Amor o Despilfarro
Le pido por favor que me ayude. Mi mujer y yo estamos pasando por una época de terribles dificultades financieras.
Estimado Rabino:
Le pido por favor que me ayude. Mi mujer y yo estamos pasando por una época de terribles dificultades financieras. Yo en el trabajo no gano mucho y ella tampoco y los dos sueldos juntos no alcanzan para cubrir los gastos mensuales, así que no tenemos más opción que recibir ayuda financiera de los padres. Esto me pone muy tenso y por más que rezo para mantener la calma, no logro calmar los nervios.
Yo trato de ajustarme al presupuesto, pero mi mujer no sabe cómo arreglarse con el dinero. Ella es una persona muy cálida y muy dulce, pero no sabe decir “no”. Yo todos los días le doy dinero para los gastos, pero muchas veces ella se sobrepasa y le pide al dueño que “se lo anote en la cuenta”. El otro día por ejemplo ella llevó a los chicos a una cafetería y no sólo se gastó todo el dinero que le di sino que encima le pidió al dueño del negocio que anotara todo el resto, porque los chicos no dejaban de pedirle medialunas, chocolates, golosinas etc etc, y ella no sabe decir “no”. Al final gastamos ese solo día más de lo que tenemos para gastar en una semana entera en el almacén.
Todo esto me hace sentir muy tenso y por eso cuando llego a casa me enojo por las cosas más insignificantes. Sé que debería tener más emuná, pero me cuesta entender cómo vamos a llegar a fin de mes si gastamos tanto. Por favor necesito su consejo.
Muchas gracias, Eduardo, de Miami.
Querido Eduardo:
Te entiendo perfectamente. No es fácil andar sobre la cuerda floja y mantener el equilibrio entre las finanzas y la paz conyugal. De más está decir que tienes que tener mucho pero mucho cuidado. Si Dios quiere, en un futuro no muy lejano saldrá a la luz el libro del Rabino Arush intitulado “En el Jardín de las Riquezas”. Por ahora, te voy a ofrecer los siguientes consejos:
Eduardo, quiero que entiendas que muchas veces las mujeres gastan de más y compran cosas porque eso les da una sensación temporaria de alegría. Una vez vino a verme una pareja con un problema de shalom bait. El marido se quejó de que la mujer tenía 355 pares de zapatos. 
Yo le expliqué el marido que ella compra zapatos como un sustituto por la felicidad y la atención que necesita de él y que él no le está dando. Pero como la alegría que le da un nuevo par de zapatos dura solamente cuatro o cinco días, entonces 5 ó 6 veces al mes ella tiene necesidad de visitar el negocio de calzado.
Eduardo, yo no soy profeta, ni tampoco tengo la bola de cristal, pero por pura experiencia te digo que en esta clase de situación, muchas veces el marido puede resolver la situación simplemente dedicándole más tiempo a ella y dándole toda su atención. Porque si ella recibe el amor y la atención que se merece, entonces ya no va a tener esa sed insaciable de comprar más y más.
Una vez que marido y mujer alcanzaron la paz conyugal, entonces podemos seguir ahondando en el tema. Pero mientras no hayan alcanzado la paz conyugal, entonces no sirve de nada. No olvides lo que dice Rabí Najman, respecto a que el sustento del hombre depende del tiempo de calidad que ella pasa con su marido y la atención diaria que él le prodiga. Una vez que mejores esto, te garantizo que vas a ver grandes milagros.
Rabí Najman nos enseña que los objetos materiales innecesarios bloquean la luz espiritual. Jamás le digas “no” a tu mujer, pero en el caso que describes en tu carta cuando ella salió con los chicos a la cafetería, dile a tu mujer (no con tono de sermón sino por verdadero interés en ella, y para ayudarla) que esto es muy malo para la salud de los chicos. Puedes proponerle que la próxima vez que salga con ellos lleve encima una bolsa nevera llena de frutas y de galletitas de harina integral. Las cosas que llevas desde tu casa valen un cuarto de lo que valen en los negocios a los que vas cuando estás de paseo y son diez veces más nutritivas. Yo sé que esto es un detalle, pero en realidad es apenas un ejemplo de toda una escena mucho más grande. También puedes proponerle a tu esposa salir de compras con ella, no para actuar de “policía” sino para compartir la carga de ella. Y cuando estén los dos en el negocio, puedes proponerle las ofertas más convenientes y los alimentos más sanos. No obstante, de ningún modo empieces a discutir con ella. En vez de censurarla y criticarla, ayúdala a mejorar sus hábitos de compras.
Además de eso, tienes que ser consciente de que si HaShem te dio esta mujer por esposa, eso significa que Él también te va a dar los medios necesarios para mantenerla. Como te dije antes, las mujeres no gastan por el acto de gastar. Para ellas lo más importante de todo es la atención que les da su marido, y que él las ame en forma incondicional. Muchas veces, la mujer despilfarra el dinero como una forma subconsciente de poner a prueba el amor del marido por ella. Cuando ella ve que te pones ansioso y enojado, se dice a sí misma que en realidad no la amas. Piénsalo.
Tú me dices que rezas, pero no sirve de nada. Pero si no rezas, no vas a encontrar soluciones, por más esfuerzos que hagas.
Por favor no culpes a los demás por tus dificultades. No le eches la culpa a tu mujer por lo que parecen ser sus errores obvios. En lugar de eso, fortalece tu propia emuná y dirígete a HaShem en plegaria. No obstante, sí hay algo que puedes hacer por tu mujer, y es darle de regalo el libro La Sabiduría Femenina, que contiene toda una sección referida al tema de las finanzas.
Cuando hagas hitbodedut, plegaria personal, dale a HaShem las gracias por este desafío. Existe un antiguo refrán en idish que dice así: “Si es solamente dinero, entonces no es ningún problema”. Y dado que no hay tribulaciones sin transgresiones, te recomiendo que en tu hitbodedut hagas una evaluación de ti mismo y de la forma en que actúas.
Sea como fuere, te doy todas mis bendiciones para que tengas un buen sustento, mucha shalom bait y mucha najat, mucha felicidad de tus hijos.
Un saludo
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