La rodilla que no cedió

¡Pregúntale a cualquier rabino! ¡Eso no es idolatría! ¿Qué problema hay? Fanáticos como tú les dan mala fama a los judíos…”.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 06.03.23

“¿Qué te pasa, te volviste loco? ¿Quieres que nos maten a todos? ¿Qué pidió el virrey, después de todo? ¿Te pidió que comas cerdo? ¡No! ¿Te pidió que profanes el Shabat? ¡No! Solamente te pidió que le demostremos nuestra lealtad, y doblemos la rodilla en señal de homenaje. ¡Pregúntale a cualquier rabino! ¡Eso no es idolatría! ¿Qué problema hay? Fanáticos como tú les dan mala fama a los judíos…”.

Los judíos de Shushán tenían graves quejas contra Mordejai. Este no era un diplomático ni era “políticamente correcto”. La Meguilá dice: “Y Mordejai no se postrará ni se inclinará”. Algunos se postraron hasta el suelo, pues el Rey Ajasheverosh había firmado un decreto por el cual todos debían inclinarse ante Hamán. Y ellos no querían que nadie pensara que no eran absolutamente leales al régimen.

Sin embargo, había un problema. Mordejai, el tzadik de la generación, les dijo que no se postraran ante un ser de carne y hueso, y en especial no ante Hamán, que era descendiente de Amalek y archienemigo de los judíos. Mordejai también les dijo que no participaran en el banquete festivo al que Ajashverosh y Hamán los habían invitado. Otra vez lo tildaron de fanático y lo ignoraron. Como resultado, invocaron el duro decreto Divino que establecía la destrucción del pueblo judío, Di-s no lo permita.

Mordejai, en virtud de su emuná no negociable y su absoluta adherencia a la Torá de Hashem, invocó una cadena de milagros que condujo al milagro de Purim y la salvación del pueblo judío.

¿De dónde obtuvo Mordejai la fortaleza interior para soportar la terrible presión que le hacían sus hermanos e incluso algunos de sus colegas rabínicos?

Era algo que llevaba en los genes.

El Tosefot explica que Jacob se fue de Padam Aram y tuvo su famosa confrontación con Esav. Jacob, sus mujeres y sus once hijos, se inclinaron todos ante Esav. Pero Benjamín todavía no había nacido, así que él jamás se postró ante Esav. Mordejai era descendiente de Benjamín. Y así como su tatarabuelo Benjamín no se postró ante Esav, el tatarabuelo de Hamán, así también Mordejai no se postró ante Hamán.

El coraje que demostró Mordejai al no transigir en su emuná y hasta el más pequeño detalle de observancia judía fue lo que produjo la salvación de todo el pueblo. Y aquí aprendemos una profunda lección, que nuestros Sabios enfatizan repetidamente: que los actos de los padres son señales para sus hijos.

Cuando los padres se fortalecen en observancia yu especialmente en emuná, entonces los hijos son doblemente fuertes. La rodilla de Benjamín jamás se dobló ante Esav ni ante nadie más y por eso la rodilla de Mordejai no era negociable.

El pueblo judío en la época de Ester y Mordjeai se dieron cuenta de su error. Hicieron teshuvá y renovaron su aceptación de la Torá. Y al hacerlo, se hicieron meritorios de retornar a Sión y reconstruir el Sagrado Templo en Jerusalén. Ojalá sigamos en sus pasos…

Feliz Purim!

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1. Luis Alberto Pantoja

2/27/2018

Llama mi atencion que un yehudi: Mordejai encuentra tanta resistencia precisamente entre los que profesan los mismo principios. Parece que hay que prestar mas atencion a lo que dicen los demas, que estudianla Torah de HaShem. Uno nunca sabe!!

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