La Charla Semanal – Shoftim

La Torá no sólo nos dice de qué manera vivir nuestras vidas y hacia dónde ir, sino que esta semana también nos dice cómo llegar a cada lugar…

4 Tiempo de lectura

Rabino Mordejai Kamenetzky

Posteado en 05.04.21

La Torá no sólo nos dice de qué manera vivir nuestras vidas y hacia dónde ir, sino que esta semana también nos dice cómo llegar a cada lugar…

 
“Señales hacia la Eternidad”
 
La Torá no sólo nos dice de qué manera vivir nuestras vidas y hacia dónde ir, sino que esta semana también nos dice cómo llegar a cada lugar.
 
Primero la Torá nos cuenta acerca de un hombre que fue negligente y accidentalmente mató a otra persona. Para este homicida culposo, debemos establecer ciudades de refugio donde puede escapar y vivir hasta poder regresar de vuelta a su casa. “Distanciarán tres ciudades para ustedes en medio de la Tierra que HaShem, su Di-s, les da para poseer” (Deuteronomio 19:2). Pero la Torá nos dice además otra cosa: “Preparen ustedes el camino… y será para que cualquier asesino escape allí” (íd. versículo 3).
 
Rashi cita el Talmud, precisamente al tratado de Makót donde dice que habían carteles en cada cruce de caminos que indicaban "¡Refugio, Refugio!", orientando a la ciudad de refugio mas cercana. Pero, ¿por qué? ¿No deberían los carteles indicar el camino a Jerusalén, ya que miles de viajeros del norte y el sur peregrinan allí para las fiestas? ¿Por qué los carteles en las rutas indicaban el camino para llegar a las ciudades que alojan delincuentes y no el camino a la ciudad más santa de Israel?
 
El Rab Meir Shapiro, estableció una de las Yeshivót (seminarios rabínicos) más prestigiosas de Europa. La Yeshiva Jajmei Lublin, no sólo tenia un magnifico Beit Midrash (Sala de Estudio), sino que además tenia espaciosos dormitorios y un enorme comedor. La calidad del alojamiento evitaba a los jóvenes estudiantes de la Yeshivá de la vergüenza de tener que comer mendigando en las casas de personas adineradas de la ciudad.
 
Pero para que esto sucediera, el Rab Shapiro viajo alrededor del mundo, cruzando el océano varias veces hasta los EEUU y Canadá para juntar fondos para la Yeshivá. De hecho, el Rab Shapiro hasta trabajo como 
director de canto en una prestigiosa congregación Norteamericana a cambio de mil dólares para la Yeshivá. En cierta oportunidad, de visita en la oficina de un prominente hombre de negocios, (que se había alejado del camino que siguieron en Europa sus padres y abuelos), le hicieron al Rab una pregunta inusual.
 
“Rab”, el hombre de negocios le pregunto. “¿Por qué usted tiene que ver a tantos judíos para lograr su cometido? ¿Si HaShem quisiera que su Yeshivá realmente floreciera, por qué no arregló las cosas de tal modo que a través de un solo generoso filántropo se sostenga la Yeshivá? “Después de todo”, continuo diciendo el empresario, “abundan las instituciones aquí en los EEUU que se mantienen con un solo benefactor…”.
 
El Rab Shapiro sonrió. "Déjeme explicarle: HaShem no sólo quiere que la Yeshiva Jajmei Lublin prospere, sino que también quiere que muchas personas en America sepan lo qué allí ocurre. ¡Si alguien me habría dado un 
cheque lo suficientemente grande, yo ya habría retornado a Europa en el siguiente barco, y nunca le hubiera hablado por ejemplo a usted acerca del 
Judaísmo, acerca de su herencia, su pasado, y su futuro! Ahora sin embargo, me encuentro con centenares de judíos que me han escuchado hablar y conocen el tremendo amor a la Torá que nuestros estudiantes tienen. Muchas personas han oído del trabajo que hacemos y nuestra devoción enseñando Torá. Todos nuestros benefactores saben que tratado del Talmud estudiamos y cómo aplicamos la Torá en la vida cotidiana.
 
Muchos me preguntan acerca del tamaño del edificio, otros sobre los Sifrei Torá (libros de Torá) que tenemos en el Arón HaKódesh (Arca Sagrada)… Piense, cuando solo una persona se encarga de todo, ya nadie más se interesa en su desarrollo ni en los detalles del progreso. ¡Ya no es mas la obsesión de la gente, ni siquiera la responsabilidad compartida de una comunidad! ¡No hay excitación ni entusiasmo!
 
Imagine ahora esta escena: Un hombre mata accidentalmente; tiene que escapar rápido a la ciudad de refugio. Esta persona no sabe dónde queda la ciudad, y golpea en la puerta de una casa. “Hola”, le dice al dueño de casa. “Acabo de matar a alguien, um… accidentalmente. ¿Sabe usted dónde queda el Miklát (la ciudad de refugio)?”. Todo el mundo empieza a hablar de este asesino, se genera ansiedad colectiva, miedo, desesperación. Todo este “revuelo” perjudica al homicida culposo. El chisme del asesinato se propaga rápidamente. Y es por eso que los carteles en las rutas y caminos están colocados y las instrucciones son claras para que los asesinos se refugien en las ciudades, y no hay necesidad de preguntas… Al menos hasta que la situación se aclare.
 
Por otra parte, están los viajes a Jerusalén: No hay carteles indicadores en las carreteras. No hay signos. Alguien que esta perdido en el camino debe tocar la puerta y preguntar: “¿discúlpeme, sabe usted como llegar a Jerusalén?”.
 
“¡Oh! ¿Usted va para Yerushalayim (Jerusalén)?”. “Tal vez usted puede llevar este paquetito a mi hijo que esta en la Yeshivá allí…”. (¡Algunas cosas nunca cambian!). “¡Oh! ¡Usted va para Jerusalén! ¡Deje este papelito en el Kótel (Muro de los Lamentos) por mi!”.
 
Cuando las personas comparten alegrías, siempre hay excitación y tumulto. La alegría se multiplica y hasta se siente espiritualidad en el aire… ¡Todo esto es una sana cadena que contagia Kedushá (santidad)!
 
¡Shabát Shalom!
 
 
– Dedicado por la familia Martz en memoria de Nettie Martz y Florence Martz –
 
(Gentileza de www.Torá.org.ar)

Escribe tu opinión!

1. Marta Ortiz

9/05/2019

Muchas gracias al equipo de breslev, y al maestro Rab. Chalom Aruch, y al Rab. Yonatan de Galet y Hashem por encontrarlo Chalom.

2. Marta Ortiz Artigas

9/05/2019

Fue el camino más largo de mi vida para llegar a Jerusalén, por que nunca tuve letreros en mi camino, gracias Rab. Mordejai Komenetzky

3. Nancy Vargas Sanabria

9/05/2019

Cuando HaShem decide algo para alguien esa es Su voluntad y nosotros en nuestro caminar hacia el Jardín de La Emuna entendemos y somos agradecidos sin cuestionar las pruebas.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario