Una Torá más poderosa que la muerte

Melvin nació con una serie de problemas físicos y para colmo, su papá lo llamó “cobarde”...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 05.04.21

Melvin tenía solamente diez años cuando su padre lo llamó “cobarde”. Con todo el debido respeto, el papá era un sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial que ya hacía mucho tiempo era incapaz de empatizar con los sentimientos de los demás y que rara vez hablaba de la guerra. Pero Melvin era demasiado joven como para entender todo esto.

 

Lo único que Melvin sabía era que les tenía terror a los dos niños abusadores que constantemente lo acosaban. Melvin tenía problemas físicos: era muy bajo, bizco y además obeso. Un día Melvin se rindió en una pelea contra los dos y ahí fue cuando su padre le puso la etiqueta de “cobarde”.

 

Eso era algo que Melvin no podía olvidar y que de hecho no ha olvidado hasta el día de hoy. Ese mismo día Melvin tomó la decisión que le daría forma a su vida y lo conduciría a la grandeza – su propia y especial forma de grandeza que permaneció oculta durante tanto tiempo. Es que esa peculiaridad suya necesitaba tiempo para incubar y exigía que él pasara por muchas más pruebas dolorosas, hasta que pudiera lograr algo que nadie más ha logrado.

 

Pero antes de que les siga contando la increíble historia de Melvin, tienen que saber que estoy muy limitado respecto a lo que les puedo contar acerca de él. Porque si bien él eres una personalidad muy conocida, también es alguien que huye de las luminarias y prefiere permanecer en el anonimato.

 

Lo que este niño de 10 años decidió aquel fatídico día era que debía conquistar el miedo, que tenía que demostrarse a sí mismo no sólo que no era un cobarde sino que era un intrépido a quien nada ni nadie podría detener – pero con un objetivo.

 

Cuando Melvin se presentó para postularse para el equipo de fútbol, se volvió el hazmerreír del colegio. Y cuando lo sacaron del equipo después de apenas un día, todos estaban seguros de que ese sería el fin de la carrera deportiva de Melvin, pero se equivocaban. Melvin estaba como poseído por el impulso a triunfar. Así que se sometió a un estricto régimen y empezó a entrenar todos los días en forma intensiva. A los seis meses, Melvin ya había bajado mucho de peso, y al año, era puro músculo. Pero en realidad Melvin era aún más fuerte de lo que parecía, porque su mente se había fortalecido incluso más que su cuerpo. Jamás olvidaría aquella vez que su padre lo había llamado “cobarde”. ¡Jamás!

 

Era el comienzo de la temporada de lucha libre y el primer día de pruebas. Cuando llegó Melvin se oyeron risitas pero los otros muchachos no estaban preparados para lo que estaban por ver. La diferencia entre ellos y él era que ellos trataban de formar un equipo y él había ido a luchar por su vida y había declarado guerra a todo aquel que tratara de impedírselo.

 

Ese día todo cambió para Melvin. En pocos segundos derribó a su oponente. Una fuerza más grande que la mera fuerza natural lo estaba impulsando pero él todavía no lo sabía. A pesar del riguroso entrenamiento a que se había sometido, el poder mental y espiritual de Melvin excedía de lejos su poderío físico.

 

Con el tiempo, Melvin se convirtió en un as de la lucha libre pero no se quedó allí. Dios le tenía reservados planes muchísimo más grandes. Recién veinticinco años más tarde Melvin llegó a ser lo que Dios tenía pensado para él.

 

El siguiente paso de Melvin fue unirse a las filas del ejército. Todavía le quedaba algo que demostrar y por eso se esforzaba diez veces más que los demás. No pasó mucho tiempo antes de que los demás notaran su ética de trabajo sobrehumana y su fenomenal inteligencia. Y así fue como lo eligieron para las asignaciones más peligrosas, a las que iba de muy buena voluntad. Sin embargo, había un problema. Incluso mucho después de que Melvin hubiese demostrado ya su capacidad atlética, académica y militar, todavía sentía que le faltaba algo. Todavía no se sentía realizado en todo el sentido de la palabra.

 

Un día, en medio de una batalla, Melvin experimentó un increíble despertar espiritual. Dios abrió los Cielos para este joven hombre y le asignó una nueva misión. Fue un milagro revelado. No puedo revelar más que eso. Digamos solamente que a partir de ese día, Melvin entendió de dónde provenía todo su coraje y su superioridad por sobre los demás. También comprendió que Dios quería que dejara a un lado su arma y emprendiera una nueva misión. Aquella visión espiritual le dio una lección de humildad. Él hizo lo que le mandaron y se volvió a las tradiciones de sus antepasados, algo con lo que no tenía ninguna conexión en absoluto. 

 

Melvin fue ordenado rabino a la edad de 42 años y empezó a luchar la guerra más dura que libró en toda su vida. Porque ahora Melvin lucha en contra de todas las formas del mal con el poder de su plegaria y su estudio de la Torá. Lucha dominando su cuerpo y dándole primacía a su alma. Con la única diferencia de que ahora ya no lo hace para demostrarle algo a su padre, que en paz descanse. Ahora lo hace para Hashem y para nosotros. Muy poca gente sabe quién es Melvin. Muy poca gente conoce su verdadera grandeza. Y es porque él se oculta en forma intencional. Yo creo que él es alguien excepcional – una de las más grandes almas de Israel que existen hoy en día. Desde detrás del telón él ayudó a miles y miles de personas, tanto en Israel como en el resto del mundo.

 

Hoy Melvin protege las fronteras de Israel pero no con una m-16. Hoy las protege con plegarias nutridas por las “incapacidades” y los “defectos” de su niñez. Melvin lucha a través del estudio y de la enseñanza. A través de la Torá. Una Torá que es mucho más poderosa que la muerte.

 

Que Dios continúe dándole fuerzas en aras de Israel por muchísimos años más, con salud y prosperidad!

 

 

 

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1. Manuel Leal

1/12/2016

Wow hermosa historia!

Con esta historia nos demuestra lo Misericordioso que es Nuestro Padre Celestial al ponernos las pruebas correspondientes para nuestro crecimiento espiritual hasta desde muy pequeños!! No hay error alguno, EL sabe lo que es bueno para cada uno de nosotros. Con su permiso creo saber quien es Melvin; pero no lo dire. Que el Eterno los bendiga con mucha mas y mas sabiduria. Amen

2. Manuel Leal

1/12/2016

Con esta historia nos demuestra lo Misericordioso que es Nuestro Padre Celestial al ponernos las pruebas correspondientes para nuestro crecimiento espiritual hasta desde muy pequeños!! No hay error alguno, EL sabe lo que es bueno para cada uno de nosotros. Con su permiso creo saber quien es Melvin; pero no lo dire. Que el Eterno los bendiga con mucha mas y mas sabiduria. Amen

3. María Cristina Vélez Fernández

1/07/2016

Vivo en México y leeo sus artículos y todo lo relacionado de la TORÄ y Emuná, recibo correspondencia

¿Sería posible que entrara en su curso de su Programa de Coaching de Emuná? al igual de muchos casos de historias verídicas del Dr.Zev Ballen estoy interesada en ayudar al prójimo con todo mi corazón. Gracias

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