El síndrome de Jerusalem

¿Están planeando viajar a Israel? ¿Tienen pensado venir a Jerusalem? Entonces les recomiendo dos cosas…

3 Tiempo de lectura

Tali Mandel

Posteado en 15.03.21

 

¿Están planeando viajar a Israel? ¿Tienen pensado venir a Jerusalem? Entonces les recomiendo dos cosas: la primera es venir a visitarnos en nuestras oficinas de Breslev Israel, situadas cerca de la Ciudad Vieja y del barrio religioso más observante del mundo entero, Mea Shearim, y la segunda continuar leyendo este artículo sobre el síndrome de Jerusalem.

 

Probablemente hayan escuchado hablar alguna vez de este síndrome pero, por si no es así, les explico que es una enfermedad psíquica en la que una persona que visita Jerusalem sufre de delirios por los que piensa que es uno de los personajes de la Biblia. Puede que crea que es Mashiaj o que algún suceso relacionado con su llegada va a suceder y debe representar un papel importante en este acontecimiento. La persona que sufre este trastorno actúa de forma extraña, puede llegar a realizar predicaciones y a vestirse de forma inusual, utilizando las sábanas del hotel a modo de túnica, por ejemplo.

 

En Israel este síndrome es conocido y cientos de turistas han sido hospitalizados a lo largo de los años aquejados de estos delirios. De hecho, se estima que cada año unas cien personas son tratadas en Israel por este trastorno. El tratamiento se lleva a cabo en primer lugar en hospitales psiquiátricos de Israel y más tarde los pacientes son trasladados a su país de origen para que continúen el procedimiento. Los síntomas se alivian una vez que la persona ha salido de Jerusalem. Esta enfermedad puede llegar a afectar a cualquiera, sin diferencia de la religión que profese e incluso si no afirma tener creencias religiosas, aunque en muchos casos el enfermo ya sufría de antemano de trastornos de ansiedad o tenían antecedentes psiquiátricos.

 

Sin duda alguna, Jerusalem es un lugar especial y único en el mundo. La carga espiritual que se vive en esta ciudad es muy intensa y hay personas que no están preparadas para soportarla. Simplemente, no están listos para una experiencia espiritual de este tamaño. En una ocasión hablé con una persona que probablemente estaba siendo afectado por este síndrome, ya que en la conversación me daba a entender que quería revelar cosas importantes que estaban por suceder. Espero de todo corazón que esta persona haya vuelto a la sensatez. Realmente tenía mucho aplomo en las cosas que decía y las creía verdaderamente, no importa cuánto le intenté disuadir de que viera sus ideas desde otra perspectiva ya que lo que estaba diciendo era todo un sinsentido.

 

Algo similar sucede a aquellos que comienzan a profundizar en el estudio de la Torá de forma errónea, empezando la casa por el tejado, con el estudio de la Kabalá. Así como hay algunos que se ven sobrepasados por la carga espiritual de Jerusalem y empiezan a tener alucinaciones y delirios, aquellos que empiezan a estudiar Kabalá y no saben tan siquiera de qué se componen los libros de la Torá o qué es Tanaj o la diferencia que hay entre ambos, sufren también de un síndrome a quien nadie ha puesto nombre aún pero que debería tenerse en cuenta. Estas personas consideran que están muy avanzados, por delante de los demás, en cuestiones espirituales muy elevadas pero les falta un conocimiento básico sobre Torá sin el cual no pueden llegar ni siquiera a arañar la superficie de un aspecto toraico tan importante y trascendental como es el misticismo judío.

 

Seamos serios, si la persona no sabe suficiente sobre la Torá no puede, ni debe, ni está obligada, ni tiene el derecho a estudiar Kabalá. Punto.

 

Por mucho que hoy en día esté de moda, no es algo que esté al alcance de la mano de cualquiera y, con toda sinceridad, están siendo engañados y están perdiendo su tiempo y su dinero de una forma absurda. El estudio de Kabalá debe ser llevado a cabo tan solo cuando la persona tiene una base considerable y sustentada por el esfuerzo de años de conocimiento del Tanaj. Estos estudios deben ser guiados por rabinos especializados que instruyan a la persona por el camino de forma personal e individualizada y le vayan introduciendo poco a poco en las meditaciones que están a su alcance, si es que necesitan hacer meditaciones. De otra forma, la persona se pierde y sufre de “delirios de grandeza espiritual”, pensando que tiene un conocimiento elevado y que vive en un nivel espiritual superior a los demás. La humildad es la clave para superar este síndrome sin-nombre. Aceptar nuestras limitaciones y trabajar humildemente y con tesón para mejorar nuestros rasgos de carácter es la clave para avanzar en el estudio de Torá según nuestras circunstancias y al alcance de nuestras necesidades.

 

Por cierto, nuestras oficinas están en la calle Shivtei Israel, 56. Son bienvenidos de venir a visitarnos cuando gusten. Eso sí, ¡dejen la túnica en casa!

 

 

 

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

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1. EDNAH WINTER

5/12/2019

SINDROME

Maravilhoso artigo!! Parabéns!! Realmente tem muitas pessoas que deliram quando viajam para Jerusalém. Eu ainda não tive a grande oportunidade de conhecer, mas em breve iremos. Já conheci pessoas que votaram de Jerusalém com problemas psíquicos, então é uma verdade que isso acontece. Obrigada por compartilhar!! Shavua Tov!!

2. EDNAH WINTER

5/12/2019

Maravilhoso artigo!! Parabéns!! Realmente tem muitas pessoas que deliram quando viajam para Jerusalém. Eu ainda não tive a grande oportunidade de conhecer, mas em breve iremos. Já conheci pessoas que votaram de Jerusalém com problemas psíquicos, então é uma verdade que isso acontece. Obrigada por compartilhar!! Shavua Tov!!

3. Sinaí

12/04/2018

Allí estaré…

…espero no tener ninguna locura cuando esté en Jerusalem…

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