Miketz – Reteniendo la Gueulá

A veces tenemos el mérito de ver la película completa, y lo que en un principio se nos presenta como perjudicial, finalmente veremos la salvación con nuestros propios ojos...

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Maór HaShabát

Posteado en 06.04.21

Y mandó el faraón y llamó a Yosef (José) y lo sacaron apresurado del pozo” …

 
Reteniendo la Gueulá

 

Leyendo el Midrash, descubrimos la causa que provoca el retraso de la Gueulá.
 
La Parashá nos cuenta acerca de los sueños de Paró (el faraón)… las vacas flacas que se comían a las vacas gordas… y aún así, seguían siendo flacas… las espigas exuberantes que eran consumidas por las raquíticas.
 
Sueños cuya única finalidad no era otra, que sacar a Yosef del calabozo y coronarlo virrey…
 
Paró llamó a todos sus rutilantes sabios y a sus fascinantes hechiceros, esperando de ellos una sencilla interpretación de sus sueños, y ninguno pudo hacerlo…
 
Dice el Midrash: “Potrim Hayu”, soluciones había, pero ninguna de ellas era aceptable a sus oídos.
 
Ellos dijeron: siete vacas buenas… siete hijas tendrás… siete hijas has de enterrar…

Siete espigas buenas… siete reinados conquistarás… siete provincias has de perder…

¿Y todo esto para qué? Para que finalmente apareciera Yosef y se llevara los laureles.

 
Dijo el Todopoderoso: Si desde un principio lo hubieran traído a Yosef… y desde un principio hubiera resuelto el enigma de los sueños… no hubiera sido valorado. Los hechiceros podrían haber dicho: si nos hubiera preguntado a nosotros, le hubiéramos dado la respuesta… Por el contrario, esperó que cada uno de ellos hablara, que cada uno dijera todo lo que tenía para decir…, y finalmente vino Yosef y presentó su teoría. Impresionante!
 
Ese día era Rosh Hashaná. Ese mismo día se decretó que Yosef emergiera de su prisión y que ascendiera con todo su esplendor.
 
Y en su celda cada día es como un año… pero la salvación se hace esperar… y ¿para qué? Porque primero deberán presentar los magos su mercancía, los sabios consejeros sus teorías, hasta que no le quedara nada para explicar al último de los brujos, hasta que no hubiera sido interrogado el más pequeño de los sabios, no sería sacado del pozo…
 
Ya saben ustedes por que la Salvación se retiene.
 
El Mashíaj (el Mesías) traerá la solución. Un remedio eficaz y verdadero para todos los problemas y dolores: de salud, familiares, de la economía, políticos… de apegamiento a HaShem, al cuidado de los Preceptos, fe y Servicio al Creador.
 
Pero mientras se mantengan en alto los anuncios engañosos vendiendo mentiras, malgastando esperanzas, derrochando seguridad, prometiendo educación, bienestar social, trabajo digno… Mientras que los hechiceros y los sabios expongan soluciones tramposas… los observará el Mashíaj desde las sombras, y con una sonrisa les dirá: "Intenten, sigan intentando construir un sistema de educación sin fe, una sociedad sin valores, prueben cortar la cadena de generaciones con culturas ajenas…sigan buscando los responsables de la crisis del campo, que mientras ellos discuten como repartir las ganancias, ni se percatan que del Cielo no están enviando las ansiadas lluvias sobre la sedienta tierra… "
 
Una vez agotados todos sus recursos, cuando finalmente se den por vencidos, recién en ese momento la salvación saldrá de su prisión, y el Mashíaj aparecerá triunfante enarbolando el estandarte de la Verdad.
 
A veces tenemos el mérito de ver la película completa, y lo que en un principio se nos presenta como perjudicial o desventajoso, si tenemos paciencia y aceptamos lo que nos llega con integridad y fe en el Creador, finalmente veremos la salvación con nuestros propios ojos, como le ocurrió al protagonista de esta impresionante historia.
 
Esto sucedió en una de las comunidades religiosas ubicada en la zona central de Israel, donde se suscitó una disputa entre el propietario de uno de los departamentos de un edificio, y el nuevo dueño del local ubicado en la planta baja.
 
Este último instaló un importante comercio de venta de artículos para bebes, cochecitos, muebles, cunas, etc.
 
Deseoso de promocionar su mercadería, el dueño del local expuso en la vereda un surtido de ofertas para atraer al público, y ganar nuevos clientes.
 
Esto molestó al vecino, quien al llegar al edificio y encontrarse con la exposición de muebles en la vereda, entró al negocio y le pidió al dueño que retirara su mercadería de allí, ya que además de estorbar su camino, afeaba la vista de su casa, y no estaba dispuesto a tolerarlo.
 
Ante la negativa del dueño del local a satisfacer sus demandas, que por otra parte se negaba sistemáticamente a escuchar sus razones y fundamentos, lo invitó a comparecer juntos frente a un Tribunal Rabínico, muy conocido en la ciudad de Benéi Brák, que dictaminaría quien de los dos tenía razón.
 
Escucharon los Rabinosatentamente los argumentos de estas dos personas, e incluso enviaron un empleado al lugar para constatar los dichos de uno y otro, y finalmente dieron su veredicto: la decisión fue favorable al dueño del negocio, basada, además de otras causas, en que no se entorpecía el paso de los transeúntes.
 
El denunciante escuchó el dictamen del tribunal, y lo aceptó humildemente y sin reparos.
 
El Rabino del Tribunal, observó el comportamiento especial del querellante, y antes que abandonara el juzgado, se acercó a él y le dijo al oído:

´¿Quién sabe? Quizás algún día pueda necesitar del dueño del negocio, o de su mercadería…´.

El hombre volvió a su hogar, en el cuarto piso del edificio, donde vive junto a su esposa y su pequeño hijo.
 
Pasada una semana y media después de este suceso, estaba el matrimonio ocupado en la cocina, y en ese momento fatal de distracción… el niño salió al balcón, lejos de la mirada de sus padres, se trepó al cerco, se asomó… y en menos de un segundo ocurre lo más grave. ¡¡¡El niño cae al vacío!!!
 
Los padres, que llegaron a escuchar el grito, corrieron hacia el balcón y rápidamente comprendieron lo ocurrido.
 
Presas del pánico corrieron escaleras abajo, con la desesperación y la incredulidad de quien no puede creer lo que le está pasando, deseando despertar y comprobar que solo se trata de una pesadilla… Pero no estaban durmiendo.
 
Cuando llegan a la vereda, casi sin aliento, se encuentran frente a ellos al dueño del negocio, quien con una sonrisa y lágrimas en los ojos, extiende sus brazos y les entrega a su pequeño hijo de dos años, sano y completo…
 
¿Qué fue lo que sucedió? La criatura cayó del cuarto piso, y aterrizó directamente en una de las cunas que estaban en la vereda, el grueso colchón absorbió al niño y amortiguó la fuerza de la caída, de tal manera que no se hizo ningún daño. Es más, los estudios posteriores comprobaron que todos sus huesos estaban completos y sanos.
 
 
– editado por Maor Hashabat, de la comunidad Ahabat Ajim, Lanus, Argentina. Editor responsable: Eliahu Saiegh –
 
 (Gentileza: de www.tora.org.ar)

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