A La Luz del Shabat – Jaié Sará

Con toda naturalidad programamos el día de mañana, con la ayuda de HaShem, y de repente, viene alguien que nos da vuelta todo, y nos dice…

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Maór HaShabát

Posteado en 06.04.21

Tus Ultimas 24 Horas
Con toda naturalidad programamos el día de mañana, con la ayuda de HaShem, y de repente, viene alguien que nos da vuelta todo, y nos dice…
 

 
Y Abraham estaba anciano venia (avanzado) con los días…” (Génesis 24-1).
 
Dice el versículo: Abraham vino con sus días en sus manos. Los días de su vida fueron completos, aprovechados.
Explica el Majane Efraim zt”l: la palabra Zaquén (anciano) viene de la raíz Ze – Caná: este adquirió. Qué fue lo que adquirió? Lo más valioso que se puede adquirir: La Torá. Como dice el versículo: “Tov Li Torat Pijá Mealféi Zaav VaKesef” (“Es bueno para mi la Torá en mi boca más que miles de moneda de oro y plata”).
 
Imaginemos a un señor que llega a su casa luego de un día agotador de trabajo…
Enciende el aire, prende el equipo de música con una melodía suave, se acomoda en su sillón preferido… Lo único que falta para que el momento sea perfecto es una bebida helada y burbujeante.
Se seca la frente con su pañuelo, se levanta pesadamente, se acerca a la heladera, saca su refresco preferido, y cuando abre la botella, de repente… ¡Zumm! Un ser alado sale de ella… Si. Un pequeño hombrecillo de color negro y con alas que le dice:
 
– ¡Hola!
 
– ¿Quien eres?, le pregunta aterrorizado.
 
– Mira, no vamos a extendernos en palabras, lo único que puedo decirte es que todos, tarde o temprano, se encuentran conmigo.
 
– ¿Pero qué quieres de mí?, yo solo tengo 40…
 
– Vine a llevarte.
 
– ¿Por qué justo ahora? Mañana tengo que cerrar un negocio excelente, todavía tengo hijos pequeños, estoy por casar al mayor…
 
-En realidad, -le dice finalmente el hombrecillo- debiera llevarte ahora, pero me caes bien. Te doy 24 horas, haz lo que quieras con ellas. Al margen, no solo te daré tiempo, sino que te daré los medios que no tenías hasta ahora, dinero sin límite, respeto sin límite, éxito sin límite… Tienes una tarjeta de crédito abierta por 24 horas, pero pasadas esas 24 horas…
 
¿Qué piensas ustedes que hará esta persona en esas 24 horas?
Seguramente no va a querer escuchar un discurso de Obáma explicando la política internacional que va a seguir su gobierno, y mucho menos le van a interesar los vaivenes de la bolsa de Singapur.
¿Qué hace una persona como nosotros cuando le dan 24 horas de vida? 
 
Con toda naturalidad programamos el día de mañana, con la ayuda de HaShem, y de repente, viene alguien que nos da vuelta todo, y nos dice: -Las siguientes 24 horas son tuyas, pero debes saberlo: ¡después de eso no hay más!
Descubrimos en ese momento, que la perspectiva de la persona cambia por completo.
 
Vale decir: ¡hay una gran diferencia si después de las siguientes 24 horas, hay otras 24 horas o no hay más!
Y por cuanto estamos convencidos que tenemos aseguradas las próximas 24 horas, nos permitimos no aprovecharlas al máximo.
Con esto queremos explicar que la postura de la humanidad, las prioridades de la persona, no son fijas, y van cambiando dependiendo de diversos factores, de los cuales uno de los más importantes es ´con cuanto tiempo contamos´.
 
Por ejemplo, le dicen a una persona que viajará a Estados Unidos por un mes, y luego le informan que hubo un cambio de planes y deberá viajar por un día. Seguramente organizará ese día de una forma diferente, estableciendo prioridades y dejando de lado las cosas intrascendentes.
Enfocando esto desde otro punto de vista, observamos a la humanidad correr una carrera sin límite detrás del placer y de la tranquilidad, durante miles de años, millones de personas… ninguno de nosotros quiere perder la vida.
¿Cómo definiríamos a una persona dichosa? ¿Cómo se puede definir a una persona que desarrolló todo su potencial?
 
El Rey Salomónlo dice en una sola estrofa en Mishley (el Libro de los Proverbios), en la canción conocida por todos.
En una de sus estrofas escribe: “Oz Vehadar Levúsha Vatisjak Leióm Ajarón” (“Vestida de fuerza y dignidad; Y reirá en el ultimo día”).

El determina cuál es la base de la dicha: Quién está dispuesto a decir en sus últimas 24 horas, en su último día, que esta satisfecho, que está completo.

 
Pasadas las 24 horas, la persona se arrepiente: ¡Por qué hice esto! ¡Por qué no hice aquello! ¡Lástima que no aproveché a mi esposa, que no estuve más tiempo con mi familia, corrí detrás del trabajo!
 
La persona que está dispuesta el último día a reírse en la cara de quien la viene a buscar: – Tú no representas una amenaza para mí, yo no perdí nada, aproveché cada minuto de mi vida.
Ésta es una persona dichosa.
 
 
– Editado por Maor Hashabat, de la comunidad Ahabat Ajim, Lanus, Argentina. Editor responsable: Eliahu Saiegh –
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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