Por qué Tishá BeAv?

Una pregunta: ¿por qué el sagrado Templo ardió en llamas precisamente en Tishá BeAv?

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David Perlow

Posteado en 04.04.21

 

Imagínate que hubieras presenciado las Diez Plagas, la División del Mar Rojo, la Victoria en la Guerra, el Maná del Cielo todos los días, la entrega de la Torá, el perdón tras el Becerro de Oro, la tierra tragándose a Koraj y compañía, no tener que lavar la ropa en el desierto, no tener que trabajar para ganarse la vida, sentarse a estudiar Torá con Moshe Rabeinu, más ver la Presencia Divina con tus propios ojos a diario durante cuarenta días. Dime algo ¿tendrías emuná o no?

 

Una pregunta: ¿por qué el sagrado Templo ardió en llamas precisamente en Tishá BeAv?

 

Ese fue el día en el que el pueblo de Israel perdió su fe en Hashem. Fue el día en el que los israelitas creyeron el informe negativo de los espías, que denunciaba la entrada a la Tierra Prometida, infundiendo temor en la gente, siendo que dicha entrada era con el fin de cumplir la Torá (que era el principal motivo de irse de Egipto!). La nación como un todo no les hizo caso a Caleb y Yehoshua, los dos únicos espías que alentaron a la nación a tener confianza en que Hashem ayudaría a los judíos a tomar posesión legal de la Tierra de Israel–– pero todos sus esfuerzos fueron en vano).

 

Dado que los judíos aceptaron el informe de los otros espías respecto a que el enemigo que habitaba en la Tierra era más poderoso y era invencible, su emuná se congeló. De repente se lamentaron de haberse ido de Egipto como esclavos! Olvidaron todos los acontecimientos milagrosos que mantuvieron en pie a la nación  desde que había estado cautiva en Egipto. La nación se quebró totalmente y se produjo un caos total. Ellos estaban seguros de que Hashem los había abandonado. Es por eso que hasta el día de hoy recordamos su llanto infundado y Hashem decidió que este sería el día en el que nuestro Santo Templo sería reducido a cenizas.

 

Enseña el Rabino Shalom Arush: “Los milagros no cambian a la persona. Únicamente cuando uno trabaja para mejorar su carácter uno puede crecer. ¿Y cómo crecemos? Hablando con Hashem a diario en plegaria personal una hora al día. Al dar las gracias por todas las bendiciones que uno tiene en la vida, recordando toda la bondad que Hashem le ha conferido, y tomando treinta minutos al día para orar por un tema en particular,  uno crece en la vida. No con milagros!”.

 

Los milagros pueden despertar espiritualmente a la persona, sin lugar a dudas, pero para que uno cambie uno tiene que cambiar desde adentro. Vivir una vida de emuná significa vivir con conciencia espiritual y tener la correcta perspectiva. ¿Y cómo lo hacemos? Dando las gracias. Demostrando gratitud. El 9 de Av, los judíos no lo hicieron.

 

Tishá BeAv se suponía que debía ser (y algún día lo será) un día de grandes celebraciones. Es un día en el que se suponía que debíamos expresar colectivamente nuestra fe acatando el mandato de Hashem de entrar a la Tierra. Vivir con emuná exige que cambiemos de perspectiva y empecemos a creer que Hashem guía en forma activa nuestras vidas. Significa que nos esforzamos mentalmente a diario para admitir y darle las gracias verbalmente a Hashem por habernos despertado esta mañana, por el hecho de que los ojos funcionan, y que Hashem literalmente nos ama. ¡Empecemos a contar las bendiciones! Muchos seguidores del Rav Arush tienen un cuaderno de agradecimientos y cada mañana agregan diez cosas por las que dan las gracias.

 

Al demostrar gratitud, y reconocer la intervención de Hashem en nuestras vidas, podemos avanzar con coraje. Sí, es posible que hayamos cometido errores en el pasado, pero esos errores fueron los que nos condujeron a donde estamos hoy! Si no hubiéramos aprendido de los errores, no estaríamos donde estamos hoy, no habríamos aprendido emuná en el libro En el Jardín de la Fe. O sea que todo es para bien, pero tenemos que dar las gracias y seguir adelante con determinación.

 

¡No escuches a los espías! Si tienes un sueño, no dejes que los demás te hagan caer en la mediocridad y la complacencia. Esfuérzate para juntar el coraje y sigue el camino de Caleb y Yehoshua, y que tu luz sirva de ejemplo para nuestra nación, y que podamos ver el Templo reconstruido muy pronto en nuestros días. Amén!

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