El grito silencioso – Beshalaj

"¿Por qué clamas ante Mí?" (Shemot 14:15)

El significado aparente del párrafo anterior es que Hashem le está diciendo a Moshé (Moisés) que este no es un momento de oración, sino de acción y dedicación. O sea, es el momento de arrojarse al mar.

A un nivel más profundo, Hashem les está enseñando otra lección más a Moshé y a los hijos de Israel. Es como si Hashem estuviera diciendo: "No es necesario que clames cuando los demás te están escuchando – basta con un grito silencioso desde lo más profundo de tu corazón”.

Debemos aprender a clamar ante Hashem en la plegaria personal, sin que nadie más nos escuche. Cuando el grito silencioso carece de vanidad – es únicamente para Hashem. Dichas plegarias ascienden de inmediato y evitan la obstrucción de los elementos malvados. Si durante la hitbodedut en el campo una persona grita como un animal salvaje y otros escuchan su voz, se crea una difamación del nombre de Hashem, Dios no lo permita, y esa plegaria va a parar a las kelipot, las fuerzas del mal.

El Rebe Najman de Breslev explica (Sijot HaRan 16): "Uno puede gritar fuerte con una voz pequeña y silenciosa, sin que nadie lo escuche, porque no emite un sonido, sino que simplemente grita silenciosamente con esta pequeña voz silenciosa. Cualquiera puede hacer esto. Solo imagina el sonido de un grito en tu mente. Representa el grito en tu imaginación exactamente como si fuera un sonido. Sigue así hasta que literalmente estés gritando con esta pequeña voz silenciosa. Esto es en realidad un grito y no una mera imaginación. Puedes pararte en una habitación llena de gente, gritando de esta manera, sin que nadie te escuche".

El grito silencioso es un arma convincente de oración que le permite al individuo gritar ante Hashem desde una estación de metro, autobús o tren repleta de gente. En virtud del grito silencioso, uno puede utilizar el tiempo perdido para hablar con Hashem y expresar sus emociones más profundas. La belleza del grito silencioso es que nadie puede escucharlo excepto Hashem.

Cuando una persona está rezando en público y todos rezan en voz alta, en ese caso, rezar en voz alta no solo es recomendable, sino que está a la orden del día. Pero, cuando una persona se encuentra en una sesión de hitbodedut, alzar la voz solo expone las oraciones de uno a los "cazadores", o sea, a las fuerzas del mal que hacen todo lo posible para impedir que las plegarias de la persona asciendan al Trono Celestial. La plegaria personal es especialmente convincente, como nos enseña el Rebe Najman, ya que las fuerzas del mal tienen dificultades para obstruir lo que no es rutina. Pero, apenas la persona grita, la oración pierde su poder.

El grito silencioso es a menudo la llave maestra para que la persona alcance la salvación. Que todos sepamos aprovecharlo. Amén!