El Hijo Perdido

Batia está pasando por una época difícil con su hijo adolescente y, al borde la desesperación, le pide consejo a Rajeli…

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Rajeli Reckles

Posteado en 05.04.21

Querida Rajeli:

Somos una pareja que retornamos a nuestras raíces judías y tenemos cuatro hijos con edades que oscilan entre los 8 y los 20 años. Últimamente, nuestro segundo hijo, de 17 años, empezó a rebelarse; cambió de forma de vestirse, empezó a salir con chicas y da vueltas con amigos que no son para nada un buen ejemplo. Y lo peor de todo es que no quiere tener nada que ver con nuestro estilo de vida religioso. Mi marido y yo estamos muy apenados por todo esto y la verdad que no sé qué hacer…

Batia
 

Querida Batia:

Yo también me siento muy apenada por lo que me cuentas. Después de tantos años viviendo una vida totalmente secular, y luego buscar la Verdad, y encontrarla en el judaísmo, tú y tu marido saben qué camino largo y tortuoso transitaron para llegar a donde están hoy. Renunciaron a una vida en la que “está todo permitido” y la reemplazaron por una vida que a veces puede resultar bastante restrictiva.

Sin embargo, lo hicieron con la inquebrantable creencia de que vivir la vida de Torá es lo mejor para ustedes y para su familia. ¡Mis felicitaciones! No es fácil hacer un cambio tan pronunciado  en tu punto de vista, en tu estilo de vida, y en especial si ya tienen hijos.

Una vez dicho eso, les puedo asegurar que no hay un desafío más grande para un padre que volvió a sus raíces que un hijo suyo rechace en forma voluntaria todos los valores que sus padres trataron de infundirle. En términos de frustración, esto es casi como ganarse la copa…
Batia: hay varios factores que tienes que tener en cuenta para poder comprender mejor por qué tu hijo está rebelde.

Primero que nada, mira objetivamente tu familia. ¿Acaso tú y tu marido están siendo demasiado exigentes con los chicos? ¿Acaso su casa es como una base militar, y en especial en todo lo referido a temas espirituales? Por ejemplo, si uno de tus hijos se sienta a comer la comida de Shabat sin antes haberse lavado las manos (netilat iadaim), ¿ustedes se ponen como locos y le lavan las manos a la fuerza? ¿O se lo dicen de buena manera?

Presten atención a las discusiones que tienen con sus hijos y en particular con este de 17 años. ¿De qué se pelean? ¿De sus deberes religiosos?

Si es así, entonces tiene que darse cuenta de que para los chicos, crecer en una casa que está al mando de Comandantes y Generales del Ejércitop no sólo que es sofocante sino que es absolutamente insoportable. Hay un límite para la cantidad de demandas forzadas que los hijos son capaces de tolerar, y después de alcanzar ese límite, los hijos se rebelan.

Si me puedes decir con franqueza que tu casa reina un ambiente de amor y de alegría, entonces se me ocurren otros dos posibles factores. La primera posibilidad se basa en el concepto de que los hijos son reflejo de sus padres. No son meramente un reflejo superficial sino que HaShem hace que cada hijo saque a la superficie los deseos más ocultos y más recónditos de sus padres. Por ejemplo, si tu hijo está escuchando música que te parece inapropiada, estoy segura de que esto te vuelve loca, pero tienes que hacer un examen de conciencia: ¿acaso hay una parte de ti que desea poder escuchar esa misma música? ¿Acaso sientes que, aunque dejaste esa vida de lado, todavía existe la posibilidad de que sigas disfrutando de ella en la actualidad?

Batia, no tengas miedo de responder. Es perfectamente normal tener buenos recuerdos de tu vida antes de retornar al  judaísmo. Después de todo, si no hubieras tenido todas esas vivencias, no serías quién eres. Es posible entonces que HaShem te esté mostrando que hay ciertos actos que está haciendo tu hijo y que internamente te gustaría poder seguir haciendo? Si es así, entonces sé sincera contigo misma y con HaShem. Dile que en realidad sí te gustaría poder ir con tu grupo de amigos a la playa igual que antes. Ni siquiera me parece que tengas que sacarte de encima este ensueño. Simplemente aprécialo por lo que es y dale las gracias a HaShem por todas tus experiencias felices en tu vida anterior y sé franca contigo todo el tiempo.

HaShem solamente quiere que seamos francos y mantengamos abiertos los canales de comunicación. Él es perfectamente consciente de nuestros más recónditos deseos. Solamente quiere que nosotros también seamos conscientes.

Ahora bien, Batia – consideremos la otra posibilidad – que HaShem esté conduciendo a tu hijo por su propio sendero, sin que tengamos la menor idea de por qué. En ese caso, lo primero que me viene a la mente tiene que ver con la mentalidad general de esta generación. A diferencia de las generaciones anteriores, que eran observantes de la Torá sin ninguna clase de cuestionamiento, nuestra generación es muy diferente. Nos gusta buscar los motivos que nos expliquen por qué tenemos que vivir la vida como judíos, y en especial cuando esta vida parece ser muy restrictiva en tantas formas. No podemos comer todo lo que queremos, no podemos mirar todo lo que nos gustaría, no podemos vestirnos como quisiéramos, tenemos que rezar tres veces al día, etc. etc.

El hijo que está rodeado por amigos que aparentemente disfrutan más que él de la vida materialista está sufriendo. Posiblemente sienta que está perdiéndose toda la diversión que ofrece la vida y es posible que sienta que sus padres están siendo injustos con él al restringir sus opciones. Además, en esta época los adolescentes rara vez les hacen caso a sus padres “porque ellos lo dijeron”. La mayoría de los chicos quieren una razón lógica que les explique por qué se los fuerza a hacer algo que ellos no entienden para qué sirve. Dentro de su mente, él está comparando su propia vida, aburrida y restrictiva, con la buena vida, libre de ataduras, que se dan sus amigos. ¿Cuál te parece que va a elegir?

Batia, quiero decirte que todo esto tiene un aspecto positivo. Si te esfuerzas por mantener una atmósfera de amor y tranquilidad en tu hogar y no fuerzas a tu hijo a que participe (por más doloroso que te resulte), existe la probabilidad de que con el tiempo retorne. Lo que menos te conviene hacer es aislarlo – ese método va a garantizar que no vuelve nunca más. Te explico por qué esta es una buena situación para ti: cuando él decida volver a observar las leyes del judaísmo, entonces será una decisión del corazón. Va a estar 100 % seguro de que esta es la vida que quiere vivir, porque se va a dar cuenta de que tiene muchísimo más que ofrecer que la alternativa materialista y vacía…

Pero lo más importante de todo es que tienes que rezar por él. Rabí Najman nos enseña que hay pocas cosas que sean más poderosas que las plegarias de una madre por su hijo. De hecho, él les atribuye su grandeza a las plegarias de su madre, cuando ella solía llevarlo de bebé a la tumba de su bisabuelo, el Baal Shem Tov, y se pasaba horas enteras rezando para que su hijo fuera un gran tzadik. Es por eso que él decidió que lo llamaran “Najman ben Feige”, en honor a su madre.

Por eso ánimo, Batia, mucha fuerza! Como madre, sabrás que ver sufrir a tu hijo o ver que hace algo que puede resultar peligroso es una de las cosas más difíciles que los padres pueden enfrentar. Sin embargo, tengo plena confianza en que si te fortaleces en tu plegaria personal  y le continúas demostrando tu amor y aceptándolo, no importa en qué situación se encuentre, al final va a volver. Te deseo entonces que este hijo y todos los demás tengan la bendición de continuar por el camino de la Torá. Amén.

Rajeli
 
 

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1. Amada

4/15/2019

Que excelente la guía.

Aplicaré sus consejos en mi vida personal; tengo una sola hija de 30 años y un nieto de 2 años que viven conmigo; ella es demasiado liberal y desapruebo su comportamiento ( es madre soltera). Es muy triste y agotador mirar como se desvió del camino del bien, sufro mucho, realizo plegaria incluso mientras cocino, barro, etc. para que se de cuenta de sus prioridades, para que se interese en la búsqueda espiritual. Seguiré brindándole mi amor.

2. Amada

4/15/2019

Aplicaré sus consejos en mi vida personal; tengo una sola hija de 30 años y un nieto de 2 años que viven conmigo; ella es demasiado liberal y desapruebo su comportamiento ( es madre soltera). Es muy triste y agotador mirar como se desvió del camino del bien, sufro mucho, realizo plegaria incluso mientras cocino, barro, etc. para que se de cuenta de sus prioridades, para que se interese en la búsqueda espiritual. Seguiré brindándole mi amor.

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