La buena noticia: ¡Me despidieron!

“Tengo una buena noticia que darle, Rabino. Me despidieron del trabajo".

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 26.04.21

Un día me llamó alguien por teléfono desde los EEUU y me dijo así: “Escuché lo que usted dijo, respecto a que todo el que estudie todos los días una hoja del libro Las Puertas de la Gratitud va a vivir en un paraíso terrenal. Yo estudio todos los días una hoja del libro y efectivamente siento que vivo en un paraíso, ¡No sabía que había una vida tan bella! ¡Siento que se me llenó la vida de luz!”.

 

Uno de los asistentes a mis clases me dijo lo siguiente: “Tengo una buena noticia que darle, Rabino. Me despidieron del trabajo. Ahora tengo más tiempo para hacer hitbodedut. Le doy las gracias a Hashem por toda Su bondad y tengo la total convicción de que lo que me está destinado, lo voy a recibir…”.

 

Esto ocurrió cuando esta persona recién estaba empezando a asistir a las clases y escuchar los CDs, pero a pesar de estar dando recién los primeros pasos, él supo conservar la alegría y darle las gracias a Hashem por el despido. Si él no hubiera aprendido a tener emuná, quién sabe qué habría pasado con él; lo más probable es que habría venido a lamentarse y quejarse…

 

Cuando uno vive con emuná, puede bendecir por cada cosa la bendición de “el Bueno y el Benefactor”. Efectivamente, eso será lo que ocurrirá en el futuro, cuando venga el Mashíaj, que la gente ya no bendecirá más la bendición de “el Juez Verdadero”, sino únicamente “el Bueno y el Benefactor”.

 

Imaginémonos cómo va a ser una llamada telefónica en la época del Mashíaj:

 

Suena el teléfono y responde Abraham:

 

– Hola

– Hola

– Sí, ¿en qué lo puedo ayudar?

– ¿Usted se llama Abraham B.?

– Sí

– Ah, bueno. Queríamos informarle que su barco se hundió…

– ¿De verdad? ¡Muchas gracias, Dios mío! ¡Y muchas gracias a usted, señor, por darme tan buena noticia!

 

Entonces Abraham B. se pone a bailar muy alegre y bendice lleno de dicha: “¡Bendito eres Tú, oh Hashem, nuestro Dios, Rey del universo, el Bueno y el Benefactor!”. Y después hace una comida de agradecimiento e invita a toda la ciudad. Al llegar a la fiesta, la gente pregunta: “¿A qué se debe la celebración?” y él les responde: “Es una comida de agradecimiento porque se hundió mi barco y perdí todos mis bienes y no me quedó ni un centavo”.

 

Al oír esto, nadie se sorprende sino que todos entienden perfectamente, porque todos tienen bien en claro que todo es para bien y que por todo se bendice “el Bueno y el Benefactor”. Entonces la gente lo saluda con cálidas palabras: “¡Qué afortunado eres! Bendito es Hashem, gracias a Hashem… ¡Qué bueno que ya no tienes dinero! ¡No hay nada mejor que eso! Qué Bueno es Hashem. ¡Bendito es el Bueno y el Benefactor! Todo lo que hace Hashem es todo para bien. Gracias, gracias, gracias…”. Y todos se ponen a bailar de la alegría.

 

¿Les parece una locura? Eso es lo que piensa la persona que piensa que existe el mal en el mundo, pero una vez que venga el Mashíaj, todos ya van a saber que no hay nada malo y entonces esta situación va a ser absolutamente normal.

 

En realidad, incluso ahora cada uno tiene que tratar de dar las gracias por todo. Escribe Rabí Yejezkel Landau acerca de lo que enseñan nuestros Sabios (Pesajim 50a) que en el futuro no se va a bendecir “Bendito es el Juez Verdadero” sino “Bendito es el Bueno y el Benefactor”, Rabí Yejezkel Landau explica que nuestros Sabios quieren decir que por los mismos casos que en nuestros días decimos “Bendito es el Juez Verdadero”, porque nos parecen problemas y sufrimientos, por estos mismos episodios bendeciremos nuevamente en el futuro la bendición “Bendito es el Bueno y el Benefactor”, porque entonces nos vamos a dar cuenta de que todos fueron únicamente para bien. Y por supuesto que con mayor razón vamos a bendecir por cada cosa que nos suceda en el futuro.

 

Esa es la luz del Mashíaj: bendecir por cada cosa “el Bueno y el Benefactor”. Dar las gracias por todo. Esa es la pura verdad. Y si alguien no puede alegrarse y dar las gracias, no es porque la realidad no sea buena sino porque le falta emuná.

 

 

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1. Helber Mendoza

7/13/2021

Edo me ocurrió desde febrero de 2021, al día de hoy me he dedicado a estudiar TORAH, económicamente vivo tal cual como cuando trabajaba, obviamente optimizando los recursos, ha sido increíble ver y sentir tanta bendición, así mismo poder agradecer a HASHEM por tantas bendiciones

2. Andrea

4/29/2021

Se nos olvida agradecer y agradecer otra vez! Gracias por el Internet, Padre bueno porque así seguimos aprendiendo!!!

3. Flor hernandez

4/27/2021

Coincido con el…también puedo percibir otra óptica desde que lo escucho, leo y me guío de todo lo que hay por ustedes. Gracias!!!

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