La cadena y la grúa

Parashat Lej lejá: ¿Por qué se considera a Abraham, Isaac y Jacob los patriarcas del pueblo judío? ¿Por qué no Shem y Ever?

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 08.11.21

“… Y las almas que hizo en Harán” (Génesis 12:5)

 

¿Por qué se considera a Abraham, Isaac y Jacob los patriarcas del pueblo judío? ¿Por qué no Shem y Ever? Abraham descendía de Shem y Ever; además ellos le enseñaron Torá, pues habían estudiando Torá como dos siglos antes de que él se les uniera en la Yeshiva de la Tierra de Canaán.[1] Esa era la misma yeshivá que había frecuentado nuestra matriarca Rivka cuando le preguntaron por qué sufría tanto en su embarazo.[2] Nuestro patriarca Jacob también estudió allí durante catorce años.[3] Además, la Torá llama a Shem “Sacerdote de Dios Todopoderoso”.[4] Entonces si Shem el hijo de Noaj era el bisabuelo de Abraham de nueve generaciones antes y Shem le enseñó a Abraham Torá, entonces ¿por qué no se considera a Shem nuestro primer patriarca?

 

La cadena ininterrumpida de Torá y tradición de una generación a otra es como una enorme grúa que descarga contenedores de los barcos en el puerto. La grúa levanta un contenedor de veinte toneladas en el aire, lo baja del barco, lo transporta por encima del agua y lo deposita en el muelle. La cadena de la grúa está hecha de eslabones de hierro macizo: si uno solo se rompe, entonces todo el contenedor se viene abajo y se arruina todo el contenido.

 

Gracias a nuestra ininterrumpida cadena de mesorá, nuestra tradición de Torá, de padre a hijo y de rabino a alumno, que se remonta hasta Abraham, Isaac y Jacob, la Torá jamás ha de olvidarse. A pesar de todo lo que tuvo pasar el pueblo judío desde el comienzo de la historia, la llama de la Torá y la mesorá jamás se ha apagado. Al igual que la grúa del muelle, si tan sólo un “eslabón” generacional hubiese olvidado la Torá, entonces todo el “contenedor” del judaísmo se habría derramado y perdido.

 

Existe un marcado contraste entre Abraham y Shem. No sólo que Abraham se aseguró de que sus descendientes continuaran el estudio de la Torá sino que él fue el primer activista de difusión de emuná de la historia, que dedicó toda su vida a enseñarles a los demás el concepto de monoteísmo, o sea, la fe en un Único Dios. Él compartió su Torá con todo el mundo y publicitó y santificó el Nombre de Hashem en todos los lugares y en todos los momentos posibles. Eso es a lo que se refiere la Torá  cuando dice en la parasha de esta semana: “Las almas que hizo en Jarán” – el hecho de enseñarles Torá equivalía a hacerles almas, pues ciertamente revitalizó las almas de las multitudes que marchitaban a causa de la idolatría.

 

Por el contrario, Shem y Ever eran dos ancianos que se aislaron en la yehiva a estudiar Torá deleitándose en los secretos de la Divinidad. Ellos no rechazaban a nadie que les tocara a la puerta pero estaban completamente desconectados, no sólo del mundo exterior sino también de sus propios hijos. Y si bien Shem y Ever eran dos hombres santos, no obstante, estudiaban por su propio goce y su propio beneficio, mientras sus hijos y sus nietos –o sea, las generaciones intermedias entre ellos y Abraham– eran todos idólatras. Por eso, su cadena de mesorá ya se había roto con sus nietos y bisnietos – Peleg, Ru, Srug y Najor.

 

Nuestra cadena ininterrumpida de mesorá se inicia con Abraham. Es por ese motivo que nos llamamos a nosotros mismos “hijos de Abraham, Isaac y Jacob”. Y nos referimos a Hashem como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Abraham ciertamente le enseñó a su descendencia pero incluso más, a él le importaba el estado ético y moral del mundo. Él hizo todo lo posible por elevar a la gente y mejorar el mundo. ¡Qué gran ejemplo para nosotros, sus descendientes!

 

Nuestra tarea consiste en continuar esta magnífica cadena de tradición y transmitir con mucha alegría la Torá y la emuná a nuestros hijos y nietos hasta el final de los días. Y además tenemos un solemne compromiso de asegurarnos de que cada persona en el globo sepa lo que es la emuná. Ojalá tengamos el mérito de andar tras los pasos de nuestros santos patriarcas, los padres de nuestra nación. Amén!

 


[1] Véase Yalkut Meam Loez Parashat Noaj 263.

[2] Véase Rashi, Génesis 25:22, “lidrosh”.

[3] Ibid 28:, “Ajot Neviot”.

[4] Génesis 14:18.

 

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1. fernanda elia rubio garcía

10/23/2015

la cadena

Cuanto me alegra saber que esta cadena continuara por siempre. Pase lo que pase. Pues a pesar de todo lo que este pueblo santo de DIOS ha tenido que pasar. Han perseverado con tanto amor por EL ETERNO BENDITO ES. Y ÉL PERCIBE Y CORRESPONDE. Qué grandioso que sean la Luz que ÉL quiso dejar en los Hijos de Abraham Avinu. Bendito seas Pueblo de DIOS. BARUJ HASHEM.

2. fernanda elia rubio garcía

10/23/2015

Cuanto me alegra saber que esta cadena continuara por siempre. Pase lo que pase. Pues a pesar de todo lo que este pueblo santo de DIOS ha tenido que pasar. Han perseverado con tanto amor por EL ETERNO BENDITO ES. Y ÉL PERCIBE Y CORRESPONDE. Qué grandioso que sean la Luz que ÉL quiso dejar en los Hijos de Abraham Avinu. Bendito seas Pueblo de DIOS. BARUJ HASHEM.

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