El Midrash Dice – Vaieji

José recibió un mensaje que decía - Tu padre está muy enfermo. Estas noticias le llegaron a través de su hijo Efraim quien frecuentaba la casa de Jacob en Goshen...

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Grupo Tora

Posteado en 06.04.21

Iaakov bendice a Efraim y Menashé

Iosef recibió un mensaje que decía – Tu padre está muy enfermo. Estas noticias le llegaron a través de su hijo Efraim quien frecuentaba la casa de Iaakov en Goshen para estudiar Torá. Llegó a la capital egipcia para informarle que el estado de salud de Iaakov era delicado. Iaakov fue la primera persona en la historia en enfermarse antes de morir. Sin embargo, su enfermedad era deliberada, como consecuencia de un pedido formulado a HaShem. En efecto, todos nuestros antepasados hicieron pedidos similares a HaShem:
 
– Antes de los tiempos de Abraham, todas las personas parecían jóvenes hasta que morían. Abraham pidió a HaShem que le diera señales físicas de vejez, argumentando: "Si un padre y un hijo se parecen, ¿cómo sabrán las personas a quien honrar si ingresan a un lugar juntos? Distingue al hombre mediante señales de vejez, como pelo canoso y arrugas, entonces la gente sabrá a quien respetar".
HaShem contestó – La verdad, pediste algo bueno. Comenzaré contigo. Así Abraham comenzó a tener aspecto de un hombre viejo y toda la humanidad tuvo rasgos externos de vejez después de él.
 
– Antes de los tiempos de Itzjak, nadie sufrió ningún dolor. Llegó Itzjak y solicitó que hubiera sufrimiento. Le dijo a HaShem – Si una persona muere sin haber experimentado dolor, se le aplicará la severidad total de la sentencia celestial. El dolor en este mundo lo eximirá del Guehinam (infierno)- castigo en el mundo- por- venir.
HaShem contestó – La verdad, pediste algo bueno. Comenzaré contigo. De esta forma, Itzjak encegueció.
 
– Iaakov pidió por enfermedad antes de morir, argumentando ante HaShem – Si un hombre muere repentinamente, no podrá dar las instrucciones a sus hijos con anticipación para resolver sus asuntos. Dispon de un tiempo preparatorio de enfermedad antes de la muerte y podrá hacer todos los arreglos necesarios.
HaShem dijo – La verdad, pediste algo bueno. Comenzaré contigo. Por lo tanto, Iaakov fue el primer hombre en enfermar antes de su muerte.
 
– Hasta los tiempos del Rey Jizkiahu, nadie se recuperaba de una enfermedad fatal. Jizkiahu rezó a HaShem – Si un hombre permanece saludable hasta su muerte, olvidará su Teshuva. Pero si alguien está muy enfermo hará teshuva con la esperanza de recuperarse.
HaShem dijo – La verdad, pediste algo bueno. Comenzaré contigo. Jizkiahu cayó gravemente enfermo y luego se recuperó.
 
Este Midrash es un sorprendente parámetro para nuestros días y tiempos. Si pudiéramos formular un deseo a HaShem, ¿cuál pediríamos? Seguramente pediríamos la eterna juventud, salud, felicidad, etc. El Midrash nos cuenta que nuestros patriarcas pidieron lo contrario; pidieron verse avejentados, sufrir y enfermarse. ¿Por qué reaccionaron en forma diferente? La respuesta es que nosotros le atribuimos mayor importancia al bienestar en este mundo. Sin embargo, nuestros patriarcas fueron siempre concientes que el objetivo de sus existencias es el olam haba. Por ello solicitaron todo lo que hiciera prosperar el bienestar espiritual y rechazaron cualquier elemento que fuera en detrimento del bienestar de la neshama (alma).
 
La esposa de Iosef, Osnat le aconsejó – Recibir una bendición de un tzadik es equivalente a recibir una bendición de HaShem. Lleva a nuestros hijos con Iaakov para que los bendiga. Por consiguiente Iosef viajó junto con sus dos hijos para visitar a su padre en Goshen. Trató de hablar con su padre acerca de dos temas:
1. para solicitarle que incluya a sus hijos Menashe y Efraim entre las tribus.
2. para expresar su protesta porque la madre de Iosef, Rajel había sido enterrada fuera de la Cueva de Majpela.
Iaakov debilitado por su enfermedad, estaba en su cama cuando le informaron – Tu hijo, Iosef llegó. Se fortaleció y se sentó derecho en su cama. Dijo – Si bien la persona que viene es mi hijo, es también un rey. Iaakov se esforzó para sentarse erguido porque temía que sus palabras de otro modo podrían ser consideradas como las de un hombre senil. No quería que nadie le reclamara más adelante, "Iaakov dio sus bendiciones cuando su mente ya no estaba clara". Iaakov contestó ambos puntos que Iosef mencionó. Respecto a la solicitud de Iosef de considerar a Menashe y Efraim como equivalentes a las otras tribus, Iaakov contestó: "Cuando HaShem se reveló en la ciudad Luz, me prometió, "Una nación y una comunidad de tribus habrán de descender de tí" (Bereshit 35:11). Cuando mencionó "una nación", se refería a Biniamin de quien estaba embarazada tu madre. Biniamin era el último de mis hijos. A quien hizo referencia HaShem cuando me prometió "una comunidad de tribus" nacerán de tí? Seguramente hizo referencia a tus dos hijos quienes todavía no habían nacido y que serían contados entre las tribus. Efraim y Menashe estarán en igualdad de condiciones que Reuben y Shimon. Poseerán sus propias banderas, estarán encabezados por sus propios nesi-im (líderes) y recibirán partes independientes en Eretz Israel. Respecto del reproche de Iosef relacionado con que su madre había sido enterrada fuera de la Cueva de Majpela, Iaakov explicó a su hijo – Cuando llegué de Padan Aram, Rajel murió. Su muerte fue más penosa para mí que todas las demás penurias que sufrí jamás. La enterré a la vera del camino; sé que te sientes herido pues te he pedido que hagas por mí lo que no cumplí con tu madre. Sin embargo, creeme que deseo tan fervientemente como tú que fuera enterrada en la Cueva de Majpela junto a mí.
– Dí una sola palabra y la haré llevar a la Cueva de Majpela – dijo Iosef.
– No puedes hacer eso, hijo mío- contestó Iaakov – porque fue por mandato divino que la enterré en Betlejem. HaShem me reveló que en el futuro los Bnei Israel serán exiliados por Nevujadnetzar y en el camino pasarán por la tumba de Rajel. Tu madre Rajel pedirá a HaShem que tenga misericordia de ellos y El aceptará su tefilá.
Iaakov quiso bendecir a los hijos de Iosef. De repente el Ruaj HaKodesh  partió de él porque vio una visión profética, que reshaim descenderían de ellos, el rey pagano Iehu sería descendiente de Menashe y el Rey Ajav de Efraim.
– ¿Quienes son ellos?- cuestionó a Iosef. – ¿De qué matrimonio descienden que no merecen una bendición? ¿Cómo puede ser que sean antepasados de reyes que inducirán al K-lal Israel a practicar la idolatría?
Iosef contestó – Son hijos míos, tan justos como yo, nacidos de un matrimonio consagrado. Sacó su contrato de matrimonio y se lo mostró a su padre. Iaakov le dijo – Déjame sentirlos y besarlos para que el Ruaj HaKodesh  regrese conmigo, pues no puedo verlos.
Iaakov no pudo verlos porque sus ojos se habían debilitado por el continuo estudio de la Torá. No podía abrir sus párpados salvo que los levantara con su mano. Iosef colocó a sus hijos entre las rodillas de Iaakov y éste los besó y abrazó. Sin embargo, el Ruaj HaKodesh  no regresó a él. Por ello Iaakov trató de distraer la atención de Iosef tratando un tema diferente, diciéndole – Nunca me atreví a pensar que volvería a verte y ahora Di-s me muestra a tu descendencia. Cuando Iosef se dio cuenta que su padre no podía bendecir a Efraim y Menashe, los quitó de las rodillas de Iaakov y pidió a HaShem misericordia para que el Ruaj HaKodesh  regresara nuevamente con Iaakov. – Amo del Universo- imploró – ¿acaso mis hijos no tienen mérito?
Les dijo a sus hijos – Cualquier grandeza mundana que posean es solamente transitoria. Recen para que el Ruaj HaKodesh  regrese con mi padre y que pueda bendecirlos. Tanto Iosef como sus hijos rezaron y cayeron al suelo implorando a HaShem para que la shejina se posara sobre Iaakov nuevamente. La shejina regresó de inmediato porque HaShem no rechaza las plegarias de los miembros de la tribu de Iosef cuando imploran a HaShem seriamente y caen al piso para hacerlo. En cuanto el Ruaj HaKodesh regresó con Iaakov, Iosef colocó a Menashe, su hijo mayor, a la derecha de Iaakov y a Efraim, el menor, a la izquierda del padre para recibir la bendición. Sin embargo, Iaakov invirtió sus manos, colocó la derecha sobre la cabeza de Efraim, el menor. Su mano izquierda la colocó sobre la cabeza del mayor, Menashe. El cambio se debía a que presagiaba que el menor llegaría a ser más importante ya que el futuro líder Iehoshua estaría entre sus descendientes.
Iaakov bendijo a su hijo Iosef y a sus nietos con las siguientes palabras:
"Ha-elokim asher hithalju avotai lefanav Abraham ve Itzjak" / Di-s ante Quien mis padres Abraham e Itzjak se movilizaron rápidamente para cumplir con Su voluntad, haro-e oti me-odi ad haiom ha-ze / Quien me ha dado el sustento hasta hoy en día como un pastor que alimenta a su rebaño, hamalaj hagoel oti mikol ra / enviándome siempre un ángel para rescatarme en tiempos de necesidad (De esta forma Su ángel me rescató de las manos de Esav y de las manos de Laván y me dio el sustento durante los tiempos de hambre), ievarej et ha-nearim/Que (el ángel) bendiga a los jóvenes (Efraim y Menashe).
Las palabras de Iaakov "que bendiga a los jóvenes" también hacía referencia a los descendientes de Efraim y Menashe, Iehoshua y Guideon, ambos fueron interceptados por ángeles.
Veikarei vahem sh-mi ve-shem avotai / Permíteles llamarse por mi nombre y los nombres de mis padres Abraham e Itzjak. La nación judía es referida en algunas ocasiones como Efraim y Iosef (Irmiahu 31:9 y Amos 5:15).
Veidgu larov bekerev ha-aretz / y déjalos procrearse como peces
Así como los peces son prolíficos y no son afectados por el mal de ojo porque están cubiertos de agua, así los descendientes de Iosef se multiplicarán y se mantendrán alejados del mal de ojo.
¿Cómo fue que los hijos de Iosef merecieron esta bendición en particular?
Iosef protegió sus ojos y se abstuvo de mirar donde no correspondía (a la esposa de Potifar), por ello su tribu quedó protegida contra el mal de ojo.
La bendición impartida a Efraim y Menashe servirá de modelo a todos los padres judíos que bendecirán a sus hijos: "Que HaShem te asemeje a Efraim y Menashe".
 
Iosef notó que su padre había colocado su mano derecha sobre la cabeza de Efraim, el menor, y pensó que confundía sus edades. Tomó la mano derecha de su padre y la colocó sobre la cabeza de Menashe. – Así no, padre- explicó Iosef. – Este es el primogénito. Coloca tu mano derecha sobre su cabeza.
Sin embargo, Iaakov se negó y dijo – Mi mano derecha corresponde colocarla sobre la cabeza de Efraim. El Ruaj HaKodesh  me lo indica. Es verdad que Menashe es importante porque el Juez Guideon descenderá de él. Sin embargo, la descendencia de su hermano menor superará a la del mayor con Iehoshua, cuya fama se difundirá en todo el mundo cuando detenga al sol en el cielo.
– ¿Tú crees Iosef que no soy consciente de un hecho que es obvio para ti? El Ruaj HaKodesh  me da a conocer cosas que tú nunca me contaste. Yo sé que fuiste vendido. Conozco las motivaciones de Reuben cuando pecó. Conozco los pensamientos de Iehuda cuando se aproximó a Tamar. ¿Y tú creíste que no sabía cual de tus hijos es el mayor?
¿Por que Efraim merecía reemplazar a Menashe, el verdadero primogénito? Efraim era modesto y discreto. Como HaShem ama a los humildes, Le otorgó a Efraim el derecho de primogénito. Después de haber bendecido a los hijos de Iosef, Iaakov anunció a Iosef – Pronto moriré, pero HaShem estará contigo y te enviará a Su redentor para liberarte del exilio egipcio. Te revelaré tres señales por las cuales podrás identificar al verdadero redentor:
– Empleará la expresión anoji cuando se dirija a tí.
– Designará como líderes a los Sabios de la Tora.
– Pronunciará la expresión pakod ifkod.
 
Cuando Iosef murió, el mensaje de Iaakov fue transmitido a Seraj bat Asher quien sobrevivió a todos los demás miembros de su generación. Aún vivía cuando Moshe llegó a Egipto y se reveló ante los Bnei Israel. – Si pronuncia las palabras "Pakod Ifkod", es el verdadero mensajero de HaShem. Por lo tanto, cuando el pueblo escuchó estas palabras de la boca de Moshé, creyeron en él y en su misión.
 
Iaakov prometió a Iosef – Como recompensa por tomarte la molestia de llevarme a Eretz Israel para el entierro, te entrego la ciudad de Shjem para que seas enterrado allí (además de la porción de tierra que te corresponde junto con tus hermanos). Arrebaté Shjem de las manos de los Emorim cuando me aposté con mi arco y flecha para ayudar a Shimon y Levi después que ellos asesinaron en Shjem, cuando todos los reyes emoritas se congregaron para matarnos. Además, te confiero el derecho de primogénito de realizar la avoda. Iosef estaba muy feliz después de recibir de su padre estas bendiciones.
 
Los hermanos se sintieron celosos que Iosef haya recibido una bendición especial y comentaron en forma irónica – ¡No es de extrañarse! La gente se inclina hacia quien ocupa los altos cargos. Pensaron que Iaakov le había dado un trato parcial porque era un gobernante. Sin embargo, Iaakov les recriminó y les dijo – Tengo suficientes bendiciones para todos. Elegí a Iosef por su temor a HaShem tan especial. Si ustedes alcanzan ese nivel, todos merecerán la misma bendición.
 
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. Nancy

1/10/2020

Y el más pequeño sera el más grande de la luz de las Naciones…Jacob le fue dada la primogenitura y no a su hermano y a su nieto Efrain le fue dada la primogenitura y no a Manases…HaShem jamas se equivoca y les da indicaciones precisas a los justos….

2. ruth

1/02/2015

clara y muy interesante

esta parasha me aclaro muchas  cosas que no sabía

3. ruth

1/02/2015

esta parasha me aclaro muchas  cosas que no sabía

Gracias por tu respuesta

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