Las Tropas de Apoyo

Cuando el ejército retornó a casa victorioso, los ministros del rey le pusieron una medalla especial a cada soldado en la solapa.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

“Todo el que venga a realizar el servicio de servicio…” (Números 4:47)

“Servicio de servicio” ¿a qué se refiere esta frase? Rashi explica que esta es una especie de servicio auxiliar del Templo Sagrado, como el canto y la música de los levitas, a diferencia de las clases de servicio principales, como por ejemplo todas aquellas referidas a los sacrificios rituales propiamente dichos. Si bien el servicio auxiliar no es una de las clases principales de servicio Divino en el Templo Sagrado, no obstante sirve para realzar y apoyar el servicio principal. Por ejemplo, las ofrendas ígneas diarias matutina y vespertina, los tamidim, requieren el acompañamiento musical de los levitas y de su canto, incluso en Shabat. Esta clase de servicio auxiliar es de tal importancia que hoy, a pesar del hecho de que no tenemos el Templo sagrado, aún conmemoramos el Salmo, o “canción”, diario, que los levitas solían entonar durante la ofrenda de tamid de la mañana, al recitar la Canción del Día, al culminar las plegarias matutinas (Shajarit) cada día del año.

En el Templo Sagrado, el levita no se sentaba frente a una fogata y cantaba o tocaba su instrumento musical por pura diversión. Todos los presentes en el Templo lo escuchan, pero él no “actúa” para hacerse famoso, ni para hacerse rico, ni para engrandecerse. El levita cumple un rol fundamental en los sacrificios diarios, que eran los sacrificios más importantes del Templo Sagrado. Para él, ponerse tefilín y tocar la flauta o la lira es lo mismo, y lo hace con la misma devoción, con el fin de santificar el Sagrado Nombre de HaShem y servirlo en la forma que se le mande.

Por su parte, el Kohen es un miembro de la tribu sacerdotal que lleva a cabo las principales formas de servicio en el Templo Sagrado. Si no se refina a sí mismo y se libra de todo rastro de arrogancia, el Kohen puede llegar a mirar condescendientemente al levita, pensando que es más importante que él. No es difícil imaginar la reprimenda que ese Kohen va a recibir en el Tribunal Celestial, pensando que su propio servicio (que es el principal) es importante mientras que el del levita (que es el auxiliar) es reemplazable o hasta superfluo. En ese caso el Tribunal Celestial diría “Estimado Kohen: ¿acaso usted piensa que su concentración estaba cien por ciento dirigida a HaShem hoy a la mañana cuando llevó a cabo sus deberes sacedotales en la ofenda del tamid? Pues bien, permítanos decirle que usted llevó a cabo su función en forma pasable y bastante a la ligera, no más que eso. Precisamente la magnífica armonía de dieciséis partes de los levitas fue la que embelleció la ofrenda ígnea de la mañana, haciendo que fuera tan agradable al Todopoderoso. ¡Usted le debe a los levitas una gran cuota de gratitud!”.

La siguiente parábola nos va a ayudar a a comprender mejor el concepto del servicio auxiliar, que es lo que la Torá llama “servicio de servicio”:

Una vez, el ejército del rey luchó una feroz guerra en contra de un enemigo muy cruel. Cuando el ejército retornó a casa victorioso, los ministros del rey le pusieron una medalla especial a cada soldado en la solapa. Los soldados de infantería y caballería, que fueron los que se llevaron la peor parte de la batalla, estaban furiosos. No lograban entender por qué los cocineros, los zapateros, los portadores de munición, los herreros, los mensajeros y demás soldados de soporte se merecían el mismo honor y el mismo reconocimiento que ellos. El rey, al enterarse de las quejas de los soldados de combate, los reprendieron: “¿Acaso ustedes habrían podido luchar con el estómago vacío? ¿Habrían podido triunfar sin munición? No olviden que su triunfo es en gran parte gracias a sus camaradas, que llevaron a cabo su tarea con lealtad. Sin ellos, no podríamos haber triunfado”.

De la misma manera, si los levitas no llevaban a cabo sus funciones con tanta lealtad, los Kohanim no podíantener éxito en la suya.

La noción de servicio auxiliar es una lección vital que todos necesitamos en nuestro servicio diario de HaShem. Comer, beber y dormir son todas funciones necesarias para poder mantenernos vivos y sanos. Y si bien estas funciones no constituyen el servicio principal de HaShem como lo son po ejemplo el estudio de la Torá y el rezo, sin ellas, no podemos servir a HaShem. Es por eso que ellas también son servicios auxiliares que nos permiten cumplir con el servicio principal de estudiar Torá, rezar y cumplir con los Preceptos. Por lo tanto, ellas también son lo que se llama “servicio de servicio”. No es lo mismo comer, dormir y beber para poder cumplir con nuestro servicio de HaShem que hacer eso mismo para satisfacer nuestros apetitos personales. Además, cuando estas funciones se llevan a cabo con la expresa intención de poder estudiar Torá, rezar y cumplir de mejor manera con los Preceptos, ellas obtienen el mérito de los propios preceptos. Une come, bebe y duerme pero es recompensado por estas funciones auxiliares igual que las tropas de apoyo de nuestra historia recibieron las mismas medallas de triunfo que las tropas de combate. Es el “servicio de servicio” que, cuando se lleva a cabo con lealtad, gana guerras, tanto materiales como espirituales.

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