Lavandería de la Vida

Hay una responsabilidad especial en la vida que requiere cuidado excepcional, mucho más que el lavado de ropa. ¡Eso es criar niños!...

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Jaia Ovadia

Posteado en 06.04.21

Hay una responsabilidad especial en la vida que requiere cuidado excepcional, mucho más que el lavado de ropa. ¡Eso es criar niños!…

Hay algunas cosas en la vida que simplemente no podemos ignorar – muerte, impuestos y… ¡Lavado de ropa! Si nos gusta o no, no hay ninguna posibilidad de evitarlos. El lavado de la ropa es una tarea que muchas personas emprenden de prisa y sin premeditación, simplemente hacen lo que es necesario hacer. Sería difícil decir que alguien realmente ama el lavado de ropa, algunos de nosotros no necesariamente consideran el lavado de ropa una tarea pesada, y tratan con un cuidado especial a cada pieza.
 
Pero hay una responsabilidad especial en la vida que requiere cuidado excepcional, mucho más que el lavado de ropa. ¡Eso es criar niños! Para aquellos que tienen la tarea de criar un niño, nada podría ser más atemorizante aunque sea lo más satisfactorio. Hablando comparativamente, hay realmente muchas semejanzas entre el lavado de la ropa y criar a los hijos. Tal como tu linda pila de limpias toallas dobladas es una prueba de un trabajo bien hecho, mirando a tu hijo convirtiéndose en un individuo feliz y equilibrado, es esa tu propia recompensa.
 
HaShem, el Creador del Universo, nos provee de una cantidad de posesiones que tenemos el placer de utilizar durante nuestra breve estancia en este mundo. Cualquier pertenencia que hemos tenido el privilegio de adquirir, somos libres de utilizar como queremos. Pero a diferencia de una camiseta que es completamente resistente a distintas condiciones de lavado, criar niños es un enorme honor que no puede ser tomado ligeramente. También, en contraste con la mayor parte de nuestros bienes, no poseemos a nuestros hijos. Nuestro niño ha sido confiado a nosotros, un regalo irremplazable de HaShem. Por lo tanto, es nuestro deber usar el manual de instrucciones que vino con el paquete precioso – ¡la Torá!  Si tu nuevo, precioso suéter de cachemira requiriera un lavado especial, ¿lo lanzarías con el resto de tu ropa para lavar? No. Tú leerías la etiqueta y te asegurarías que la temperatura del agua y el detergente sean perfectamente adecuados.
 
Si uno encuentra el lavado de ropa agradable o no, está reconocido que la ropa es clasificada antes de hacerlo. Podría haber artículos blancos,coloreados, oscuros y ropa fina. No consideraríamos el lavado de una falda negra junto a una blanca camisa de sábado. Como todos sabemos, poniendo el artículo incorrecto en la lavadora se puede arruinar toda la ropa. ¿Entonces, por qué trataríamos a cada niño de la misma manera? Cada alma es única y tiene su propio carácter, lo que requiere un tratamiento especial. Mientras un hijo puede inclinarse hacia el aprendizaje y la lectura, el otro puede tener un talento para la música. Es nuestra obligación afinar nuestros sentidos para descubrir el camino individual de nuestro hijos y ayudarles a lo largo de su viaje.
 
Cada persona conoce los pliegues de su ropa recien comprada. El fabricante pliega apropiada y firmemente la mercadería que vende, para asegurarle una perfecta "apariencia". Difícilmente esos pliegues pueden ser lavados o planchados. Con el tiempo, esos pliegues desaparecerán gradualmente, pero en detrimento de la ropa. Su frescura se perderá. Así también, un niño. Como padres, podemos tratar de transformar a nuestros niños en lo que queremos que sean, pero si no es donde HaShem coloca los "pliegues", ellos no prosperarán. Si no intentamos cambiar su naturaleza, los veremos florecer.
 
De vez en cuando podemos notar un defecto en una ropa, una mancha que necesita una atención suplementaria. En tales casos, uno puede utilizar un quitamanchas especial para tratar de quitar la señal. La fregaríamos con un poco fuerza para limpiarla, aunque bastante suavemente para no dañar la tela y dejar cualquier daño permanente. Del mismo modo, disciplinamos a un niño. Nuestros Sabios dicen que debemos "apartarle con la mano izquierda, y atraerle cerca con la mano derecha". De esta manera no dañamos su alma, ya que le acercamos con nuestra mano más fuerte mostrándole cuánto le amamos, mientras borramos suavemente la "mancha" de su fechoría.
 
Muchos de nosotros, especialmente en Israel, colgamos nuestra ropa húmeda en un tendedero para secarla. Para protegerlo contra un viento fuerte, es importante asegurarlo muy bien. Sin una base buena y sólida, arriesgamos la caída del tendedero y que la ropa se vaya volando. Este concepto también se aplica a la familia. El suministro de una base emocionalmente estable para nuestros niños permite que ellos ‘vuelen libremente en el viento’, aunque asegurando su bienestar sin el miedo de perderlos. Tal como nuestro Padre cariñoso en el Cielo está siempre disponible cuando tenemos que hablar con Él, nuestros hijos e hijas deben sentir que estamos constantemente allí para ellos y somos sus confidentes. 
 
Tanto criar a los niños como lavar la ropa exige mucho esfuerzo y a veces puede ser un trabajo aplastante. Cuando las situaciones te desaniman, acuérdate que nada que vale la pena llega sin dificultades. Pero cuando aceptamos nuestras responsabilidades con alegría, nuestras obligaciones se realizan con facilidad. En las palabras del Rabi Najman de Breslev: "Al principio debes ser lo más feliz posible con las cosas diarias. A partir de esto, puedes llegar a la verdadera alegría” (SijotHaRan – Conversaciones del Rabi Najman, 177).

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1. Adelaida

5/28/2021

Sin dudar, agradezco al creador Todopoderoso por guiarme a este sitio , dónde me abrió los ojos hacia la educación de los niños según la Tora.

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