Cómo asegurarnos un buen sustento

Tanto él como ella eran profesionales muy bien remunerados. En su momento, pensé que seguramente la gente les tenía mucha envidia…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 15.03.21

Todo el éxito y la felicidad de la persona dependen de la paz conyugal.

 

Enseñan los Sabios: “Hashem no pudo hallar una mejor vasija para contener la bendición a Israel que la paz” (Guemará). A partir de esto aprendemos que la paz hogareña es una de las condiciones básicas para poder recibir toda la bendición y la abundancia de Hashem. Únicamente por medio de la armonía conyugal uno puede recibir Su bendición. Y viceversa: cuando uno no tiene paz conyugal, de ninguna manera va a tener bendición en lo que hace.

 

En cierta ocasión, vino a verme una pareja para pedirme consejo. Tanto él como ella eran profesionales muy respetados y prestigiosos y muy bien remunerados. En su momento, pensé que seguramente la gente les tenía mucha envidia…

 

Cuando la señora empezó a describirme su lista de padecimientos, me quedé con la boca abierta, incrédulo… Resulta ser que su marido, tan respetado y tan admirado por todos, y a quien todos consideraban un “modelo de virtud”, en la privacidad de su hogar se comportaba al contrario de lo que pregonaba: la despreciaba, la criticaba; todo el tiempo la humillaba y le demostraba su propia “superioridad”. Resulta que la situación fue de mal en peor, hasta que finalmente ella pensó en suicidarse, de tanto que sufría. Además, toda su supuesta riqueza no era más que una fachada, porque en realidad estaban endeudados hasta el cuello y vivían del crédito que les daba el banco. Todo lo que ganaban se lo “comía” el banco.

 

Con los ojos llenos de lágrimas, la mujer me rogó: “¡Por favor, le pido que me ayude! ¡Se lo pido por favor! No sé a quién ir. Mi marido es muy conocido y muy respetado y de ninguna manera quiero humillarlo. La gente no me va a creer si les digo cómo se comporta mi marido “modelo”. Pero yo no puedo seguir viviendo así. ¡No puedo! No tengo bendición en nada. En todo me va mal. Todos los días se rompe algo. Un día se rompe el automóvil y al día siguiente no me funciona el refrigerador. Y el poco de dinero que nos queda después de pagar las deudas se nos va en todos estos gastos…”.

 

Esta pareja, que gana tan bien, en realidad está en deudas hasta el cuello y se la pasan todo el día quejándose. ¿Cómo es posible?

 

La explicación es muy simple: cuando el marido no respeta a su mujer, no hay paz conyugal. Y la paz es el único recipiente digno de contener la abundante bendición de Hashem. En este caso, el marido no respetaba a su mujer y por lo tanto no había paz conyugal en aquel hogar. Y sin paz conyugal, no hay vasija que pueda contener la bendición Divina.

 

Hay muchas parejas que ganan menos de una décima parte de lo que ganaban ellos y a pesar de eso no les falta nada. No tienen gastos inesperados – el refrigerador les funciona toda una vida; el coche no necesita ir al taller cada dos por tres. No viven del crédito del banco y están conformes con lo que tienen. ¿Cuál es el secreto?

 

Es muy simple: cuando el marido respeta a la esposa, prevalece la paz en el hogar. Y entonces la familia es una vasija digna de contener la bendición de Hashem. Ese hogar está lleno de bendición.

 

Ahora podemos comprender lo que dicen nuestros Sabios: “El marido siempre debe cuidarse de respetar a su mujer, ya que la bendición del hogar es en mérito de la esposa” (Yalkut Shimoni, Lej Lejá). Esto parecería contradecir lo que dijimos antes, respecto a que la única vasija para recibir la bendición de Hashem es la paz. Entonces ¿cuál es la fuente de la bendición Divina – la paz o el respeto a la esposa?

 

De hecho, no hay contradicción en este caso, porque cuando los Sabios dicen que la paz es la vasija que se necesita para poder contener la bendición Divina, se están refiriendo a la paz conyugal, la paz doméstica. ¿Y cómo se obtiene dicha paz? Respetando a la esposa.

 

 

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1. Bruno Ravina Moreno

9/14/2019

En shabbat se ora por la esposa. Ella enciende las velas. Pero, esto es un resultado. Primero, conforme a la Parashá de hoy, el creyente es fiel a Hashem. Debe buscar para esposa a una que también sea creyente. La armonía está garantizada. Cada una de esas vasijas recibirá la primera gran bendición, la paz. El refrigerador u otro objeto no reciben bendición y se pueden malograr. Pero, eso no eliminará la paz porque ambos, armónicamente hallarán solución. Es más, aun sin refrigerador habrá paz. Habrá bendición. Aun mirando que es hermosa, es mucho riesgo que sea de otro pueblo espiritual. Es previsible daño para los dos. El tendrá deseos de separarse y ella lo mismo. Dos que adoran a Hashem y La Torá, es casi imposible no se respeten mutuamente. Conocen su rol, se ayudan entre sí y a los demás. La Torá fue la bendición madre, todos obtenemos sabiduría. Termino deseando paz, shalom.

2. Luis

9/12/2019

Shalom. Como puedo entender el hecho de que por muchos años traté bien a mi esposa, con respeto y cariño. sin embargo ella siempre estaba de mal humor y me gritaba y se enojaba conmigo y no me hablaba por dias y luego cuando tuvimos nuestros hijos se puso peor porque ahora se molestaba con los niños y nos gritaba a todos por igual y trataba muy mal. Ahora han pasado muchos años y ya no aguanto mas ese trato y me he empezado a hacer igual que ella y odio eso. Como puedo seguir respetandola?

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