El anzuelo de la tentación

Todavía no hace un año que Esteban y Judith se casaron y ya empezaron los problemas...

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Yehudit Channen

Posteado en 15.03.21

Todavía no hace un año que Esteban y Judith se casaron y ya empezaron los problemas. Esteban es una persona sociable que se hace de amigos muy fácilmente pero algunos de esos amigos son mujeres y Judith quiere que él deje de tener contacto con ellas.

 

Esteban no entiende por qué a ella le molesta tanto. Él no está románticamente interesado en sus amigas. Solamente son eso: amigas. Igual que las mujeres que conoce por Facebook. Solamente son personas con las que conversa. Él no soporta la posesividad de Judith ni logra entenderla. Además no entiende por qué a ella le molesta que él haga comentarios acerca del aspecto físico de esas mujeres. A veces él se ríe de la ropa poco recatada que usan o de su tamaño corporal. A ella le molesta que él siquiera se fije.

 

Judith está harta del comportamiento de Esteban y se lo toma en forma personal. Ella está segura de que él no está satisfecho con ella y, después de muchas discusiones, ella casi está a punto de renunciar al matrimonio.

 

Yo pienso que acá hay dos problemas. Uno tiene que ver con la necesidad que tiene Esteban de validación por parte de otras mujeres, fuera de su esposa. Ese es un tema que tenemos que tratar. ¿Qué es lo que Esteban obtiene de ese contacto que tiene con otras mujeres que le resulta tan vital que incluso está dispuesto a poner en peligro su matrimonio a causa de eso? ¿O en realidad él disfruta de los celos de ella, a pesar de que se “queja” y siente que ella está exagerando? Él dice que solamente la ama a ella.

 

Después de charlar con ambos, me di cuenta de que los dos habían sido víctimas de engaño en matrimonios anteriores, o sea que los dos habían sido traicionados. Esto complica las cosas todavía más.

 

El segundo problema que tienen es el que quiero analizar en esta ocasión, que es que Esteban y Judith están tratando de mantener un matrimonio monógamo dentro de una sociedad secular que ofrece poco apoyo y nada de guía. De hecho, la vida secular está llena de oportunidades para destruir la santidad del  matrimonio.

 

¿Recuerdan cuando el vicepresidente de los EEUU, Mike Pence, dijo que jamás almorzaría a solas con una mujer que no fuera su esposa y que él no asiste a fiestas en las que se sirve alcohol a menos que su esposa vaya con él? Un hombre muy inteligente, ¿no les parece? Pero según la reacción del público, no fue así.  Mike Pence fue ridiculizado durante varias semanas y todos dijeron que se trata de un hombre en el que no se puede confiar en compañía de mujeres porque no las ve como “iguales” sino como objetos de los cuales hay que aprovecharse. ¡Vamos, Mike, no seas tan pesado!

 

Pero aquellos de nosotros que entendemos un poco más del tema, que somos francos con nosotros mismos, lo alabamos. Pero parece que somos la gran minoría. ¿Y por qué?

 

La sociedad secular rechaza el establecimiento de límites y no afronta el hecho de que las relaciones extramatrimoniales no son algo que “simplemente pasa”. Si bien hay motivos psicológicos para instigar una relación ilícita, jamás llegaría a pasar algo si la gente observara las leyes de recato entre hombres y mujeres.

 

Dios nos dio límites porque Él es nuestro Creador. Él sabe exactamente cómo funciona la mente humana y lo que somos capaces de hacer.

 

Además Él tiene compasión de nosotros y sabe lo fácil que nos resulta caer en algo que no deberíamos caer.

 

Esteban insiste en que no está buscando una relación extramatrimonial pero no se da cuenta de que está jugando con fuego. La Torá no cree en la relación platónica entre hombres y mujeres. Eso no quiere decir que uno no deba ser amable con el sexo opuesto, pero sí que debe observar ciertas leyes, por su bien y por el bien de los demás y más que nada por el bien de su pareja. Las relaciones platónicas fácilmente pueden caer en “algo más”.

 

Los hombres judíos observantes por ejemplo no miran a otras mujeres y tienen cero contacto con mujeres fuera de su familia. No les dan la mano a sus colegas femeninas ni le pellizcan la mejilla a una amiga de la familia, ni abrazan a la prima de su esposa. Tampoco mantiene largas conversaciones con la mujer de otro hombre y no se permite estar a solas en una habitación con una alumna o con una secretaria. Todo esto reduce considerablemente la probabilidad de que suceda algo indebido.

 

Hay tantas personas atractivas, carismáticas e interesantes que sería facilísimo enamorarse de cientos de personas a lo largo de una vida. Pero nos comprometemos con una sola persona y usamos esa devoción para mejorar como personas, para aprender lo que es amar, formar una familia, y acercarnos a Hashem. Tenemos un trabajo muy importante que llevar a cabo en este mundo y no es tener numerosos lazos amorosos con varias personas. La escuela secundaria terminó hace ya rato….

 

Esteban tiene que aprender a limitar su comportamiento, a entender su necesidad compulsiva de obtener atención femenina y lo que esto está causando a su matrimonio. Pero también tiene que darse cuenta de que no es más sabio que Dios. Esteban dice que “no va a pasar nada”. Pero ¿sabes qué, Eric? Ya pasó algo. Tu mujer está sufriendo de una “fractura del corazón” y si no tienes cuidado, el daño puede ser irreparable.

 

 

 

 

 

 

 

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1. Mayra Arroyo

1/30/2019

Wow

Wow, me interesa mucho todo lo que tenga que ver con cultura judía, por supuesto siempre y cuando tenga base en la palabra de Hashem, La Biblia. Dtb. Sea la paz en Jerusalén!;;

2. Mayra Arroyo

1/30/2019

Wow, me interesa mucho todo lo que tenga que ver con cultura judía, por supuesto siempre y cuando tenga base en la palabra de Hashem, La Biblia. Dtb. Sea la paz en Jerusalén!;;

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