Amor Hollywoodense

La Dra. Rajeli Reckles, experta internacional en temas de paz conyugal, nos revela que la vida no es una saga de amor hollywoodense. ¿Quieren amor? ¡Pónganse a trabajar!...

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Rajeli Reckles

Posteado en 17.03.21

La Dra. Rajeli Reckles, experta internacional en temas de paz conyugal, nos revela que la vida no es una saga de amor hollywoodense. ¿Quieren amor? ¡Arremánguense la camisa y pónganse a trabajar!…

Permítanme que les cuente la historia de Sally Salidora. Sally es una mujer joven, bonita y súper exitosa que vive en el barrio más exclusivo de South Beach. Sally tiene un puesto fabuloso en la compañía de marketing más exitosa de la ciudad. Sally se pasa las noches en los bares y pubs más frecuentados. Los fines de semana los pasa descansando en la playa y cenando en los restaurantes más exclusivos. Sally tiene un departamento de lujo frente al mar. Tiene millones de amigos, se viste según el último grito de la moda y cuenta con todas las comodidades físicas y materiales que uno se pueda imaginar. Pero… hay una sola cosa que Sally no tiene.

Un marido.

“Basta. No digas más nada”, me dicen ustedes. (Y en especial las mujeres). ¿Por qué la mujer necesita un hombre para completar su vida? Obviamente se trata de una mujer independiente y exitosa. ¿Para qué necesita un marido? ¿Para lavarle la ropa? ¿Para prepararle la cena y ser esclava de todas sus necesidades? ¿Quién necesita todo eso?

Por eso, Sally opta por la buena vida de los solteros, cambiando de novio como se cambia de esmalte de uñas. Ella es realmente lo que se dice una mujer moderna, un modelo para las demás mujeres. ¿No es cierto?

NO.

Si hay alguien por ahí que insiste en que vivir soltero es lo mejor que hay, se está mintiendo a sí mismo. Yo sé, porque yo también era soltera. Yo también tuve mi cuota de citas y de novios. ¿Y a que no saben dónde terminé? En Villa Vacío. Sean honestos con ustedes mismos. Salir todo el tiempo en citas no te lleva a ninguna parte. Una se ve envuelta en un ciclo vicioso de lo conocí/amor ciego/me parece que estoy enamorada/nos mudamos juntos/la realidad pega duro/nos separamos. Y después empezar todo de nuevo. ¡Qué agotador! ¿Cómo sé que estás mintiendo si insistes en que estás mintiendo cuando dices que no necesitas un esposo? Déjame que te haga una pregunta muy simple – ¿por qué estás saliendo?

Nadie sale porque sí, obviamente a menos que seas un muchacho de 18 años. Incluso en ese caso las razones son cuestionables en el mejor de los casos. No. Todos salimos porque estamos buscando a nuestra media naranja. Incluso aquellos que insisten en que no necesitan casarse aun así quieren encontrar a su pareja. Entonces ¿por qué la mayoría de la gente no está casada o está viviendo una relación no gratificante o divorciada? Si la gente busca amor, ¿por qué hay son tantos los que no lo encuentran?

Hace poco tiempo tuve una charla con alguien que quiero mucho. Esta persona me contó que hay alguien religioso que se estaba por casar dentro de poco tiempo. A mí la noticia me sorprendió mucho, porque había hablado con esa persona hacía unos días y no me había dicho nada. Mi informante se rió cuando me dijo: “¡Recién la conoció hace tres días!”. En vez de ponerme a reír, que es lo que hubiera hecho hace varios años, le señalé algo que lo hizo pensar. “La costumbre religiosa de buscar pareja con shiduj no es tan anticuada como pensamos”, le expliqué.

Permítanme que les explique. Cuando se arregla una cita entre dos personas, muchos de los factores a tener en consideración ya se trataron y ya se resolvieron. Los dos tienen el mismo estilo de vida. Los dos tienen la misma escala de valores. Los dos tienen ideas similares respecto a tener hijos y trabajar. Los dos tienen expectativas generales el uno del otro acerca del papel en el matrimonio que cada uno ha de cumplir. ¿Acaso todos estos no son temas que la pareja tarda años enteros hasta que logra resolverlos?

A veces estos temas ni siquiera se tratan hasta que la pareja ya se casó y entonces es cuando empiezan los problemas. “¿Qué quieres decir con que no quieres tener hijos?”, una recién casada muy enojada le grita a su marido. Y si la pareja tiene ideas diferentes acerca de la observancia religiosa, están luchando una batalla muy difícil para seguir juntos.  ¿Qué me dicen? ¿Qué no están de acuerdo? ¿De veras? Piensen por favor en alguna pareja que conozcan que tengan hijos y en la que el marido y la mujer tengan religiones diferentes. ¿Qué pasa si de pronto uno de los dos decide que quiere educar a sus hijos de una determinada manera? ¿Y de pronto el otro se sorprende de que a su cónyuge le importe tanto mandar a los chicos a clases de Torá los domingos? ¿Acaso no se trata de una situación potencialmente explosiva?

A decir verdad, ni siquiera tengo que ir tan lejos. ¿Qué pasa si una pareja se conoce y “se enamora”, pero su “amor” es en realidad la atracción física que sienten el uno por el otro? Una vez que pasó esa época de luna de miel, ¿qué les queda? Solamente la realidad de que estas dos personas  son absolutamente incompatibles. Dicho sea de paso, se ha demostrado que la gente que se conoce en discotecas casi siempre hacen una mala elección respecto a su potencial pareja, dada la combinación de las luces, la música y por supuesto, la borrachera. Evidentemente, esta no es la fórmula ideal para una relación de cincuenta años!!

Pero ¿quién piensa  así en estos días? Volviendo al tema de la pareja religiosa de que les estaba contando, ahora que ya tienen resueltos todos los temas generales de la vida, pueden encontrarse y decidir por ellos mismos si son compatibles o no. Por supuesto que tienen que encontrarse el uno a otro físicamente atractivos. Nadie quiere despertarse y lamentarse de que esa mañana abrió los ojos… Entonces ¿qué necesidad hay de tener un noviazgo largo y tedioso? Ninguna necesidad. Es por eso que los shidujim son tan rápidos. En otras palabras, ya se ocuparon de todo el “papeleo”…

Ah! Otra cosita más: tal vez ustedes se pregunten cómo es que dos personas pueden casarse si no están enamoradas. Bueno, de acuerdo con mucha gente sabia, el amor es algo que hay que nutrir durante muchos años a fin de que florezca. Es algo que llega tras años de duro trabajo y de gran sacrificio. En nuestra sociedad moderna vivimos con un gran error: que esperamos que el amor llegue sin ningún esfuerzo. ¿Por qué pensamos así? No estamos personificando una saga de amor hollywoodense. ¡Estamos viviendo en la realidad! Si quieres amor, tienes que trabajar para alcanzarlo, igual que todas las demás cosas en la vida…

¿Cómo podemos aplicar todo esto a nuestro mundo “modernizado”? Para ser honesta, no pienso que sea fácil. Esto implica una completa reestructuración de nuestro sistema de valores y de las expectativas que tenemos el uno del otro. Antes que nada, para poder tener una relación exitosa, es absolutamente imprescindible un sendero espiritual. Porque cuando en la pareja se producen situaciones tensas, sí o sí tienen que tener algo o alguien que los ayude a ver más allá de sus actuales desafíos y que les permita solucionarlos. De otro modo, su matrimonio va a ser un desastre. No sólo tienen que tener un sendero espiritual sino que tienen que tener el mismo sendero espiritual. No va a servir de nada si uno es budista y el otro es judío ortodoxo, porque nunca van a ver las cosas desde la misma perspectiva.

En segundo lugar, tenemos que cambiar nuestras expectativas de la potencial pareja. La apariencia física es importante, pero no debería ser el factor principal. Lo mismo ocurre con la carrerea. El rabino Arush siempre les recomienda a las jóvenes: “Busquen  alguien que tenga buen corazón”. Olvídense del título de abogado de Harvard. Eso no es garantía de que él va a ser un buen marido. Si sí es garantía de algo, muy probablemente es garantía de que tiene un ego muy inflado y que con el tiempo llegue a pensar que tú no eres lo suficientemente buena para él! (Perdón, egresados de Harvard; estoy usando esto solamente como un ejemplo…). Siempre y cuando tu potencial pareja sea una persona responsable, trabajadora y dedicada a mantener su futura familia, eso es suficiente. Olvida todas las expectativas de que tu pareja tiene que ser un futuro millonario. ¿Qué quieres ser: rica o feliz?

En tercer lugar, ¡NO SE VAYAN A VIVIR JUNTOS! Señoritas: si hacen eso, están prácticamente garantizando que este tipo nunca se va a casar con ustedes. Ya sé que la verdad es muy dolorosa. No se degraden. La gente quiere lo que no puede tener… y en especial los hombres. Lean entre líneas. Si tu potencial pareja tiene serias intenciones acerca de una vida compartida, entonces no hay que esperar uno, dos o tres años para casarse. Si él quiere esperar… ¡que espere solo!

Nota del editor: He aquí pues el consejo de la Dra. Experta en Temas de Amor, Rajeli Reckles. Si quieren obtener consejos más profundos de alguien que entiende  -y mucho!- del tema, lean los libros del Rabino Arush, “En el Jardín de la Paz” (para hombres – de próxima aparición en español) y “La Sabiduría Femenina” (para mujeres).

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1. Nestor

10/29/2020

Hola dirigentes de Breslev.co.il, les agradezco su comunicacion y ya tener para leer mi primera revista recibida, Saludos para todos.

2. maria gutierrez soriano

11/12/2014

Maria Gutierrez

Gracias, sus temas son muy buenos, a dónde le puedo escribir?

3. maria gutierrez soriano

11/12/2014

Gracias, sus temas son muy buenos, a dónde le puedo escribir?

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