Tu BiShvat… Que Se Renueve la Tierra

El primero de Tishrei es considerado Rosh HaShaná para el juicio de la humanidad. Tu BiShvat, es considerado Rosh HaShaná de los árboles...

6 Tiempo de lectura

Rabino Eliahu Kitov

Posteado en 30.12.21

El primero de Tishrei es considerado Rosh HaShaná para el juicio de la humanidad. Tu BiShvat, es considerado Rosh HaShaná de los árboles…
 

Tu BiShvat, el 15 de Shvat, es uno de los cuatro días del año a los que se llama "Rosh HaShaná" -comienzo del año-. Los otros días son: el primero de Nisán, el primero de Elul y el primero de Tishrei.
 

El primero de Nisán es considerado Rosh HaShaná para el cálculo de los años de reinado de los Reyes de Israel. De tal forma, si un rey era ungido en el mes de Adar, el siguiente mes de Nisán sería el comienzo del segundo año de su reinado. El primero de Nisán es también considerado Rosh HaShaná en relación al orden de las Festividades de peregrinaje. Si alguien prometía traer una ofrenda al Beit HaMikdash, hay una opinión en el Talmud que sostiene que dicha promesa se consideraría violada sólo si transcurrían tres Festividades de peregrinaje en su respectivo orden -o sea, comenzando con Pesaj en el mes de Nisán- antes de que la ofrenda fuera traída. De esta forma, si alguien formuló la promesa antes de Shavuot, tiene posibilidad de cumplirla hasta después de Sucot del año siguiente (luego de un año y medio), dado que la cuenta de las Festividades de peregrinaje se inicia en Nisán.
 

El primero de Elul es considerado Rosh HaShaná para la ofrenda del diezmo de los animales. Los animales nacidos antes de esta fecha son considerados como nacidos el año anterior respecto de aquellos nacidos después de esa fecha. Estos últimos no pueden sumarse a los primeros para determinar la cantidad total de la que debe separarse el diezmo, ya que no se puede separar el diezmo de los animales nacidos en un año para eximirse de cumplir la obligación que corresponde a aquellos nacidos en otro. [Sin embargo, según las opiniones de Rabí Eliezer y Rabí Shimón, el Rosh HaShaná para este diezmo es el primero de Tishrei].
 

El primero de Tishrei es considerado Rosh HaShaná para el juicio de la humanidad, el cómputo de los años sabáticos (Shemitá) y de jubileo (Yovél), el cálculo de orlá [los primeros tres años de un árbol frutal, cuando sus frutos no pueden ser consumidos], y para los diezmos de la cosecha, granos y vegetales.
 

Tu BiShvat, el 15 de Shvat, es considerado Rosh HaShaná de los árboles en lo que respecta al requerimiento de separar el diezmo de sus frutos. Los maaserot (diezmos) que uno está obligado a separar de la producción difieren cada año (a excepción del "maasér rishón" [Primer Diezmo], que rige para todos los años por igual). En el primero, segundo, cuarto y quinto año (luego de shemitá, el año sabático en la Tierra de Israel) se debe separar el maasér shení [Segundo Diezmo], que es consumido en Jerusalén [o redimido por dinero, que es usado para adquirir comida a consumirse en Jerusalén]; y en el tercer y sexto año, el maasér aní [Diezmo para el Pobre].
 

El 15 de Shvat marca el comienzo de un nuevo año en lo que a los frutos respecta [puesto que no se puede separar conjuntamente el maasér de frutos que crecieron en años distintos. Los frutos que comienzan a madurar -janatá, en la terminología halájica, es decir, cuando aún no han alcanzado un tercio de su tamaño normal (en este caso)- después de Tu BiShvat, son considerados producto del nuevo año; y si lo hacen antes, aunque terminen de madurar luego del 15 de Shvat, corresponden al año anterior.
 

Tu BiShvat es también Rosh HaShaná en lo que respecta a la finalización del cómputo de los años de orlá. Aunque los años de orlá se comienzan a contar desde el primero de Tishrei, este período concluye luego de Tu BiShvat del tercer año. Por ejemplo, si alguien plantó árboles antes de Rosh HaShaná, el período de orlá se prolongará hasta que hayan frutos que comiencen a madurar, se produzca su janatá, luego del tercer Tu BiShvat; tres años y medio luego de que los árboles fueran plantados. [Se debe señalar que los árboles plantados antes del 16 de Av son considerados como de un año de vida después del primero de Tishrei, mientras que aquellos plantados después del 16 de Av son considerados como de un año de vida sólo después del primero de Tishrei del año siguiente].
 

Tu BiShvat es también considerado Rosh HaShaná en relación a las leyes de néta revái, el fruto del cuarto año, que sólo puede ser consumido en Jerusalén [o redimido por dinero para adquirir comida a ser consumida en Jerusalén].
 

Algunas autoridades sostienen que Tu BiShvat es asimismo considerado Rosh HaShaná respecto de las leyes que regulan el fin de shemitá. Así, los frutos que han comenzado a madurar antes de Tu BiShvat del octavo año son considerados productos del séptimo año, Shemitá.
 

Nuestros Sabios designaron al día 15 de Shvat como el límite entre un año y otro en lo que respecta a los árboles frutales dado que para esa fecha ya ha caído la mayor parte de las lluvias anuales y la savia ha comenzado a nutrir los árboles. Por lo tanto, los frutos que crecen a partir de entonces son considerados producto de un nuevo año.

Además, para el 15 de Shvat la tierra ya está saturada con las lluvias invernales, de modo que los árboles plantados después de esa fecha tienen la garantía de desarrollar raíces firmes y rendir frutos.
 

Rosh HaShaná… En día de semana
 

Aunque el 15 de Shvat es llamado "Rosh HaShaná", esta designación se aplica sólo a aquellos asuntos relativos a esa fecha -como vimos anteriormente-, pero el día en sí no está caracterizado por la prohibición de trabajo, la obligación de una comida festiva y regocijarse, ni por plegarias especiales.
 

No obstante, Tu BiShvat tiene cierto carácter festivo especial y posee algunos de los rasgos particulares de una Festividad. Se omite Tajanún (Súplica de Perdón) en la Minjá del día anterior, no se pronuncian discursos fúnebres por difuntos, y si coincide con Shabat, no se recita Av HaRajamím ("Que el Padre Misericordioso…"; Sidur, pág. 191), dado que dicha plegaria se dice por las almas de las personas fallecidas.
 

Se acostumbra comer frutos que crecen en la Tierra de Israel, y también aquellos de los que aún no se ha comido en esa estación, para así poder recitar la bendición de SheHejeianu.
 

La razón del carácter festivo de este Rosh HaShaná de los Árboles [a diferencia de los otros -el primero de Nisán y de Elul- que se observan sin distinguirlos de ningún otro día], radica en que Tu BiShvat proclama las alabanzas de la Tierra de Israel, pues en este día se renueva la fuerza de su suelo, que comienza a dar sus frutos y demostrar su bondad inherente. Y es principalmente con relación a los frutos de los árboles que la Torá alaba la Tierra de Israel, como expresa el versículo (Deuteronomio 8:8): Tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; tierra de olivos y miel. Así, vemos que el versículo hace referencia a dos tipos de grano y cinco tipos de frutos, pues la miel , en este caso, se refiere a aquella que deriva de los dátiles. De este modo, el día en que el suelo de Eretz Israel recibe renovado vigor para rendir su abundante riqueza es uno de gran regocijo para el pueblo judío, quien posee la tierra, la ama y la añora.
 

Cuando los Hijos de Israel degustan los frutos de la tierra y se deleitan con su sabor, ofrecen bendiciones antes y después de disfrutar de este placer agradeciendo a Aquel que les ha legado esta preciosa tierra. Oran por que Di s renueve la juventud de la tierra -y la de ellos mismos- como en los días de antaño y conforme todo lo que El prometió a Avraham, Itzjak y Iaacov. Todo ello en cumplimiento del versículo -que trata sobre la alabanza de la Tierra de Israel-: Y cuando has comido y te has saciado, bendecirás al Señor, tu Di s, por la buena tierra que El te ha dado (ibíd. 8:10).
 

Existe otra razón que justifica la especial observancia de Tu BiShvat. Al ser el Rosh HaShaná de los Árboles, es un momento de plegaria y juicio para todos ellos. Esta es la manera en que Di s gobierna el mundo: cuando cada una de Sus creaciones comienza a "florecer", El examina todo su futuro y, por lo tanto, resulta apropiado orar por el éxito en este momento tan trascendente. Más aún, la Torá (ibíd. 20:19) compara al hombre con el árbol del campo; así, este día también recuerda, en cierto sentido, el juicio Divino sobre el hombre. Y tal es la esencia especial de esta nación, la de Israel, que se regocija en el día de juicio. ¡Sea cual fuere su resultado, que todos vean que hay un juicio y hay un Juez! Y dado que los Hijos de Israel aprecian el juicio y se alegran en él, son dignos de salir meritorios y triunfantes.
 

– Extraído de Nosotros y el Tiempo por Eliahu Kitov –
 

(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)