El Canto de la Golondrina

Todas las aves Le cantan incesantemente a Hashem, pero la golondrina merece especial mención. ¿Saben por qué?

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

En la tradición judía, remontándonos hasta la época del Baal Shem Tov, existe una bella costumbre que se lleva a cabo en el Shabat Shirá, “el Shabat de la Canción”, cuando se lee la parashá Beshalaj: dejamos miguitas de jalá en las ventanas y los balcones para que las coman los pajaritos. Rabí Eliahu Kitov, en su clásico Sefer HaTodaá, explica que esto tiene dos motivos, a saber:

 

Primero, cuando el pueblo judío salió de Egipto y comenzó su prolongado viaje en el desierto, el Todopoderoso les envió el maná, el pan Divino. Moisés les dijo que juntaran el maná todos los días excepto el Shabat, el sagrado día de descanso, porque el Todopoderoso les enviaría una doble porción al sexto día que les alcanzaría también para el Shabat, sin que se echara a perder. Los malvados Datan y Aviram, junto con sus malvados compañeros, querían desacreditar a Moisés. ¿Qué hicieron? El viernes, cuando ya era de noche, salieron del campamento a escondidas y esparcieron maná por todo el campamento. Habían planeado convocar a todo el pueblo al campo el Shabat a la mañana bien temprano para mostrarles que Moisés era un mentiroso, como si el Todopoderoso verdaderamente hubiera enviado el maná en Shabat. Mientras tanto, los pájaros arruinaron sus planes y se comieron todo el maná. Datan y Aviram cayeron en la misma trampa que ellos mismos le habían puesto a Moisés. Y en vez que de que Moisés quedaran mal, Datan y Aviram fueron los que quedaron mal.

 

Segundo, a medianoche del séptimo día de Pesaj, el Todopoderoso dividió milagrosamente el Mar Rojo para que pasaran los israelitas. Una vez que se salvaron del ejército egipcio, los israelitas prorrumpieron en un estallido de alegría, que queda registrado en la Torá en la sección de Bashalaj. Los pájaros también se unieron al canto. De hecho, algunos de nuestros Sabios afirman que los pájaros iniciaron el canto de alabanza, conocido como Shirat HaIam – la Canción del Mar – y los Israelitas se les unieron.

 

Sea como fuere, el Todopoderoso le da a cada criatura la recompensa que se merece, y los pájaros obtienen el premio especial de la jalá del Shabat en Shabat Shirá.

 

La importancia de cantar canciones de alabanza al Todopoderoso es algo imposible de describir con palabras. Durante el reino del Rey Jizkiahu, cada niño de la Tierra de Israel sabía la Torá y todas sus leyes para atrás y para adelante. No existía la ignorancia espiritual en su época, porque él prácticamente forzó a toda la nación a estudiar la Torá de mañana a noche. El Todopoderoso a su vez obró increíbles milagros para Jizkiahu y el pueblo judío. De acuerdo con la Guemará, Jizkiahu tendría que haber sido el Mashíaj. Pero su continuo e incesante estudio de la Torá y sus plegarias no bastaron, porque no cantaba canciones de alabanza a Hashem como Moisés y como su abuelo, el Rey David. Y así fue como quedó descalificado.

 

En la introducción del Perek Shirá, la canción de la naturaleza, vemos que incluso el Rey David, el ungido de Hashem, cuyo Libro de Salmos constituye la más grande colección de cantos de alabanza al Creador jamás escrito, fue no obstante reprendido por una rana, cuyas 3.000 canciones de alabanza son veinte veces más numerosas que los 150 Salmos del Rey David. Pero en lo que refiere a canciones de alabanza, los pájaros superan de lejos a toda la creación. El cuarto capítulo de Perek Shirá es de lejos el más grande de sus seis capítulos, pues se relaciona con el canto de las aves.

 

Todas las aves Le cantan incesantemente a Hashem, pero la golondrina va un paso más allá, porque ella conoce en forma especial el poder secreto de las canciones de alabanza. La golondrina canta: “Para que mi alma cante Tu honra y no guarde silencio; Hashem mi Dios, ¡siempre Te daré las gracias!”.

 

La próxima vez que oigan cantar a un pajarito, deténganse un segundo y piensen cuántos motivos tenemos para cantarle a Hashem y darle las gracias. Todo momento es buen momento para cantarle a Hashem. Y si no saben cómo empezar, ¿qué les parece con Perek Shirá, la colección de canciones que le canta a Hashem cada ser creado? Sin lugar a dudas, eso invocará todas las bendiciones. Amén!

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