La luz occidental – Reé

Se le reveló al Baal Shem Tov que, si las dos grandes luminarias del mundo se llegaban a encontrar, juntas podrían traer al Mashíaj

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Rabino Tzvi Meir Cohn

Posteado en 09.08.20

“Tres veces al año, todos los hombres serán vistos en la presencia de Dios tu Señor en el lugar que Él elija” (Devarim 6:16).

 

Se le reveló al Baal Shem Tov que, si las dos grandes luminarias del mundo se llegaban a encontrar, juntas podrían traer al Mashíaj y la Redención Final. A partir de ese momento, el Baal Shem Tov deseó viajar a Eretz Israel para encontrarse con el gran Or HaJaim HaKadosh (Rabí Jaim ben Atar).

 

* * *

 

En el año 5503, el Baal Shem Tov se dispuso a viajar a Eretz Israel para cumplir su deseo de estar en Tierra Santa y conocer al gran Or HaJaim HaKadosh. En Pesaj, él llegó a Estambul. Allí rezó en la tumba de Rav Naftali, un tzadik (hombre justo) que había intentado el mismo viaje en un momento anterior, pero que solo había logrado llegar hasta allí. Esa noche, Rav Naftali se le apareció al Baal Shem Tov en un sueño y le dijo: “Reb Israel, se ha decretado en el Cielo que no estás destinado a morar en Eretz Israel. Si eres terco e intentas continuar tu viaje, morirás aquí como me ocurrió a mí. Vuelve a casa".

 

El Baal Shem Tov aceptó el decreto y se embarcó en un barco de retorno a su país, pero su barco fue capturado por piratas, que lo dejaron en el puerto de Kilya, desde donde continuó su viaje a Medzibush.

 

Tres meses después, durante la comida de Seudá Shelishit en el Shabat de Parshat Pinjas, inmediatamente después de lavarse las manos y comer un bocado de jalá, el Baal Shem Tov dijo con un suspiro: "La luminaria occidental se ha extinguido".

 

En el Melave Malka (comida después de que termina el Shabat) en ese Motzei Shabat, los jasidim se animaron y le preguntaron: "Rebe, ¿a qué se refería cuando dijo que 'La luminaria occidental se había extinguido’?'"

 

El Baal Shem Tov respondió: “El Or HaJaim HaKadosh ha fallecido. En los reinos celestiales se lo llamaba ‘la luminaria occidental’".

 

"¿Cómo sabe eso,l Rebe?" preguntó un jasid.

 

El Baal Shem Tov le respondió: “Hay una kavaná particular (intención) para recitar la bendición por lavarse las manos que siempre quise saber. Sin embargo, esta kavaná estaba oculta para mí, ya que solo una persona en cada generación puede saberla, y el Or HaJaim HaKadosh me había precedido. Esta tarde, mientras me lavaba las manos para la seudá, de repente me di cuenta de una nueva kavaná. Inmediatamente entendí que el Or HaJaim HaKadosh se había ido de este mundo y ahora yo soy el guardián de esa Kavaná".

 

En otra ocasión, el Baal Shem Tov les contó a sus Jasidim otro hecho relacionado con el Or HaJaim HaKadosh. En el Shabat que el gran Or HaJaim HaKadosh se fue de este mundo, su amigo en Tiberíades, Reb Jaim Abulafia, se desmayó misteriosamente y permaneció inconsciente durante media hora. Cuando finalmente recobró el conocimiento, les anunció a sus alumnos: "Hoy, el Or HaJaim HaKadosh se fue de este mundo. Y yo lo acompañé hasta las Puertas del Gan Eden".

 

"Lo que Reb Jaim de Tiberias no sabía", les dijo el Baal Shem Tov a sus jasidim, "era que la santa neshamá [alma] del Or HaJaim HaKadosh permaneció en el Gan Eden solo durante el Shabat. Al día siguiente descendió una vez más a este mundo. Las almas de los tzadikim", explicó, "reciben una mayor satisfacción al estar en este mundo físico que al estar en el Gan Eden. Aquí el alma puede servir al Todopoderoso en el plano físico más bajo, a través de la realización de mitzvot y buenas acciones, las cuales ocasionan un beneficio mucho mayor para este mundo, y es mucho más placentero para el alma que estar en el Gan Eden. Cuando llegue el Mashíaj, anhelaremos los días de antaño, cuando podíamos servir al Todopoderoso en el nivel más bajo de lo físico".

 

La muerte del Or HaJaim HaKadosh ocurrió solo dos días antes del Bar Mitzva de Reb Leib Sorahs. Sin embargo, años más tarde, los jasidim entendieron que era el alma del Or HaJaim HaKadosh la que recibió en el momento de su Bar Mitzva, del Rebe Rebe Dov Ber (el Maguid de Mezritch).

 

Y así fue.

 

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