Astrología y expiación – Nitzavim

Nunca deja de sorprenderme lo ingenuo que soy. Hace poco, una familia observante de New York vino de visita a Israel....

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 04.04.21

“No está en el cielo…” (Deuteronomio 30:12)

 

Nunca deja de sorprenderme lo ingenuo que soy. Hace poco, una familia observante de una de las comunidades ultra religiosas de la zona metropolitana de New York vino de visita a Israel y me preguntaron qué opinaba acerca de una cierta clarividente y astróloga con sede en Tel Aviv que tiene una excelente reputación como vidente que predice sucesos futuros, y en especial, calamidades. Dado que no tengo ningún contacto en absoluto con clarividentes o astrólogos, no pude darles ninguna opinión. Sin embargo, ellos insistieron así que les dije que en Israel hay muchos grandes tzadikim a los que pueden ir a consultar mientras ahora que están de visita en Israel y cuyas bendiciones son como efectivo en el banco. Esto no los satisfizo. Ellos insistieron en pagar doscientos dólares para averiguar qué es lo que las estrellas les tienen reservado. Resulta que la clarividente de Tel Aviv les dijo que la madre se iba a fracturar una pierna apenas retornaran a USA. La predicción fue certera. Unos pocos días después de aterrizar en el Aeropuerto Kennedy, la madre se fracturó la pierna.

 

La Providencia Divina de Hashem es increíble. A los pocos días, una persona recientemente observante me contó inocentemente acerca de su pasado. Al hacerlo, mencionó haber frecuentado a una cierta clarividente y astróloga en Tel Aviv que tiene una gran reputación para predecir el futuro. Resulta ser que se trata de la misma clarividente de nuestra historia. Sin que yo se lo preguntara, él me contó que la mujer parecía ser tradicional pero que no se cubría el pelo ni se veía con recato. Eso fue lo que la delató: si ella no era recatada entonces era absolutamente claro que sus poderes, por más agudos que fueran, no provenían del lado de la santidad.

 

Mucha gente comete el error de pensar que se encuentran bajo la influencia de las estrellas. Sin embargo, la persona que tiene emuná confía en la plegaria y en la Providencia Divina de Hashem está muy por encima de la influencia de las estrellas, tal como Hashem le dijo a Abraham. [1] además, nuestros Sabios enseñan que el pueblo judí se encuentra por encima de la influencia de las estrellas siempre y cuando se aferren a Hashem, Quien está por encima de las estrellas. Aun así, es necesario un enorme mérito espiritual a fin de anular algo que fue decretado en las estrellas. [2]

 

Qué es lo que ejerce peso para que uno pueda anular el horóscopo de la persona?Nuestros Sabios nos enseñan que es la emuná y la teshuvá con que uno se fortalece espiritualmente en Rosh Hashana y Yom Kipur.

 

El sagrado Jatam Sofer expresa este principio en forma muy clara en una explicación muy reveladora: en su explicación de este pasaje, dice que el destino de la persona no depende de la astrología, o sea, las estrellas. Él cita un Midrash que explica que el poder de la expiación de Yom Kipur – el Día del Perdón- proviene del día mismo, pues Hashem infundió en el Décimo Día de Tishrei un poder único para purificar a la persona del pecado, siempre y cuando la persona haga teshuvá, tal como enseñan los Sabios al final del Tratado Yoma. Sin embargo, si el poder de la expiación fuera dependiente de un mapa estelar específico, o de alguna determina posición de las constelaciones un día al año, entonces Yom Kipur tendría que caer en ese día en particular cada año. Pero no es así, tal como cita el Jatam Sofer. El Yom Kipur que cae más temprano y el que cae más tarde pueden tener hasta un mes y más de diferencia, o sea que los mapas estelares son completamente diferentes.

 

Hashem es el que le confiere poder a ese día, no las estrellas.

 

Además, la Guemará nos dice en varias instancias que Hashem le confiere un tremendo poder a la corte rabínica en la tierra, porque, una vez más, “No está en el cielo…”. El Jatam Sofer cuenta la historia de la Guemará[3] acerca de una corte rabínica que bendijo la Luna Nueva un día antes del indicado. De acuerdo con sus cálculos, Yom Kipur caía un día antes. Todos ayunaron antes de tiempo, en el día que sus rabinos les dijeron que caía Yom Kipur. Hashem aceptó su ayuno, sus plegarias y su expiación. O sea que vemos que realmente no está “en el cielo” sino que nuestro futuro depende de nuestra teshuvá y del hecho de obedecer a Hashem y a Sus verdaderos tzadikim.

 

Nuestras bendiciones para que todos sean inscriptos en el Libro de la Vida Larga y Buena para un maravilloso Nuevo Año! Amén!

 


[1] Rashi sobre Génesis 15:5

[2] Maharsha sobre Berajot 5b.

[3] Rosh Hashana 21a

 

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1. Belem

9/17/2017

Shalom

Asi es amen.

2. Belem

9/17/2017

Asi es amen.

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