Mi póliza de seguro

Imagínense que pudiéramos comprar una “póliza de seguro” de plegarias para asegurarnos de que nuestros rezos serán respondidos...

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 15.03.21

Imagínense que pudiéramos comprar una “póliza de seguro” de plegarias para asegurarnos de que nuestros rezos serán respondidos, más que nada en Yom Kipur…

 

Y acá viene la buena noticia: sí hay una póliza!

 

En primer lugar, no “reces” meramente murmurando los rezos prescritos. Piensa en lo que estás diciendo y dilo con la debida intención, como si fueran tus propias palabras. Aprende el significado de las palabras, y si no entiendes hebreo, no tengas miedo de rezar según la traducción. Hashem entiende perfectamente español y todos los demás idiomas también…

 

Además de los rezos prescritos, acostúmbrate a conversar con Hashem de todo tipo de temas en tu sesión de plegaria personal. Esto es fundamental, porque la emuná es sinónimo de hablar con Hashem. Si no hablas, ¡no crees!    Tenemos que hablar con Hashem libremente como hablas con tu mejor amigo. Por lo tanto, cuando te pares frente a Hashem, no seas avaro con las palabras. El habla es tu principal conexión con Él.

 

Cuanto más hablas de emuná, más emuná tienes. Pero incluso si ves que tienes “la lengua atada” en tu sesión de plegaria personal, y eres incapaz de pronunciar una sola palabra, trata de decir una frase de emuná, como por ejemplo: “Hashem, déjame sentirme que estás conmigo”. Incluso si eso es lo único que puedes decir, repítelo una y otra vez, porque al final de Hashem te va a abrir la boca y el corazón. Cuando Le contamos a Hashem a diario lo que nos pasó en la vida durante las pasadas veinticuatro horas, estamos rectificando todo ese día. Y si hacemos eso todos los días de nuestra vida, estaremos rectificando toda la vida y ya no habrá juicios severos contra nosotros.

 

Eso es lo que Hashem le dijo a Moisés: “¿Quién le da una boca a la persona?” (Éxodo 4:11). La boca es lo que te hace una persona. Uno debe usar la boca mientras viaja por la ruta de la vida, a la cual Rabí Najman llama “un puente angosto”. Pero cuando usa la boca para hablar con Hashem, está cruzando ese puente angosto sin temor. Hashem es el máximo casamentero, médico, ministro de hacienda, agente inmobiliario, docente y psicólogo. Para resolver todos los problemas que tenemos lo único que tenemos que hacer es hablar con Él.

 

Si te falta emuná, simplemente dile a Hashem: “Padre mío, por favor dame emuná. Quiero creer en Ti. Quiero conocerte”. Entonces el Creador te tendrá compasión y te dará emuná.

 

El zohar dice que Hashem no escucha las plegarias de la persona que habla mal de los demás. Esto es medida por medida. Nosotros bendecimos a Hashem así: “Bendito eres Tú, Hashem, que escucha la plegaria”. Por qué “escucha” y no “acepta”? Porque si Hashem la escucha, entonces siempre la acepta. Todo depende de que escuche. Y si la persona habla mal de otros, está demostrando que no cree que Hashem esté escuchando, porque de otro modo no estaría yendo en contra de la Torá hablando mal de los demás. Y Hashem le dice: “Tú piensas que Yo no escucho las cosas malas que dices? Entonces tampoco voy a escuchar tus plegarias”.

 

Por eso, es como dicen nuestros Sabios: el hablar puro lo es todo en la vida. No debemos hablar de los demás, porque entonces estamos separándonos de Él y de nuestro prójimo y nos quedamos solos, como un leproso. No por nada las malas lenguas causan tantas desgracias y tantos juicios estrictos en contra de la gente. Y especialmente en Yom Kipur, no queremos que la serpiente, la acusadora, nos acuse.

 

Gmar Jatimá Tová!

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1. Irma

8/24/2022

Hermoso mensaje.

2. Irma

8/24/2022

Hermoso mensaje.

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