Cuando pensar es peor que hacer – Para hombres

¿Cómo es posible que meramente pensar algo sea peor que hacerlo?

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Dennis Rosen

Posteado en 21.06.21

Mientras estudiaba el Daf Yomi me encontré con una máxima sorprendente en la página 28 de la Guemara Yoma que declara que los pensamientos son peores que los actos. ¿Cómo es posible que meramente pensar algo sea peor que hacerlo? Yo creo que esto es especialmente relevante en el verano, cuando nos enfrentamos a formidables desafíos a la hora de cuidar los ojos.

 

Una respuesta posible es que cuando uno peca con la mente, está utilizando mal su principal arma. La mente es un adjunto del alma y debe ser utilizada únicamente para fines exaltados. Al usar la mente para fantasías sórdidas o ilícitas, uno está incurriendo en un comportamiento reprobable.

 

También debemos darnos cuenta de que no cuidar nuestros ojos es en sí mismo un pecado. Esto se afirma claramente en el tercer párrafo del Shemá, donde se nos ordena no seguir a nuestro corazón ni a nuestros ojos. Cuando los ojos se desvían, inevitablemente llegan los pensamientos pecaminosos.

 

Recuerdo haber leído una enseñanza del Rabino Abraham Twerski que dice que cuando se trata de pecar con la mente, no hay inhibiciones sociales. Una persona puede pensar lo que quiera sin que nadie sepa lo que está haciendo. Además, la imaginación puede recorrer el mundo entero conjurando todo tipo de fantasías degeneradas.

 

Desde el momento en que el Rabino Twerski escribió esto hasta el día de hoy, Internet se ha convertido en algo muy común y ha ampliado enormemente el potencial para el mal uso del intelecto y la imaginación. Ahora hay una plétora de imágenes y contenidos inmundos que antes habrían sido inaccesibles para la imaginación.

 

El elevado precio de no cuidar los ojos

 

La primera víctima es el Shalom Bait, o sea, la paz en el hogar. Inevitablemente, cuando un hombre empieza a mirar a otras mujeres, su esposa le parece menos atractiva y menos deseable. En efecto, le está robando a su mujer al tomar el deseo y el afecto que le pertenecen y dárselos a mujeres extrañas que le están prohibidas.

 

Rabí Shalom Arush explica que las mujeres tienen un sexto sentido. De alguna manera, aunque no sepan exactamente lo que está pasando, sienten que algo está mal, y empiezan a detestar a su marido que está pensando en otras mujeres. Como resultado, el marido empieza a recibir montones de abusos por parte de su mujer y su vida familiar se vuelve una tortura.

 

Debemos recordar que la esposa es una bat Melej, o sea, la hija del Rey. El “Suegro” Divino no ve con buenos ojos que un hombre abuse de sus ojos y maltrate a Su hija de esta manera.

 

Los ingresos de uno también comienzan a sufrir. En su CD de emuna Debt Free Living, el Rabino Lazer Brody explica que si un hombre supiera cuánto dinero está perdiendo cada vez que mira a otra mujer, ¡cuidaría mucho los ojos!

 

Pero la pérdida más grande se produce al dañar la relación con el Creador. Las plegarias de ese hombre ya no son las mismas. Esto se debe a que está dañando el recipiente que necesita para recibir las bendiciones Divinas. Por ejemplo, uno no vertería un vino caro en un vaso agrietado y sucio.. Del mismo modo, Hashem no otorgará hermosas bendiciones en un recipiente contaminado.

 

Los beneficios de cuidar los ojos

 

Cuando un hombre cuida sus ojos, tendrá una mayor felicidad marital. En el libro En el Jardín de la Paz, el Rabino Arush dice que el marido se beneficiará del resplandor del alma de su mujer, que está destinado sólo a él.

 

Cuidar los ojos no es sólo para los casados. Al mantener la santidad personal, la persona soltera crea el recipiente que necesita para ser bendecida con la búsqueda de su alma gemela.

 

Los ingresos de esa persona también mejorarán, ya que los ingresos le llegan al hombre por el mérito de su esposa. Cuidar los ojos y lograr el Shalom Bait abre los canales de la abundancia.

 

Nuestras oraciones se vuelven mucho más poderosas. El Sefer והאר עינינו, que trata sobre la vigilancia de nuestros ojos, cita primero a Derech Eretz Rabbah que dice que cuando uno se abstiene de mirar a alguien que le está prohibido, merece recibir la Presencia Divina. Se cita a Rav Itzjak Zilberstein, que escuchó del autor de Taharat Hakodesh (Rav Aharon Roth, zt "l) que este mismo momento es un momento extremadamente auspicioso para rezar. Uno debe rezar inmediatamente por lo que necesite.

 

¿Qué ocurre cuando se fracasa?

 

Este es un reto extremadamente duro en nuestros tiempos y no siempre podemos tener un 100% de éxito. Un peligro clave es bajar los brazos y darse por vencido después de un revés.

 

Hace un par de años escuché un vort del rabino Y. Y. Jacobson basado en las enseñanzas del Vidente de Lublin. Hay un Satán delante de ti que intenta llevarte al pecado. Después de que él tiene éxito y después del pecado, él va camina detrás de ti y adopta un nuevo rol: te dice que eres una causa perdida y que no vales nada.

 

De muchas maneras este rol del Satanás es aún más peligroso. Esta propaganda venenosa es para que te rindas, te deprimas y te paralices. La clave es darse cuenta de que Hashem todavía te ama y quiere que te arrepientas y hagas un nuevo comienzo.

 

Al visualizar claramente los posibles costos y beneficios, estaremos más atentos a la hora de cuidar los ojos y tendremos muchas más ganancias que pérdidas. Que en este mérito seamos bendecidos con shalom bait, un buen ingreso y que podamos rezar de una manera que provoque compasión Divina y salvaciones milagrosas.

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