¿Cómo fue que me enamoré?

¿Se acuerdan del día en que se enamoraron, cuando sentían que flotaban en el espacio y cada vez que ÉL o ELLA los llamaba se les hacía un nudo en la garganta?

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Rajeli Reckles

Posteado en 05.04.21

Enamorarse es la máxima fantasía que uno pueda tener. Yo creo que para muchos es el número uno en la lista de “diez grandes éxitos”. ¿Acaso se acuerdan del día en que se enamoraron? Yo sí – fue en mi segunda cita con quien hoy es mi marido. Estábamos mirando una película juntos y de pronto nos miramos el uno al otro y ¡PUM! – me di cuenta de que este era el hombre con el que iba a pasar el resto de mi vida.

Ese momento, hace ya once años, me cambió el destino por completo. Y gracias a ese momento, hoy tengo cuatro hijos preciosos, gracias a Dios, y estoy viviendo en Israel y estoy escribiendo este artículo.

Una vez alguien me preguntó por qué elegí precisamente a este hombre por marido. Qué es lo que tenía tan de especial que me lo quería más que a cualquier otro hombre que hubiera conocido.

Yo me quedé sin saber qué decir. La misma tonta de siempre, empecé a tartamudear: “Eh… b..bu… bueno, es que m..me gustó y b…bueno… je..”. Esta conversación tuvo lugar en presencia de mi marido, que me miró con una mezcla de sorpresa y desconcierto. ¿Cómo podía ser que hubiera tomado la decisión más importante de toda mi vida sin asegurarme de conocerlo bien, de estar segura de que esa es la persona que yo pensaba que era?

En retrospectiva, no entiendo cómo pude ser tan impulsiva. Pero tratemos de explicar esto que se llama “amor”. Ahora que estoy del otro lado del cerco –quiero decir que estoy casada y no saliendo-  puedo compartir con ustedes la opinión que tengo del tema del amor. Comencemos diciendo que cuando era soltera yo soñaba con mi Príncipe Azul, quien iba a llegar y llenar un vacío que yo simulaba que no existía, y que íbamos a vivir juntos y felices por siempre. Nosotros íbamos a viajar por el mundo entero a gran nivel y jamás íbamos a caer en la rutina de la realidad cotidiana. Yo no tenía en absoluto expectativas irrealistas  -solamente que midiera un metro ochenta, tuviera ojos azules, un cuerpo perfecto, que fuera millonario y el potencial de ser el padre perfecto, y además que el 100 % del tiempo estuviera de acuerdo conmigo. Para mi suerte, los ojos azules y el potencial de ser buen padre los conseguí. (Querido… con respecto al cuerpo perfecto, todavía tienes algunos detalles que arreglar…).

En síntesis, quiero decirles que después de nueve años casados, les garantizo que la persona que no está casada no tiene la menor idea de lo que es el amor. ¿Por qué? Bueno, en primer término, casarse es la principal forma de demostrar que amas a una persona, pues te estás comprometiendo a pasar a su lado el resto de tu vida. Segundo, la persona que todavía no se casó todavía no ha enfrentado ningún desafío que ponga a prueba su “amor” y hacerlo crecer. ¿Saben lo difícil que es amarse cuando los chicos te están volviendo loca y dando vuelta la casa? ¿O cuando están pasando por una terrible situación económica y uno tiene que mantenerse bien mental y emocionalmente para que el matrimonio y la familia no se vengan abajo?

Pero lo más importante de todo es lo que el amor NO es: “Esta persona cumple todas mis necesidades y por eso la amo”. El verdadero amor es: “¿Qué es lo que puedo hacer por el amor de mi vida? ¿Qué puedo hacer para que se sienta feliz? Pero en la sociedad moderna, es exactamente al revés, y yo creo que es por eso que tantos matrimonios se divorcian – dos personas entran en una relación, cada una esperando que la otra la haga feliz. En el momento en que uno no está al nivel de las expectativas del otro, todo se viene abajo…

Yo pienso que una de las artimañas más ingeniosas de la Mala Inclinación es precisamente enamorarse. ¿Por qué? Bueno, permítanme que les haga la siguiente pregunta – ¿cuántas veces se enamoraron y al final se separaron, porque te diste cuenta de que el otro no era como pensabas? Tal vez no era una persona amable, o tal vez tenía un carácter mucho peor de lo que pensabas, o tal vez no era una persona considerada como te había parecido al principio. Podrían ser un montón de causas. La Mala Inclinación nos hace saltar de una relación a otra sin que entendamos verdaderamente qué es lo que estamos haciendo… y tal vez… por ahí…. Quizás…. Quizás tengamos la suerte de cruzarnos con ÉL. Es de esperar que con ÉL nos llevemos bien…

En esto radica el verdadero genio de la Mala Inclinación – que hace creer que cada persona de la que te enamoras es EL. ¿Y quieren que les cuente algo? “Enamorarse” es una de las sensaciones más increíbles que existen, pero no es el verdadero amor. Eso es capricho o amor ciego, como quieran llamarlo… Pero el amor verdadero es cuando el amor forma parte de ti y eso es algo que recién puede ocurrir cuando los dos pasan tiempo juntos como marido y mujer, superando juntos los desafíos de la vida.

Pero no se preocupen, queridos lectores… Si hiciste un compromiso de por vida con alguien a quien una vez “amaste” pero el “amor” se esfumó, ¡no pierdas las esperanzas! Puedes volver a recuperar esa sensación de enamorarse en tan sólo unos instantes. Esto es lo que tienen que hacer (el consejo me lo dio el Dr. Ballen, médico en psiquiatría, rabino y columnista del Sitio Breslev):

Siéntense en un sofá el uno enfrente del otro. Mírense a los ojos y comuníquense el amor que sienten el uno por el otro. Dénse las manos. Lo importante es que se miren a los ojos. Sonríanse. Díganse con los ojos cuánto se aman y se respetan el uno al otro.

Yo les puedo asegurar que si hacen este ejercicio, van a poder recapturar la sensación de estar enamorados. Pero esta vez va a ser aún mejor, porque tienen una vida vivida en conjunto, ¡así que tienen muchísimas razones para amarse el uno al otro!
 
 

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1. Yuli Ramírez

9/19/2018

Yo me enamore de un drogadicto,esto tiene sentido?

2. Yuli Ramírez

9/19/2018

Cómo fue q me enamore

Yo me enamore de un drogadicto,esto tiene sentido?

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