Igual y Opuesto

Cuanto más se tira uno hacia atrás, más adelante llegará. Cuanto más baja, más se elevará después. Nuestros problemas son solamente algo temporario.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

Cuanto más se tira uno hacia atrás, más adelante llegará. Cuanto más baja, más se elevará después. Nuestros problemas son solamente algo temporario.

¿Alguna vez se preguntaron por qué el lanzador de béisbol del equipo campeón de la Gran Liga tiene que tomar envión antes de lanzar la pelota que va a viajar a 100 millas por hora? ¿Alguna vez se detuvieron a pensar por qué está prohibido pararse detrás de un jet cuando este despega? ¿Y por qué uno no puede formar bíceps a menos que levante pesas o practique algún ejercicio vigoroso?

La respuesta a todos estos interrogantes, y a muchos otros que se nos presentan en la vida, es una y la misma – La Tercera Ley de Física del Sir Isaac Newton: “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria”. Este es el principio subyacente a la propulsión reactiva, la artillería, los cohetes y todo lo que implica empujar hacia adelante. Cuanto más inflamos un globo, más va a volar por toda la habitación si llegamos a soltarlo sin haberlo atado antes. Cuanto más tiramos hacia atrás la cuerda del arco, más lejos llega la flecha.

A mí me hubiera encantado hablar con el Sir Isaac, porque con semejantes poderes contundentes de observación física, él también podría haberse convertido en un gigante espiritual. Tanto el Rambam como el Gaón de Vilna fueron fantásticos físicos, pues su familiaridad con el ámbito espiritual les sirvió para comprender los secretos subyacentes a la creación.

Al observar las leyes del mundo físico, podemos comprender las leyes del mundo espiritual.

Esta semana nos encontramos con el suceso más catastrófico que sufrió nuestro pueblo en toda su historia: Tishá BeAv, el 9 de Av, el día de repetidas calamidades y destrucción. Pero unos pocos días más tarde llega “el día del Amor”, o sea, Tu BeAv, que cae el 15 de Av, y que es una de las fechas más felices del calendario judío.

¿De dónde sacamos la fuerza emocional para levantarnos después de todo el ayuno y todas las lamentaciones y ponernos a cantar y a bailar en los viñedos?

Aunque parezca mentira, la respuesta radica en la Ley de Newton – “Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria”. Nuestros Sabios nos enseñan lo mismo (tratado Sanedrín 90ª). Cada acción suscita una reacción igual y opuesta. Un ejemplo muy claro de este principio es lo que, según nuestros sabios, se aplica a Tishá BeAv: “Todo el que se lamenta por [la destrucción del Santo Templo de] Jerusalén merecerá ver su dicha [cuando sea reconstruido]”.

La ley de Newton encaja perfectamente con los principios de la Emuná, y en especial, que todo lo que hace HaShem es para nuestro beneficio ulterior. Igual que en el gimnasio o en la pista, sabemos que “al que quiere celeste, que le cueste”. Aquí también se aplica lo mismo al ámbito espiritual. HaShem nos presenta desafíos nada fáciles a fin de suscitar en nosotros una reacción igual y opuesta en forma de plegaria, auto-evaluación y teshuvá. Si la vida fuera a pedir de boca, entonces jamás haríamos un esfuerzo sincero por acercarnos a HaShem.

El Tishá BeAv el que nos conduce a Tu BeAv. Cuanto más se tira uno hacia atrás, más adelante llegará. Cuanto más baja, más se elevará después. Esto es probablemente el más grande aliento que podemos recibir. Nuestros problemas son solamente algo temporario. Si los miramos con los ojos de la emuná, todos acabarán convirtiéndose en grandes triunfos, pues nos van a acercar a HaShem, que es el máximo triunfo que uno puede alcanzar en esta vida y que no puede lograrse en el Mundo Venidero. Para eso vinimos al mundo.

En la vida no se trata de pasarla bien, si bien servir a HaShem es un placer sublime e imposible de describir. Estamos en este mundo para elevarnos y para elevar este universo material tan bajo con las herramientas de Torá, la emuná y la plegaria que nos da HaShem. Este próximo Shabat, el Shabat Najamú, es el Shabat de consuelo. HaShem nos consuela y nos explica que nuestro sufrimiento no fue en vano. Que el grado de sufrimiento que hemos soportado en la Diáspora, llámese inquisición, pogroms, Holocausto, intifada etc, no hace más que demostrarnos lo que nos espera cuando llegue el Mashíaj, se reúnen los exiliados, llegue la redención y se reconstruya nuestro Santo Templo, muy pronto y en nuestros días. Amén!
Ahora podemos entender cómo es que Rabi Najman, que estaba absolutamente familiarizado con los secretos físicos y metafísicos de la creación, puede decirnos, incluso cuando estamos deprimidos, que la desesperación no existe. No te quedes pensando en los pasos que diste atrás – mantente enfocado en el avance que se producirá luego.
Ahora entendemos por qué nuestro Rebe se llama Najman, que en hebreo significa “el que consuela”. Es posible que ahora nosotros, el pueblo judío, ocupemos una posición humilde y seamos perseguidos, pero que no quepa duda de que vamos a hacer una elevación meteórica. No se bajen del tren – ¡les prometo que la mejor parte todavía no llegó!

 

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1. Noelia Reynoso

8/08/2022

Qué maravillosa y clara forma de explicar lo sucedido y lo que sucederá! Shalom a todos por sus enseñanzas! Desde San Juan República Argentina.

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