El Nacimiento Prematuro

A Ariela no le importaba que recién estaba en el sexto mes de embarazo. No soportaba más y quería tener ya el bebé a toda costa y por cualquier medio…..

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Rajeli Reckles

Posteado en 17.03.21

Ariela y su marido se pusieron chochos cuando se enteraron que ella estaba en la dulce espera de su tercer hijo. Por supuesto, eso fue antes de que ella empezara con las náuseas de jornada completa. Los cuatro meses siguientes fueron un martirio. Ariela sufría de hiperémesis (vómitos excesivos) y todos los remedios que le dio el médico no lograron aliviar las náuseas. Ni siquiera podía mirar la comida. Estaba tan pero tan débil que no podía mantener su rutina normal cotidiana.

 

La segunda mitad del embarazo no fue mucho más fácil. Tenía terribles dólores de ciática y sufría de mucha presión abdominal. La presión arterial empezó a subir y ella empezó a mostrar señales de preeclampsia. Si bien la hiperémesis ya había pasado, ella aún no podía tolerar muchos alimentos, pues el estómago se le había vuelto quisquilloso e impredecible.

 

Su marido también sufrió mucho con este embarazo, porque él era el que cargaba con el fardo de toda la familia además de tener que ir todos los días al trabajo. Él era el que despertaba a los chicos a la mañana y los mandaba a la escuela. Él era el que preparaba el desayuno, el almuerzo y la cena casi todos los días. Él era el que hacía todos los quehaceres de la casa, incluyendo el planchado.

 

Ariela se pasó casi todo el embarazo llorando. Tenía terror de levantarse a la mañana sin saber cómo se las iba a arreglar para llegar a la noche. El solo hecho de pensar que le quedaban otros tantos meses de sufrimiento le parecía como una eternidad. No podía esperar el momento en que el bebé naciera.

 

En el sexto mes de embarazo, ella ya perdió los estribos. Estaba harta de estar embarazada y quería que el bebé saliera de una vez por todas. Ariela fue a ver al médico y se puso a discutir con él, sin aceptar un “no” por respuesta. Él, sin poder entender la falta de interés por el bienestar del bebé, trató de explicarle que todavía había que esperar, que tenía que forzarse a sí misma a soportar de alguna manera el dolor un tiempito más. Y que después ella iba a ver que su recompensa iba a ser infinitamente más grande que su sacrificio.

 

El marido de Ariela pasó muchas horas peleándose con su mujer. ¿Cómo ella podía ser tan egoísta? ¿Acaso no entendía que estaba poniendo en peligro la vida de su bebé? ¿Acaso la maternidad no es precisamente eso – renunciar a tu propia comodidad en aras del bebé?

 

Pero ella no estaba dispuesta a escucharlos. Él la amenazó con agarrar a los chicos e irse. Ella le señaló la puerta. No importara cómo, a toda costa, ella iba a tener este bebé de inmediato. Sin poder creerlo, él preparó un bolso con la ropa de los chicos y se fue a vivir a la casa de sus padres.

 

A la mañana siguiente, Ariela fue otra vez al consultorio de su médico con una grave advertencia. Si él no aceptaba practicarle una cesárea inmediatamente, lo iba a lamentar mucho. Ella le dijo que estaba dispuesta a realizar una peligrosa cesárea en el “mercado negro” si era necesario. Su médico, sin querer entrar en una batalla legal con ella, finalmente aceptó.

 

A las 25 semanas de embarazo, el pequeño Daniel fue forzado a venir a este mundo. Su diminuto cuerpecito de apenas 1,13 kg fue puesto de inmediato en una incubadora. Sus pulmones todavía no estaban listos para funcionar solos y fue conectado a un respirador. En vez de disfrutar todo acurrucado dentro del cómodo útero materno,  el pobre Daniel tuvo que pasar las próximas semanas recostado sobre la espalda, siendo forzado a respirar a través de una máquina y siendo alimentado a través de un tubo nasogástrico.

 

A Ariela todo esto no le importaba; por fin se había librado de su sufrimiento! Sin embargo, ella no se imaginó toda la larga lista de problemas de por vida que ella le había causado a Daniel como resultado de su extremo egoísmo. No sólo que Daniel era más pequeño que los demás niños sino que tenía un montón de problemas físicos. Y lo peor de todo era que él también mostró señales de problemas de desarrollo. Con cada año que pasaba, parecía que Daniel se apartaba más y más del grupo de su edad

 

A través de todos aquellos difíciles años de formación, Ariela sufrió a la par de Daniel. Y cuando ella finalmente recobró la sensatez, se dio cuenta del trágico error que había cometido. Muchas noches se quedó dormida llorando con tremendos sentimientos de culpa. Porque era solamente por su culpa que su hijo tenía que sufrir tanto. ¡Ay! ¡Qué no haría ahora por dar vuelta la rueda? En retrospectiva, ¿qué eran unas pocas semanas más de esa terrible incomodidad? Los dividendos habrían sido astronómicos, no sólo para Ariela y para Daniel, sino para todas las futuras potenciales generaciones que saldrían de él…

 

Todo podría haber sido tan pero tan diferente…

 

 ***

 

Dime algo… ¿acaso la historia de Ariela te suena familiar?

 

Mírate al espejo – la vas a ver mirándote a ti.

 

Sí, tú dices que es imposible. Ariela se comportó como una tonta, egoísta e irresponsable. Pero tú no! Obviamente no tienes nada en común con ella!

 

Hace poco, el Rabino Arush dijo que si el Mashíaj llegara ahora, la Redención sería tan pero tan dolorosa que la mayoría de nosotros no podríamos soportarla. La mayoría no sobreviviríamos.

 

Yo no sé ustedes, pero a mí el solo hecho de pensarlo me da terror!

 

Una vez que llegue el Mashíaj, ya no habrá más oportunidades de avanzar espiritualmente. Ya no habrá más juicios indulgentes; todo va a ser exactamente según la estricta letra de la ley. Ya no habrá más noches desperdiciadas en cosas sin sentido, como por ejemplo, la televisión o las películas. El Facebook dejará de existir. Ya no habrá más fines de semana en la pileta.

 

¿Están listos para un mundo así?

 

¿Están listos para un mundo en el que lo único que cada persona va a pensar es santidad? ¿En el que cada acto, tanto bueno como malo, va a ser escudriñado con un microscopio? En ese mundo ya no va a haber más chistes verdes ni sexos entremezclados. Todas las mujeres van a ser perfectamente recatadas y todos los hombres van a cuidar perfectamente sus ojos y su santidad personal, fijándose muy bien adónde miran.

 

¿Quién de nosotros puede decir que se encuentra a ese nivel? Yo, por lo menos, no puedo.

 

Hashem está haciendo una increíble bondad con nosotros al darnos mucho más tiempo para que alcancemos los niveles más elevados que podamos. Por eso, aprovechemos el tiempo que nos queda para avanzar espiritualmente, no sólo nosotros mismos, sino también ayudando a los demás.

 

“¿A quién le importa de los demás? ¡No es culpa mía si ellos no quieren hacer teshuvá!”, podrán decir ustedes. Pero no es así como se debe pensar. ¿Acaso alguno de ustedes quiere que lo hagan responsable de que tantas almas no tuvieron el mérito de ser parte de la Gueulá, de la Redención Final? Al fin y al cabo, estamos todos conectados y como tales, somos responsables los unos de los otros.

 

He aquí mi doble propuesta: elijan un área en el que estén flojos espiritualmente hablando y concentren todos sus esfuerzos en corregir eso antes que nada. Por ejemplo, si una mujer sabe que es importante vestirse con recato, pero no puede soportar ponerse una pollera larga y usar blusas con manga larga, entonces esa es el área en la que deberá esforzarse primero. Según el Rabino Arush, uno debe dedicar por lo menos 30 minutos de plegaria personal por día a ese tema específico, y entonces Hashem le va a conceder el éxito.

 

La otra parte de mi plan es igualmente importante: tenemos que hacer el máximo esfuerzo por difundir el mensaje de Emuná y teshuvá de Rabi Najman a la mayor cantidad posible de gente. Seamos los mensajeros Divinos de Hashem ayudando a los demás a que también establezcan una conexión con Él.

 

Si ustedes son testigos de cambios increíbles en su vida después de haber leído alguno de los libros del Rabino Arush o haber escuchado alguno de sus CDs, entonces ¿no les parece que lo mínimo que tienen que hacer es ofrecerle esa misma oportunidad a los demás? Para eso les propongo contactarse con ayuda@breslev.co.il y empezar a formar parte de nuestro grupo de difusión internacional, que literalmente salva vidas! Y que Hashem los bendiga con todas las salvaciones que están necesitando y que tengan el mérito de formar parte de la redención final.  Amén!

 

 

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el matrimonio, la educación de los hijos, el noviazgo y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il

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1. Alexandra

5/30/2019

ropa modesta

Quiero aprender sobre como vestir más modestamente y realmente me cuesta trabajo, no encuentro una tienda q me agrade, que sea una tienda diferente a lo que estaba acostumbrada vestir…. Solo quiero agradarle al Eterno…..

2. Alexandra

5/30/2019

Quiero aprender sobre como vestir más modestamente y realmente me cuesta trabajo, no encuentro una tienda q me agrade, que sea una tienda diferente a lo que estaba acostumbrada vestir…. Solo quiero agradarle al Eterno…..

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