El Midrash Dice – Vaieshev

Jacób vivió en la ciudad de Hebrón, deseaba continuar con la obra de Abraham e Isaac, enseñar a la gente la verdad y ponerlos bajo la protección de la Presencia Divina...

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Posteado en 06.04.21

Por qué Iaakov privilegió a Iosef
 

Iaakov (Jacób) vivió en la ciudad de Hebrón. Si bien Hebrón no era el lugar más apropiado para que pastaran sus rebaños, Iaakov residía allí por una razón diferente. Hebrón era la ciudad donde su padre Itzjak (Isaac) había acercado con éxito a mucha gente para servir a HaShem. Iaakov deseaba continuar con la obra de Abraham e Itzjak, enseñar a la gente la verdad y ponerlos bajo la protección de la Shejiná, la Presencia Divina. Por lo tanto, Iaakov se estableció en Hebrón donde abrigaba la esperanza de ser exitoso en influenciar a la gente para servir a HaShem. La intención de Iaakov era la de disfrutar los años que le quedaban en paz, pero HaShem no ve bien que un Tzadik conduzca una vida tranquila. HaShem le dice al Tzadik – ¿No estás satisfecho con la recompensa que te espera en el mundo por venir que deseas disfrutar de una vida tranquila aquí también? Por ello HaShem envió a Iaakov la desgracia que aconteció con Iosef.

Iosef era el favorito de Iaakov por encima de sus doce hijos. Era el hijo de Rajel, la esposa principal de Iaakov, por quien había consentido servir a Laván. Además, era un hijo especial, una combinación de todas las cualidades sobresalientes de las otras tribus. Poseía la grandeza de cumplir con la avodá del primogénito, como Reuven. Su nobleza innata en su conducta parecía distinguirlo para la realeza, como Iehuda. Podía profetizar como Leví. Poseía la sabiduría de Issajar.
 
 En Iosef, Iaakov vio la continuidad de su persona. No solo sus facciones faciales eran similares, sino las historias de sus vidas estuvieron marcadas por un asombroso parecido. Por ejemplo:
 
– Iaakov nació circunciso/Iosef también nació circunciso.
 
– La madre de Iaakov fue estéril al principio/la madre de Iosef fue estéril al principio. (Nuestros sabios señalan que ambos hijos fueron el resultado de un milagro).
 
– El hermano de Iaakov lo odiaba/ los hermanos de Iosef lo odiaban.
 
– El hermano de Iaakov (Esav) intentó matarlo/los hermanos de Iosef también intentaron matarlo.
 
– Iaakov se hizo rico/Iosef se hizo rico. (Esto prueba que HaShem protegía tanto a Iaakov como a Iosef en forma milagrosa, porque perseguidos y en situación de desventaja, normalmente hubieran quedado pobres).
– Recién después de salir de Eretz Israel se casó Iaakov y tuvo hijos en un país extranjero/A Iosef le ocurrió lo mismo. (Lo anterior prueba la proximidad de la shejiná – Presencia Divina – tanto de Iaakov como de Iosef. Si bien la shejiná reside en Eretz Israel, ambos eran tan grandiosos que HaShem los acompañaba aún fuera de Eretz Israel y les dio sus hijos quienes fueron los fundadores del pueblo judío).
 
– Tanto Iaakov como Iosef fueron acompañados por ángeles. (La afirmación anterior hace referencia al recibimiento que los dos grupos de ángeles hicieron a Iaakov cuando volvió a Eretz Israel y al encuentro de Iosef con tres ángeles camino a Sh-jem en busca de sus hermanos).
 
– Iaakov fue bendecido en un sueño (el sueño profético de la escalera) que anunciaba su grandeza futura/ Iosef se consagró a través de un sueño (al intepretar el sueño del Faraón). (Esto demuestra que HaShem realizó milagros por ellos para que se eleven y se engrandezcan).

– El suegro de Iaakov (Laván) fue bendecido a raíz de él. El suegro de Iosef (Potifar) fue bendecido cuando Iosef ingresó a su hogar. (Iaakov y Iosef fueron tan grandiosos que hasta los malvados fueron bendecidos cuando estos Tzadikim residían entre ellos).

 
– Iaakov viajó a Egipto/Iosef viajó a Egipto. (Por su santidad, la shejiná los acompañó hasta cuando viajaron a un país tan corrupto como Egipto).
 
– Iaakov hizo que sus hijos prometieran sacar sus restos de Egipto después de su muerte/ Iosef hizo que sus hermanos prometieran sacar sus huesos fuera de Egipto después de su deceso.
 
– Ambos murieron en Egipto. (Esta también es una señal de grandeza. Fueron tan justos que si bien murieron fuera de Eretz Israel, la shejiná yacía sobre ellos como si hubieran vivido en Eretz Israel).
 
Iaakov amó a Iosef porque había previsto a través de una profecía que Iosef estaba destinado a ser una gran persona. Sobre todo, Iaakov amó a Iosef por sus conocimientos de Torá. Si bien Iaakov brindó una educación basada en la Torá a todos sus doce hijos y se esforzó en criarlos como tzadikim, a Iosef le impartió más conocimientos de Torá que a los demás. Le reveló secretos acerca de la Torá que no había revelado a nadie, además le transmitió todas las halajot (leyes) que había estudiado en la Ieshivá de Shem y Eiver. Iosef luego repetía las halajot que había aprendido de su padre a sus hermanos, pero los secretos de la Torá se los guardaba para sí mismo. Iaakov diferenció a su hijo Iosef, el estudioso, de los demás por una vestimenta especial de mangas largas en delicada seda. Las mangas largas indicaban a sus hermanos que Iosef estaba excento de realizar trabajos manuales.
 
El odio de los hermanos hacia Iosef
 
La Inspiración Divina, Ruaj HaKodesh, acompañó a Iosef desde su juventud. Era un Tzadik, pensaba en HaShem constantemente. Cuando veía a sus hermanos incurrir en lo que consideraba pecaminoso, le informaba a Iaakov. Informó a Iaakov:
 
– Los ví consumir carne arrancada de un animal vivo que no había sido matado aún.
 
 En realidad, los hermanos no eran culpables de dicha trasgresión. Iosef no había interpretado bien lo que había visto. Lo pudo haber visto como carne de un animal que aún temblaba después de haber sido matado según los ritos, lo cual es permisible. De no ser así, los observó consumir el feto de un animal encontrado dentro de su madre matada conforme a los ritos. Dicho feto no necesita ser matado en forma individual. HaShem castigó a Iosef mida- kenegued- mida (medida por medida) por su lashón hará (pronunciado acerca de sus hermanos. -"Tú dices que no mataron el animal que comieron"- dijo HaShem. En compensación, veras que aun cuando le muestren la sangre de un chivito a tu padre y la atribuyan a tí, previamente habrán matado al animal (aunque no tengan el propósito de comerlo).
 
– "Los oí llamar a los hijos de Bilha y Zilpa esclavos" contó Iosef a su padre.

En efecto, los hermanos solían dirigirse a los hijos de Bilha y Zilpa como los "hijos de las sirvientas, haciendo referencia al status original de sus madres cuando se casaron con Iaakov. Los hermanos no querían significar que seguían aún en su condición de sirvientas. Eran plenamente conscientes del hecho que Iaakov había liberado a Bilha y Zilpa antes de casarse con ellas.
-"Sospechaste en forma equivocada- dijo HaShem. – Por ello, tú mismo serás vendido como esclavo".

– "Los ví tratar con mujeres canaanitas".
 

Los hermanos hicieron transacciones comerciales con mujeres canaanitas, que ellos consideraban permisibles, mientras que Iosef no.

-"Si tú te consideras más justo"- dijo HaShem -"te someteré a una prueba. La esposa de Potifar te seducirá y veremos cual será tu reacción".

Si bien los informes de Iosef acerca de sus hermanos seguramente eran en su beneficio (para que Iaakov los reprobara por sus pecados), no había estudiado el asunto lo suficiente y equivocó su opinión respecto de sus hermanos. Aun si sus hermanos hubiesen realmente cometido los pecados que él sospechaba, de todos modos Iosef actuó incorrectamente. Su obligación era recriminar a sus hermanos antes de relatar el asunto a su padre. Esto pudo haber aclarado el malentendido o haberlos inducido a cambiar de opinión. Por lo tanto, todas las palabras de Iosef constituyeron lashón hará y por ello fue castigado por HaShem mida- kenegued- mida por todos ellos.

 
 Los hermanos odiaban a Iosef y no le dirigían la palabra. Cuando él les daba un saludo amable de "buenos días", le respondían con el silencio. Como eran tzadikim, no podían pretender una amabilidad exterior si sentían odio en sus corazones. Pronto la tranquilidad mental de sus hermanos fue perturbada por un nuevo acontecimiento – Iosef tuvo un sueño. Deseaba contarlo a sus hermanos, pero ellos se negaron a escucharlo.
 
 – Por favor escuchen mi sueño- les imploró. – Debo contarselo a ustedes.

Pensó que si sus hermanos sabían la verdad acerca de que HaShem lo había destinado a ser su líder como lo probaba su sueño profético, comenzarían a amarlo. Les relató: "En mi sueño vi a todos nosotros atando fardos en el campo. Los fardos que ustedes juntaron se secaron, mientras que el mío se mantuvo fresco. Vuestros fardos rodearon al mio y se postraron delante de él".

Este sueño era una profecía que significó que en los años de abundancia, Iosef recogería la cosecha y la almacenaría para los tiempos de escasez y todo lo que guardaba no se echaba a perder. Los hermanos vendrían a él y se postrarían.
 
 Los hermanos lo burlaron – ¿Crees que en realidad gobernarás sobre nosotros?
Como consecuencia de ello, los hermanos cuestionaron la veracidad del sueño de Iosef y lo ridicularizaron diciendo: ¿Realmente gobernarás sobre nosotros? El reinado de Iosef se demoró veintidos años. El cumplimiento de cada sueño depende de la forma en que se lo interpreta. Como los hermanos dudaron del sueño de Iosef, provocaron la demora en su cumplimiento.
 
Iehuda y Tamar
 
La Torá interrumpe su narración acerca de la historia de Iosef insertando aquí el capítulo relacionado con Iehuda y Tamar. ¿Por qué en medio de la narración de la vida de Iosef somos informados acerca del matrimonio de Iehuda con Tamar? Hay diversas respuestas que clarifican este problema.

1. La Torá, al insertar este capítulo, nos da una visión de la maravillosa conducción histórica de HaShem. La gente está ocupada con sus propios asuntos, pensando que dirigen el curso de los eventos humanos. Pero en realidad, es HaShem Quien guía la historia desde Arriba, direccionando las consecuencias de todos los eventos para que culminen como El lo desea.
– Las tribus estaban implicadas en la venta de Iosef.
 

 – Iosef estaba inmerso en sus pensamientos dolorosos acerca de la separación de su padre.
 
– Reuven estaba preocupado en arrepentirse por su pecado.
 
 – Iaakov estaba condolido por la pérdida de Iosef.
 
 – Iehuda se casaba.
 
 – Y mientras todos estos eventos ocurrían, HaShem preparaba la luz del Mashíaj (Mesías).
Fue la venta de Iosef la que en última instancia precipitó el exilio egipcio. Sin embargo, con anterioridad al primer exilio, HaShem preparó el escenario para la redención final al dar vida al antecesor del Mashiaj definitivo. Produjo la unión entre Iehuda y Tamar a fin de que Peretz, el antepasado de la dinastía de David y finalmente del Mashiaj, naciera.
2. La yuxtaposición de las historias de Iosef y Tamar insinúa un paralelo entre Tamar y la esposa de Potifar. Así como Tamar actuó leshem shamaim (en honor a Di-s), también la esposa de Potifar intentó seducir a Iosef leshem shamaim. Presagió a través de la astrología que tendría descendencia con Iosef y supuso que la predicción se refería a ella, cuando en realidad se refería a su hija quien más tarde se casó con Iosef.
3. La historia de Iehuda sigue a continuación de la venta de Iosef para llamar nuestra atención de cómo HaShem retribuye a un hombre Medida por Medida.

Iehuda fue retribuido exactamente por haber sugerido la venta de Iosef y por haber engañado a su padre. En efecto, Tamar se dirigió a Iehuda con las mismas palabras que éste utilizó para hablarle a su padre después de la venta de Iosef. Le dijo a Iaakov – "Reconoce (si son o no las vestimentas de tu hijo") y Tamar le dijo – "Reconoce (a quien pertenecen estos objetos, el anillo de sello, la capa y este bastón de pastor") (Génesis 38:25).

 
Cuando los hijos de Iaakov se dieron cuenta que su padre no podría ser consolado por la pérdida de Iosef, dijeron – Es todo culpa de Iehuda. Respetamos su consejo y por lo tanto no matamos a Iosef cuando se opuso a la idea. Si Iehuda nos hubiera dicho – No lo vendan, lo hubiéramos escuchado también. Por lo tanto, los hermanos sacaron a Iehuda del medio y siguieron su propio camino.
 
Iehuda tomó una esposa, la hija de un mercader que se había establecido en la zona. La esposa de Iehuda le dio tres hijos, Er, Onán y Sheilá. Los hijos de Iehuda podrían haberse convertido en los antepasados de los reyes, pues Iehuda pertenecía a la tribu real, pero no eligieron ese camino. El hijo mayor, Er, se casó con Tamar, la justa, la hija de Shem, el hijo de Noaj. Era tan hermosa como modesta. Er tenía miedo que si quedara embarazada, perdería su belleza, y, por lo tanto, pecó frustrando el próposito del matrimonio. HaShem lo castigó con la muerte. Su muerte fue un castigo para Iehuda también. HaShem dijo – Cuando le mostraste a tu padre la ropa de Iosef ensangrentada, no tuviste en consideración el dolor que siente un padre por la pérdida de un hijo. Te prometo que perderás a tu esposa y enterrarás a tus hijos y así también tu sufrirás la tragedia de perder hijos. Iehuda dijo a su segundo hijo Onán – Cásate con la esposa de tu difunto hermano y así cumplirás la mitzvá de ibum. HaShem ordenó a Adam a no venerar ídolos. Ordenó a Noaj a no comer la carne de un animal vivo. Ordenó a Abraham a circuncidarse. Ordenó a Iaakov a no comer el guid hanashé. A mí me otorgó la mitzvá de ibum: Si un hombre muere sin hijos, su hermano o el familiar más cercano deberá casarse con la viuda. El hijo que naciera de la unión llevará el nombre del difunto.
 
 Onán aceptó casarse con Tamar, pero pecó como su hermano y derramó su semen. Por lo tanto, fue castigado por HaShem y murió.
Iehuda tuvo miedo de entregar a su tercer hijo a Tamar porque era un mal augurio que sus dos primeros esposos murieran. Pensó que era una mujer que causaba la muerte a sus esposos. Por lo tanto, postergó el casamiento de Sheilá, desplazando a Tamar con las palabras – Permanece en mi casa hasta que Sheilá crezca.
 
 Aún cuando Sheilá creció, Iehuda no lo entregó a Tamar.

Durante este período, la esposa de Iehuda falleció. Sus hermanos vinieron a consolarlo.Cuando el período de luto terminó, Iehuda salió a supervisar la esquila de sus ovejas. Tamar deseaba engendrar un hijo de la tribu sagrada de Iehuda, presagiando proféticamente que personas importantes descenderían de la unión entre ella y Iehuda. Era una tzadeket y actuó sabiamente. Motivada por intenciones leshem shamaim, recurrió a un plan para engañar a Iehuda. Se escondió tras un velo y se sentó en el cruce de los caminos cercanos a la morada de Abraham, un lugar que ella sabía que todo transeúnte visitaba. Tamar elevó sus ojos a HaShem y rezó – Tú sabes que actúo por respeto a Tí. No permitas que yo deje al Tzadik Iehuda con mis manos vacías. Cuando Iehuda pasó por el cruce, notó una mujer que parecía ser una persona modesta, pero siguió de largo, pues un Tzadik de su nivel no puede rebajarse a casarse con una prostituta. Sin embargo, contra la voluntad de Iehuda, el ángel lo atrajo hacia ella. HaShem dijo – "¿De qué unión nacerán reyes sino de esta? ¿De qué otra unión surgirán nobles?".

Iehuda no reconoció a Tamar, porque ella siempre había ocultado modestamente su rostro tras un velo dentro de su hogar. Fue por ese rasgo de modestia que HaShem la eligió para ser la antecesora de la familia real del Pueblo de Israel.

 
 Iehuda le preguntó – ¿Eres una gentil?
 
 – No, me he convertido al Judaísmo- contestó.
 
 – ¿Estás casada?
 
 – No.
 
 – ¿Quizás, tu padre te comprometió con otro hombre?
 – No, soy huérfana.
 
 Ella le preguntó – ¿Qué me darás por venir conmigo?
 
 – Te enviaré un cabrito de mi rebaño.
 
 Iehuda engañó a su padre con un cabrito cuando le mostró las vestimentas de Iosef bañadas en la sangre de un cabrito. Por lo tanto, HaShem dijo – Juro que también serás engañado con un cabrito.
 
 – ¿Hasta entonces me dejas algo en prenda?- preguntó Tamar.

– ¿Qué prenda te daré?- preguntó Iehuda.
 

 – Dame tu anillo de sello, tu capa y el bastón de pastor que están en tus manos. Con tu anillo de sello despósame como corresponde.
 
Iehuda realizó la ceremonia de matrimonio en presencia de dos testigos, las dos personas que lo acompañaban. Todas las palabras de Tamar contenían rasgos de profecía. Con las palabras: "Tu anillo de sello" ella profetizó que los reyes y nobles descenderían de ella. "Tu capa" contiene una alusión al Sanhedrin quienes usan Talitim y Tefilín todo el tiempo y quienes también serían sus descendientes. "Tu bastón de pastor" se refiere al Mashiaj que nacerá de la tribu de Iehuda, de quien se dice (Ieshaiahu 11:1) "Y saldrá un retoño del tronco de Ishai y un renuevo brotará de sus raíces". Cuando Iehuda regresó a su hogar, envió la cabra que le prometió a la mujer, pero no la encontró por ningún lado. Tres meses después, Iehuda fue informado – Tu nuera está embarazada por prostitución. Más aun, está orgullosa de sí misma y se vanagloria de: "Engendraré reyes, engendraré redimidores".

Iehuda convocó a un Beit Din para que se sienten a juzgar y castigarla por su acto. Los jueces fueron Itzjak, Iaakov y Iehuda, y decidieron que Tamar debía ser quemada. Fue sentenciada a morir quemada pues era la hija de un kohen, quien según la Torá es castigada con la quema por la inmoralidad (Vaikra 21:9). Su actuación constituyó una inmoralidad equivalente a la de una mujer casada porque estaba destinada a otro hombre por ibum. Tamar pudo haber revelado el hecho que estaba embarazada de Iehuda, pero se negó a hacerlo, diciendo – Prefiero la muerte antes que avergonzarlo en público.

 
Mientras la conducían para ser quemada, ella quería enviar un mensajero a Iehuda con la garantía que él le había entregado. Pero cuando ella buscó el anillo de sello, la capa y el bastón de pastor, no los pudo encontrar. El ángel Samael los había ocultado para evitar el nacimiento de David (descendiente de Tamar) quien derrotaría a Edom. Tamar elevó los ojos al Cielo y exclamó – HaShem, te suplico tengas misericordia de mí. Contestame en esta hora de necesidad e ilumina mis ojos para permitirme encontrar mi garantía. HaShem ordenó al ángel Mijael buscar la garantía y Tamar la encontró. Se la entregó a un mensajero y le ordenó informar a los jueces: "Estoy embarazada del hombre a quien pertenecen estos objetos. No revelaré su nombre aunque me quemen. Por favor, reconozcan de quien son. La súplica tras sus palabras estaban dirigidas a Iehuda. – Por favor, reconoce al Creador y no me destruyan a mí junto con los hijos que engendro. Iehuda fue retribuido con la misma expresión que utilizó con su padre – Reconoce si éstas son o no las vestimentas de tu hijo. Ahora Tamar dijo – Reconoce a quien pertenecen.

Cuando Iehuda vio la garantía, se sintió avergonzado y estuvo tentado a negar que le pertenecían. Pero venció su batalla contra su ietzer hará (inclinació hacia el mal) y pensó – Prefiero pasar vergüenza en este mundo, antes de ser avergonzado ante mis Patriarcas justos en el Mundo Venidero.

Reconoció – Ella tiene razón. Yo cometí una falta al no dejarla casarse con mi hijo Sheilá. Está embarazada de mí. Una Voz Celestial se aproximó y proclamó: "Fui Yo Quien dirigió estos eventos. Será la antecesora de reyes y profetas. Te prometo a tí, Iehuda, así como tú salvaste a Tamar y a los dos hijos que ella lleva del fuego, así salvaré a tres de tus descendientes, Janania, Mishael y Azaria de la hoguera. El nombre Iehuda contiene todas las letras del Nombre Divino de HaShem porque Iehuda realizó un kidush HaShem (santificar el nombre de Di-s) al admitir la verdad en público.

Tamar dio a luz mellizos. Al nacer, uno de ellos extendió su mano y la partera colocó de inmediato un hilo rojo brillante sobre su muñeca para señalarlo como el primogénito. Pero retiró su mano y el segundo salió primero. Por ello lo llamó Peretz, que significa "el que salió de repente". El hermano que nació después fue llamado Zeraj por el hilo rojo brillante atado a su mano.
 
 
(genetileza: www.tora.org.ar)

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1. rogelio

12/09/2017

Excelente, ahora entiendo muchas cosas. Espero haya continuación ( del nacimiento de los gemelos ) gracias por esta enseñanza

Gracias por tu respuesta

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