Los Chicos Quieren Jugar

Marcela hace todo lo posible por criar a sus hijos según los dictados de la Torá. Pero un día, como de la nada, su hijo le pide que le compre un videojuego. Marcela le pide consejo a Rajeli…

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Rajeli Reckles

Posteado en 05.04.21

Querida Rajeli:

Vivimos en un barrio ortodoxo donde la gente en su gran mayoría no tiene televisión ni videojuegos. Sin embargo, uno de los amigos de mi hijo de siete años juega con estos juegos y últimamente él me está pidiendo que le compre también a él. Yo trato de explicarle que está prohibido, pero no me hace caso. ¿Qué puedo hacer para que deje de pedirme esto?

Marcela

Querida Marcela:

Esta pregunta que estás planteando es excelente. Y en verdad está ilustrando una realidad mucho más grande de lo que parece a primera vista.

Acá estamos tratando dos temas principales. Primero tratemos el tema de que tu hijo quiere jugar videojuegos. No hay duda de que si le das al chico la opción entre la Guemará y un videojuego, va a optar por el juego.

Yo, por lo menos, no conozco ningún chico que elegiría la Guemará por sobre el juego. Yo no sé qué pasa con ustedes, pero yo crecí en una casa en la que el judaísmo se limitaba a una cena familiar los viernes a la noche. Obviamente, me pasaba un montón de tiempo haciendo pavadas. Hasta diría que si le das a tu hijo la opción entre hacer los deberes del colegio y jugar un videojuego, va a optar por el juego.

Es evidente que la mayoría de los padres no entienden los riesgos espirituales que implica exponer a nuestros hijos a videojuegos y actividades similares. El Rabino Shalom Arush lo define así: “Si el hijo de tu amigo tiene una enfermedad contagiosa, ¿acaso vas a permitir que tu hijo vaya a jugar a su casa?” ¡N-O! “Si el amigo de tu hijo come cerdo y tú comes estrictamente kasher, ¿acaso vas a dejar que tu hijo vaya a comer a su casa? “¡N-O y N-O!”

¿Y por qué? Porque no quieres que tu hijo se exponga a toda esa basura. Entonces ¿qué diferencia hay entre los videojuegos y una enfermedad contagiosa? Absolutamente ninguna.

Nuestros hijos pueden contraer una infección en ambos casos: uno puede presentar síntomas físicos y el otro puede presentar síntomas espirituales, y estos últimos son mucho más difíciles de curar. Además, yo pienso que la razón por la que nosotros, los padres observantes de Torá, somos un poco indulgentes en este sentido, es porque no percibimos de inmediato los efectos de esta terrible enfermedad. Y por adentro las cosas se van deteriorando más y más hasta que PUM!!! Un día te das cuenta de que tu hijo está dando vueltas con una grave reacción alérgica a todo lo que tenga que ver con la Torá.

Marcela, esta pregunta no tiene una respuesta fácil. Simplemente no puedes permitir que tu hijo quede expuesto a un veneno semejante. O bien le prohíbes ir a la casa de ese amigo o te pones de acuerdo con su mamá para que no jueguen a estos juegos ni nada parecido cuando tu hijo va de visita.

Yo personalmente pienso que la primera opción es más difícil, pero que a la larga es la mejor para tu hijo. Porque si ellos dejan que sus hijos jueguen a esos juegos, ¿quién sabe qué otras tantas cosas están pasando en ese hogar supuestamente observante?

Pero no creas que toda esta situación es algo terrible. Y esa es la segunda parte del asunto: que esta es una increíble oportunidad para ti y para tu marido – HaShem los puso en una situación en la que se ven forzados a hacer un examen de conciencia. Esta es la oportunidad perfecta para que los pasen revista a sus propios deseos y miren con ojos objetivos su forma de vivir.

Ustedes dicen que son religiosos, pero conviene que se planteen estos interrogantes: ¿acaso tu marido dedica un cierto tiempo todos los días al estudio de la Torá? ¿Ustedes escuchan o asisten a clases de Torá en forma asidua? ¿acaso alguno de los dos está pasando demasiado tiempo en internet? ¿tu marido es adicto a su Blackberry? ¿los libros que tienen en casa son exclusivamente sobre temas de Torá o hay otras tantas clases de libros dando vueltas? ¿Qué me dicen de los libros de los chicos?

Y lo que es más importante: ¿acaso para ti y para tu marido el judaísmo es el foco principal de su vida? ¿Acaso sus hijos se están criando en un ambiente de santidad? ¿Están recibiendo una dosis diaria de HaShem en las conversaciones que tienen con ustedes?

¿Y qué pasa con tu marido? ¿Acaso su judaísmo lo aplica también a su trabajo y en general a su forma de pensar? Podría seguir indefinidamente, pero me parece que ya entendiste a lo que voy…

HaShem usa a los chicos como si fueran uno de esos espejos que aumentan cada defecto de la persona. Si ves que a tú y a tu marido está faltando una conexión con HaShem, más allá de las plegarias y las observancias rutinarias, entonces llegó el momento de ir a un campo o un bosque y empezar a hablar con Él. Esta es también una excelente oportunidad para darle a tu hijo una nueva forma de canalizar su energía y sus deseos. Enséñenle a hablar con HaShem de lo que le está pasando en su vida. Eso no sólo va a abrir un enorme canal de comunicación y de expresión para él sino que además va a formar una relación mucho más estrecha entre ustedes.

En un mundo en el que existen demasiadas distracciones y tentaciones, es muy fácil perder de vista todo el objetivo de ser judíos. Porque el judaísmo es más que nada estar cerca de HaShem. ¿Y qué mejor manera de acercarte a Él que hablando?

Tienen suerte de que su hijo todavía sea chico y pueda ser influenciado de los cambios que seguramente van a implementar en su familia. Les deseo que todos juntos sigan creciendo felices y con mucha pureza espiritual y que vivan el judaísmo como esa tan bella forma de vida que debería ser.

Me despido con bendiciones para ustedes,

Rajeli

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el matrimonio, la educación de los hijos, el noviazgo y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il

 

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1. anonimo

2/14/2019

Juegos

Rajel plantéate que un "video juego" es igual que la vida misma, uno "juega a ver a D"s (video)", y tienen niveles de Emuná a alcanzar. ?

2. anonimo

2/14/2019

Rajel plantéate que un "video juego" es igual que la vida misma, uno "juega a ver a D"s (video)", y tienen niveles de Emuná a alcanzar. 😀

3. florencia

12/29/2013

la eterna duda esa es la eterna duda que tenemos siempre los padres – hasta donde? donde poner el limite? no ser demasiado estrictos pero tampoco demasiado permisivos…

Gracias por tu respuesta

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