Los festejos de Sucot

Quien no vio el Simjat Beit HaShoevá nunca ha visto alegría en su vida.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 29.09.23

“¡Quien no vio el Simjat Beit HaShoevá nunca ha visto alegría en su vida!”

Era una celebración masiva; los sabios hacían malabarismos con antorchas encendidas junto con la canción y se escuchaba la música de los levitas; una orquesta de instrumentos musicales acompañaba la ceremonia de sacar el agua del manantial en Shiloaj y la procesión mientras traían el agua para una libación en el mizbeaj (altar) …

¿Qué era el Simjat Beit HaShoevá?

El Tratado Sucot dice:

“Quien no vio el Simjat Beit HaShoevá nunca ha visto alegría en su vida. Después de la finalización del primer Yom Tov de Sucot, los Kohanim entraban al Patio del Templo para llevar a cabo grandes preparativos. Se colocaban lámparas de oro; cada una tenía cuatro enormes contenedores de aceite, y cuatro escaleras que conducían a cada contenedor provenientes del Patio del Templo, sobre las cuales un joven de los Kohanim subía sosteniendo una jarra que contenía 120 log de aceite para cada contenedor. Se hacían mechas con las prendas de lino usadas de los Kohanim y se encendían las lámparas. No quedaba ningún patio en toda Jerusalén que no fuera iluminado por el resplandor de Beit HaShoeivá.

“Los líderes piadosos bailaban ante los que llevaban el agua con antorchas en las manos. Cantaban alabanzas y los levitas tocaban violines y arpas, trompetas y panderetas y muchos otros instrumentos. Los levitas se paraban en los quince escalones que conducen desde el Patio de los israelitas al Patio de las mujeres en el Monte del Templo, que corresponden a las quince Canciones de Ascenso en los Salmos. Dos Kohanim se paraban con grandes trompetas de plata en la Puerta Superior entre el Patio de los israelitas y el Patio de las mujeres y hacían sonar las trompetas al son de: Tekiá, Teruá…”.

El Talmud agrega detalles a esta descripción: “Se cuenta acerca de Rabban Shimon ben Gamliel que cuando festejaba en el Simjat Beit HaShoevá, tomaba ocho antorchas de fuego y hacía malabarismos en el aire… Cuando se inclinaba, clavaba los dos pulgares en el suelo y se inclinaba y besaba el suelo y se enderezaba, una hazaña que nadie más pudo hacer…”.

El Talmud continúa:

“Los rabinos enseñaron: quien no vio el Simjat Beit HaShoevá nunca ha visto alegría en su vida. Quien no vio a Jerusalén en su gloria nunca ha visto una ciudad hermosa en su vida. Quien no vio el Templo Sagrado nunca ha visto un magnífico edificio en su vida. ¿De qué manera era magnífico? Abaye dijo (y algunos lo dicen en nombre de Rav Jisda): Este fue el edificio completado por Herodes. ¿Cómo fue construido? Rava dijo: con mármol azul y blanco”.

Toda la gente participaba en esta alegre celebración, desde los grandes líderes de la Torá hasta las personas simples, los habitantes de Jerusalén y los que habían llegado para las festividades. Los festejos duraban toda la noche; comenzaban con la extracción del agua a la tarde y seguían con la procesión nocturna rumbo al Altar, donde el agua se ofrecía como libación a la mañana, todos los días de la festividad de Sucot.

Se trataba de una celebración masiva; había sabios haciendo malabarismos con antorchas encendidas con canciones y la música de los levitas; una orquesta de instrumentos musicales acompañaba la ceremonia de sacar el agua del manantial en Shiloaj y la procesión mientras traían el agua para una libación en el mizbeaj (altar).

Que podamos volver a festejar todos juntos el Simjat Beit HaShoevá en el Templo en Jerusalén, muy pronto en nuestros días. ¡Amén!

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1. Nancy

10/20/2019

Que, podamos todos Celebrar en el templo de Jerusalén, Así sea

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