Esperando ya al Mashíaj! – Vaieji

La gente piensa que cuando venga el Mashíaj, ya no van a tener problemas. Sueñan con que sus deudas de la tarjeta de crédito y de la hipoteca desaparezcan y que todos tengan una Ferrari. Lamento tener que echar agua en las brasas ardientes de su entusiasmo, pero Mashíaj no tiene nada que ver con todo eso.

Maimónides nos dice exactamente cómo será la era mesiánica. El mundo seguirá siendo como es ahora, el sol saldrá a la mañana y se pondrá de noche. No habrá cambios en el orden ni en el ritmo de la creación. Todos reconocerán la sabiduría del Mashíaj y su liderazgo. No habrá más guerras ni envidia ni competencia ni lucha y todo el mundo estará lleno del conocimiento de Hashem.

Qué significa todo esto? ¿De qué manera el Mashíaj acabará con la guerra, la envidia, la competencia y la lucha?

Mi estimado maestro, el Rabino Shalom Arush, explica que el Mashíaj le va a enseñar emuná al mundo. Les enseñará que todo proviene de Hashem. El mundo alcanzará el conocimiento de que todo lo que hace Hashem es para bien.

Y de qué manera se manifestará todo esto?

Todavía habrá bancarrotas, pero la persona que sufra una bancarrota usará sus últimos dólares para dar celebraciones de gala con la mejor música y la mejor comida, para poder darle las gracias a Hashem por su “buena suerte”. Dirán: “Ahora que ya no tenemos que preocuparnos de nuestras pertenencias, ahora podemos dedicar todo nuestro tiempo al estudio de al Torá” y todos se alegrarán por él.

Hoy en día, si alguien que sufre una bancarrota se pusiera a bailar y cantar, todos le tendrían lástima, pensando que esa pobre alma se volvió loca del sufrimiento. Pero cuando venga el Mashíaj, los que canten y bailen ante el sufrimiento será la norma. De hecho, los que se dedican a catering y a la música van a tener muchísimo trabajo porque la gente va a festejar todo el tiempo. Todos se darán cuenta de que todo en la vida es resultado de la Supervisión Divina Individual y la más grande bendición imaginable, pues empezarán a tomar conciencia de las infinitas proporciones de la bondad y la compasión de Hashem.

Cuando venga el Mashíaj, todos van a tener una gran sonrisa en el rostro, porque tendrán genuina emuná. Todos vamos a necesitar una gran marca de pasta dental para mostrar nuestras perlas….

Nuestro antepasado Jacob anhelaba la era mesiánica con todo su corazón. En su lecho de muerte, en el medio de bendecir a sus hijos y pronunciar sus últimas palabras en este mundo, de repente interrumpió sus propias palabras diciendo: “Anhelo por Tu salvación, oh Hashem!” (Génesis 49:18).

Jacob no solamente estaba anticipando su propia salvación en la tierra sino la Gueulá Shelemá, la Redención total de toda su descendencia y de toda la creación. Y lo que es más, con su espíritu sagrado él sabía que una de las primeras cosas que la Corte Divina le iba a preguntar sería si había esperado con ansias la Redención y salvación, o sea, al Mashíaj y el Templo Sagrado. Por eso Jacob hace esta declaración antes de irse de este mundo físico, para mostrar que efectivamente había cumplido con su obligación. Que sea muy pronto y en nuestros días. Amén!