FUTBÓLICA!

Hace ya varios meses que empecé a ver los videos de los rabinos de Breslev.co.il, el Rabino Shalom Arush, el Rabino Yonatan Galed y el Rabino Lazer Brody. La verdad es que estas charlas son muy especiales. En una de las charlas más recientes del Rabino Yonatan, él le dio varios consejos a un joven al que era aficionado al fútbol. Yo sentí de inmediato que este era un mensaje personal del Cielo directamente para mí.

Esa mañana, recuerdo que era un viernes, me había enfrentado a un dilema: ¿Mejor que mire el partido de Boca vs River a las cuatro o mejor que espere al partido de Atlético Madrid vs Barcelona, en el que jugaba Leo Messi, a las seis? Porque no tengo tiempo para los dos y tengo que decidirme por uno.

Seguramente se habrán dado cuenta de que ni siquiera se me había pasado por la cabeza no mirar ninguno de los dos partidos. Y para que entiendan mi predicamento, paso a contarles mi historia. Es que yo había hecho un pacto con Hashem, que se remonta a hace ya una década, cuando mi marido todavía estaba enfermo de cáncer y miraba todo el tiempo fútbol para distraerse. Me acuerdo que la voz del locutor nos acompañó durante toda esa época tan difícil que pasamos y después, cuando mi marido ya había fallecido, y yo me quedé viuda y estaba sola para criar a mis cuatro hijos adolescentes, la voz del locutor me siguió acompañando, mientras yo ayudaba a mis hijos a seguir adelante con sus vidas. Con el paso del tiempo, yo empecé a crecer espiritualmente y decidí que primero iba a llevar a cabo todos mis “deberes espirituales” (llámense rezos del libro de oraciones, la hora diaria de plegaria personal, la lectura de Salmos, etc.) y recién después me iba a dar un “premio” mirando un buen partido de fútbol que tenía grabado. Este año seguí avanzando y directamente dejé de mirar partidos de fútbol. Solamente sigo escuchando al locutor, que con su voz me hace recordar tiempos mejores y me ofrece consuelo y cierto alivio del trajín diario. Pero yo sé que no voy a seguir escuchándolo mucho tiempo más, porque siento que me estoy alejando del mundo del fútbol y que me estoy encaminando en otra dirección.

Pero ¿saben qué? Hashem ya me preparó el remedio antes que la enfermedad, porque el Rabino Yonatan, con toda su frescura, su sentido del humor y su alegría, me hace acordar mucho al locutor, porque tiene una voz muy parecida, y además me ofrece mucho más consuelo, alegría, y la posibilidad de volver a sentirme feliz.

Bueno, resulta que en una de las charlas, el Rabino habló de la importancia del estudio de la Torá y de hacer una hora de plegaria personal todos los días, y además explicó que todas las actividades mundanales nos quitan un tiempo precioso que podríamos estar aprovechando en estudiar Torá y cumplir con los preceptos. De pronto me di cuenta de que ya no tenía necesidad de seguir mirando los partidos de fútbol como una maníaca, y que podía obtener todo el aliento que necesitaba mirando las clases de Torá y escuchando CDs de emuná, y lo más importante de todo: ¡que podía volver a ser feliz!

En ese momento sentí que Hashem estaba a mi lado y que había respondido a mis plegarias de tantos años, cuando estaba sola y triste y no veía la luz al final del túnel. Sentí que Hashem me estaba hablando a través del Rabino Yonatan, diciéndome que no tenía que preocuparme de nada y que si hacía todo lo que el Rabino enseñaba, iba a vivir una vida plena y feliz.

Por eso les escribo, para darle las gracias al Rabino Yonatan en particular, y a todo el equipo de Breslev Israel y Breslev Español en general, y agradecerles por ser los “portavoces” de Hashem y darme a entender que Él tenía reservado para mí algo mucho mejor.

Y que sigan acercando a cada vez más gente a la Emuná, dándoles la posibilidad de vivir una vida feliz, pese a todas las contrariedades, igual que me pasó a mí.