El sistema de puntos – Itro

Toda la sociedad comprende la importancia del séptimo mandamiento, la prohibición del adulterio, que conduce a la total destrucción de la sociedad...

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

“No cometerás adulterio… No desearás a la mujer de tu prójimo” (Éxodo 20:13-14)

 

Toda la sociedad comprende la importancia del séptimo mandamiento, la prohibición del adulterio. El adulterio conduce a la total destrucción de la sociedad y a la anarquía social. Además, tal como aprendemos del Mejilta, la razón por la cual el adulterio está sujeto a la pena capital igual que la idolatría nos enseña que todo el que traiciona la relación conyugal al final terminará traicionando a Dios. Por lo tanto, el adulterio es una forma rápida de auto-destrucción, Dios no lo permita.

 

El concepto expuesto es perfectamente claro.

 

Sin embargo, a muchos les cuesta entender cuál es el problema con socializar, mirar o hablar con alguien del sexo opuesto. Pongámoslo de esta manera: si vas caminando al borde de un acantilado, corres peligro de caerte. Si te adhieres al camino que está a veinte metros del borde, estás a salvo. En nuestro caso, si no socializas, hablas o miras a alguien del sexo opuesto, entonces no estás creando la posibilidad de desear a la pareja de otra persona.

 

Siempre que enseño este concepto a personas que buscan un estilo de vida onda “judaísmo liviano”, se niegan a aceptarlo. La pregunta típica es: “Y qué problema hay? Digamos que dentro de mi corazón, me atrae la mujer de mi vecino. Yo no hice nada: no le puse un dedo encima ni nada, no le quite a nadie de su pareja.. ¿Por qué este es el Décimo Mandamiento? No robé, ni maté a nadie”.

 

El Décimo Mandamiento es un precepto basado en la emuná, igual que el primero. Por qué?

 

No existe ningún sistema legal en todo el mundo en el que desear algo ajeno sea algo prohibido. Rabí Shimshon Rafael Hirsch explica que un mortal puede legislar en contra del asesinato y del robo, pero únicamente un Legislador Divino puede exigir que santifiquemos nuestros deseos y nuestros pensamientos. Él es el único capaz de juzgar a una persona en lo que refiere al cumplimiento o incumplimiento de este mandamiento.

 

Por lo tanto, aquel que se cuida de no mirar donde no debe, comportándose con recato cuando se encuentra con el sexo opuesto, interactuando lo mínimo posible y santificando sus pensamientos, esa persona está demostrando que su fe en Dios es completa.

 

Para que quede claro:

 

Seguramente conocerán el “sistema de puntos”. Este sistema le asigna puntos a las distintas transgresiones de tránsito en cada estado. Cuando el Departamento de Vehículos Automotores en el estado de una persona recibe una notificación de condena de la corte, la transgresión que esa persona ha cometido queda registrada en su registro de conducción y se le asignan puntos. Estos puntos se cuentan durante un lapso determinado. Una vez que se acumulan una cierta cantidad de puntos, se le puede suspender la licencia a ese conductor, se le puede exigir que asista a una audiencia, que tome un curso de educación de conductores, que se someta a un re-examen de evaluación de conductores o que pierdan la licencia completamente!

 

Anhelar a la pareja de otra persona ejerce un efecto devastador en el propio matrimonio. El Zohar enseña que bajo la jupá, la pareja recibe un lazo de amor uqe los une como una sola alma. Este es un regalo de Hashem para que la pareja empiece la vida matrimonial. Pero después la pareja tiene que trabajar muy duro para solidificar y preservar ese lazo, porque es muy vulnerable.

 

 

Imagínense que el lazo entre marido y mujer vale 100 puntos en su noche de bodas. Están enamorados el uno del otro y todo es rosa. Pero cuando se va desgastando la novedad del matrimonio, o empieza la rutina, Dios no lo permita, o no cuidan los ojos y miran a personas del sexo opuesto, su lazo se debilita. La Corte Divina establece el sistema de puntos.

 

Mirar a otra mujer es como cruzar con luz roja. Ambos son peligrosos y ambos se penalizan con 4 puntos. Así como el transgresor pierde cuatro puntos de su licencia (8 puntos suele exigir instrucción mientras que 12 puntos provoca la suspensión de la licencia), una persona pierde 4 puntos de su lazo con su esposa. Ahora están a 96 en vez de a 100. Y cuantos más puntos pierdan, más van a pelearse. Cuando su lazo se debilita más, puede ocurrir la separación, que es la versión conyugal de la suspensión de la licencia. Y en casos extremos, el matrimonio se disuelve, que es como perder la licencia del todo.

 

El marido llega a casa y su mujer le grita por algo que él piensa que es injustificado. Él no se da cuenta de que ese día él miró a por lo menos diez mujeres y flirteó con la secretaria. Ahora él llega a casa con solamente 56 puntos en vez de 100. El alma de su esposa siente que la conexión con ella se debilitó y eso la pone nerviosa y enojada. No le debe sorprender que le grite como loca.

 

El sistema de puntos de Hashem es absolutamente prciso y funciona en todas situaciones, pues Sus cámaras de radar pueden registrar exactamente lo que pasa dentro del corazón de la persona.

 

Esta es la buena noticia: Rabí Najman dice que si crees que puedes arruinar algo, también debes creer que puedes repararlo. Existe un remedio gigante para que puedas restaurar todos tus puntos: se llama En el Jardín de la Paz y en el Jardín de la Pureza. Léelos y vas a tener un matrimonio de 100 puntos!

 

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