta.

 

Yo sé que esta es una elección, una decisión que cada uno de nosotros tiene que tomar. La persona que no usa la herramienta de la emuná ciertamente va a vivir una vida llena de aflicción y de miedo.

 

Cuando escribí mi artículo anterior, la gente reaccionó con toda clase de comentarios. Algunos me preguntaron cómo es que me acuerdo de tener emuná mientras me encuentro en una situación tan difícil. A todos ellos les respondo que no es “fácil” recordar darle las gracias a Hashem cuando el mundo se te viene abajo. Es absolutamente necesario.

 

Pongan cartelitos en la pared, péguenlos en la heladera, adhiéranlos a los espejos – miren los cartelitos cuando no tengan necesidad de hacerlo. Hagan de ellos afirmaciones diarias. Yo, por ejemplo, tengo uno en el espejo que dice “Buenos días, habla Dios. Hoy me voy a encargar de todos tus problemas, así que no voy a necesitar tu ayuda. Que tengas un lindo día”.

 

Rodéate de estos mensajes antes de que te sobrevenga el problema de necesitar recordarlos. Fortalécete con pensamientos de emuná antes de que estos tengan que ser fuertes. Pídele a Hashem que te ayude a recordar la emuná cuando más la necesitas.

 

Usa las mezuzas de las puertas para recordar que Hashem es responsable de todo lo que sucede y que todo es bueno, y que todo tiene un propósito.

 

No va a ser fácil empezar a decir “gracias”. La persona que soy ahora no es la misma persona que fui antes de empezar. Estate preparado a que sucedan cambios. Espera milagros, espera lo mejor de tu vida. Todo empieza con un gracias.

 

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1. nohemi lopez

6/26/2015

que testimonio mas bello

hola amiga tus palabras me han dedo fuerza en mi vida , y a confiar mas en Dios , sabes que el escrito que tu escribiste en el espejo yo ahora tambien lo coloque, y sonrio en medio de los problemas, y no siento preocupacion en mi corazon, que Dios conteste tus plegarias.yo le estoy pidiendo una vivienda y no tengo dinero,pero lei un testimonio de una persona que leyo el libro en el jardin de la fe,y su relacion con el Creador fue hermosa y una persona estraña le regalo un carro fue un milagro.

2. nohemi lopez

6/26/2015

hola amiga tus palabras me han dedo fuerza en mi vida , y a confiar mas en Dios , sabes que el escrito que tu escribiste en el espejo yo ahora tambien lo coloque, y sonrio en medio de los problemas, y no siento preocupacion en mi corazon, que Dios conteste tus plegarias.yo le estoy pidiendo una vivienda y no tengo dinero,pero lei un testimonio de una persona que leyo el libro en el jardin de la fe,y su relacion con el Creador fue hermosa y una persona estraña le regalo un carro fue un milagro.

3. rosa

6/22/2015

gracias hashem por mi TDAH, y gracias jaia por darme fuerzas para dar gracias

estoy aprendiendo a dar gracias por todo, que maravilla, incluso por el privilegio de tener Tdah y el vacio que comporta, vacio que solo Hashem puede llenar, de otro modo es inllenable, solo puedo vivir con plena emuna, la hidbodedut me sale natural, no tengo nada mas, o el vacio o dejarme llenar por El, o alegria por la emuna, o desesperacion…. gracias Hashem por mi TDAH, y por todo, …..por mi vida, mis maravillosos hijos,por el sustento diario,gracias Hashem Y gracias Hashem por esta Web

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