Nuestros Hijos Somos Nosotros

Nuestros hijos somos nosotros. Seamos honestos y hagamos una evaluación de nosotros mismos…

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

Nuestros hijos somos nosotros. Seamos honestos y hagamos una evaluación de nosotros mismos…

¿Quién es líder? Aquel que tiene inspiración. Que tiene una visión y cree en ella. Que tiene valores y verdaderamente creen en ellos. Que viven sus valores… Cuando uno está con gente así, es una gran inspiración.

Los padres son los líderes de la familia. De nosotros depende servir de inspiración para nuestros hijos, lo cual significa que aceptamos un estándar más elevado de comportamiento para nosotros mismos. El padre tiene que aceptar la responsabilidad de los “resultados familiares”, porque estos son principalmente responsabilidad nuestra, no de ellos. Los niños son solamente eso: niños. Nosotros tenemos que educarlos enseñándoles Torá y las verdades eternas. Eso significa que tenemos que formularnos a nosotros mismos varias preguntas muy francas: ¿Acaso soy verdaderamente capaz de educar a mis hijos de la manera debida cuando en realidad yo mismo no creo en lo que les estoy enseñando y lo que les estoy diciendo?

Si la respuesta es “no”, no te des por vencido. El Rav Arush nos enseña que tenemos que creer en la creencia. Cree en la creencia de que un día tú también tendrás emuná y póntelo como objetivo. Dile a Di-s que quieres creer en el Mundo Venidero; que el mundo es simplemente un espejo, dándome los indicios que necesito para corregirme y mejorarme a mí mismo.

¡Adelante! Poco a poco, día a día, uno va llegando a eso.

Digamos que eres un padre o una madre con un hijo maleducado, con problemas de disciplina; un hijo que hace escenas, que se está desviando de la buena senda, Di-s no lo permita. La reacción inicial normal y natural del padre es que se pregunte: ¿Qué es lo que pasa? ¿En qué esto es bueno? Pero entonces podemos hacerlo subir un nivel: ¿por qué está ocurriendo esto? ¿Cuál es el mensaje? ¿Cómo puedo relacionarme con esto de manera positiva?

Aquí tienen una idea posible: los niños son los seres más puros del planeta (nosotros también éramos así cuando éramos chicos). Todos los niños en lo más profundo de su ser tienen la intención de portarse bien y ayudar a sus padres. Si el niño se porta mal, hace escenas y se está desviando, entonces, en cierto sentido, eso significa que ha tomado control de la familia. Eso no es sano pero los chicos necesitan conexión, atención, padres.

Si a los padres les cuesta, si la unidad familiar se está viniendo abajo, si ese chico no quiere que en la familia haya un divorcio, Di-s no lo permita. Si la única forma de mantener intacta a su familia es creando una situación de emergencia, o de “shock”, entonces eso es lo que va a hacer.

Jamás vi un divorcio en una familia en la que el hijo fuera suicida, anoréxico o auto-mutilante. El chico no lo hace solamente como provocación o en forma intencional. Lo que ese chico quiere realmente es ser parte de tu familia y de tus valores. También debemos recordar que si el padre quiere que sus hijos tenga valores que él mismo no tiene, entonces los hijos no tienen el “manual” o el “mapa” que necesitan para guiarse, para llegar allí donde su padre quiere que lleguen.

Por eso, tenemos que empezar con nosotros mismos y tenemos que tratar de inspirar a nuestros hijos con nuestro propio comportamiento. Especialmente si tenemos un hijo “difícil”, tenemos que decirnos a nosotros mismos que no importa lo que pase, yo voy a darle lo que él necesita, cuando lo necesite. No importa lo que pase, voy a dejar todo lo que estoy haciendo y voy a ayudarlo.

Cuando el padre toma esa decisión y la mantiene firme, incluso si le exige mucho esfuerzo o abnegación, eso está creando el medio apropiado para motivar a sus hijos. La diferencia entre los chicos que tienen una dirección y los que no, es que en el caso del primer grupo, los padres toman las decisiones y saben adónde quieren que lleguen sus familias.

Nuestros hijos somos nosotros.

Seamos honestos y hagamos una evaluación de nosotros mismos. No actúes con timidez ni te asustes por lo que puedas llegar a descubrir. Todo es reversible, todo es reparable. Di-s va más allá de la ciencia y de las estadísticas. ¡Deja el pasado atrás y adelante! Puedes cambiar muchas cosas ahora mismo y hacer que se muevan en la dirección que tú quieres.

Los chicos son pequeños y muy impresionables. Puedes empezar a influenciarlos ahora mismo incluso si ellos no cooperan contigo. ¿De qué modo? Muy simple: simplemente actúa de la manera que quieres que ellos actúen. Ellos te van a mirar y te van a escuchar y al final te van a seguir. ¿Por qué? Porque no quieren perder su base, su apoyo y tú, su padre o su madre, son la tierra sobre la cual están parados tus hijos.

Es una necesidad básica del ser humano que todos tienen: recibir amor y atención. Si tu hijo no los recibe de forma sana, entonces va a encontrar otra forma de recibirlos. Es posible que esa “otra forma” no sea agradable, pero deberás aceptarla y trabajar en base a ella. Una vez que aceptemos con amor ese dolor, podremos transformar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás:
 

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1. Xóchitl Elizabeth

8/21/2018

Gran bendición!

Gracias a Hashem por poner a nuestro alcance personas con su preparación para guiarnos. Verdaderamente son una gran bendición.

2. Xóchitl Elizabeth

8/21/2018

Gracias a Hashem por poner a nuestro alcance personas con su preparación para guiarnos. Verdaderamente son una gran bendición.

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