El Pegamento de las Almas – Parashat Vaigash

Un casamentero de visión aguda le mostró a Alan la foto de Dina… y a él se le cayó la baba de la boca: ella se parecía a Sofia Loren

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

“Su alma está conectada con su alma…” (Génesis 44:30)

Yehuda le explica al virrey de Egipto, que en realidad es su propio hermano, Yosef, al que hace ya años que no ve, por qué su hermano menor, Benjamín, no puede quedarse como rehén en Egipto y tiene sí o sí que retornar a su padre Jacob. Es que el alma de Benjamín está poderosamente conectada con el alma de Jacob, y si le llega a pasar algo a Benjamín, Jacob no va a poder soportar la pena…

¿Qué es lo que constituye una verdadera conexión de dos almas? De acuerdo con el Zohar, esta es una conexión que hace que las dos almas se fusionen en perfecta unión.

El Midrash nos cuenta que la Torá es el anteproyecto de Hashem antes de crear el mundo. Por lo tanto, si la Torá es el anteproyecto, entonces podemos examinarla con ojos de ingeniero. El pasaje que estamos por analizar tiene una asombrosa simetría. Son dos partes iguales con un conector en el medio, así:

Su alma— está conectada con— su alma

Si el pasaje fuera un péndulo, se mantendría en perfecto equilibrio, pues ambos costados son iguales. En la verdadera conexión de almas, ninguno de los dos costados trata de hacer nada que se eleve a sí mismo y tire abajo al otro.

Pero si ahondamos en el tema, ¿cuál es el pegamento que une a ambas almas? La frase hebrea que significa “está conectada con” es keshurá be-, que tiene valor numérico 613 Y 613 es la cantidad exacta de preceptos de la Torá. De esto aprendemos que la Torá es el único pegamento de almas que es capaz de unir a dos almas en perfecta unión. Que la única forma de unir verdaderamente a dos almas es a través del mutuo compromiso de cumplir la voluntad de Hashem y cumplir con los preceptos de la Torá. Cualquier otra conexión está manchada de intereses personales y por lo tanto no puede ser una relación balanceada, pues el interés personal hace que cada uno busque sus propios deseos aunque el otro sufra. Por eso, nuestros Sabios nos dicen que todo amor que depende de un factor externo, cuando ese factor desaparece, el amor también desaparece. Todo sabemos perfectamente que las personas que se casan “por un factor externo” como ser dinero o estatus social, finalmente sufren amargas desilusiones, pero los que se casan para construir un hogar de Torá y emuná gozan de dicha y gratificación eternas.

Mucha gente sufre enormemente para poder encontrar pareja, tanto para ellos mismos como para sus hijos. ¿Y por qué? Porque buscan las cosas incorrectas, como ser dinero o estatus, que no tienen nada que ver con construir un hogar de Torá y emuná. Hashem me ha posibilitado ser testigo de este fenómeno una y otra vez. He aquí un ejemplo:

Alan era un baal teshuvá (joven judío que retornó a sus raíces) proveniente de un país europeo, y cuya familia era propietaria de una importante firma de bienes inmuebles. Después de la muerte de su padre, él, su madre y su hermano heredaron la empresa siendo socios igualitarios. Mientras tanto, Alan decidió que iba a tomarse un año sabático para ir a estudiar a Jerusalén en la Yeshiva Aish HaTorá. Por ese entonces, yo daba clases a los nuevos alumnos en hebreo y Alan era uno de ellos. Alan tenía una mente muy perspicaz pero a la vez un carácter muy difícil. Él estudiaba Torá pero todavía no había logrado refinar su carácter. Uno de sus propósitos para su viaje a Israel era encontrar esposa. Y tenía sus requisitos: tenía que ser una joven muy atractiva y además inteligente.

Dina era la menor de cinco hermanas. Sus hermanas mayores se habían casado todas con rabinos, pero Dina desdeñaba ese estilo de vida. Para ella, sus hermanas vivían una vida llena de privaciones, a pesar de que todos los maridos eran maridos y padres ideales. Ninguna de sus hermanas tenía un auto y además sus guardarropas eran demasiado sencillos para el gusto de ella. Todas se habían casado antes de cumplir los veinte pero ella ya había cumplido los veintidós y todavía estaba esperando. Ella quería casarse con alguien que trabajara y que tuviera mucho dinero, ayuda doméstica, un auto, vacaciones en Europa y un suntuoso guardarropas: ella era paciente y podía esperar…

Un casamentero de visión aguda le mostró a Alan la foto de Dina… y a él se le cayó la baba de la boca: ella parecía como Sofia Loren pero con la belleza mediterránea de sus ancestros judeo-libaneses. Después de una sola cita, Alan y Dina se quedaron perdidamente enamorados el uno del otro, porque cada uno era exactamente lo que el otro estaba buscando.

Tras la boda, Alan y Dina se quedaron en Jerusalén otro año más. Vivían eufóricos en un suntuoso departamento con vista al Muro Occidental. Alan conducía su deportivo BMW y Dina tenía nada más ni nada menos que seis (¡!) pelucas de cabello natural, veinticuatro pares de zapatos y un ropero repleto de ropa último modelo. Alan se sentía muy orgulloso haciendo alarde de la belleza de su nueva esposa y ella estaba muy orgullosa de gastar todo el dinero de su nuevo marido. Tal como dice la Guemará: “Hashem los estaba coduciendo exactamente por el camino que ellos querían transitar”.

Después de un año en el Kolel, Alan y Dina decidieron retornar a Europa, a los negocios de la familia. Pero no sabían lo que les esperaba. El hermano y la madre de Alan se habían pasado todo ese año haciendo todo tipo de maniobras a fin de sacar a Alan del negocio por la fuerza. Y así fue como él se quedó sin nada. Dina, por su parte, que ahora estaba embarazada y sufría de terribles náuseas, era cualquier cosa menos la reina de belleza que Alan había soñado. Ella perdió toda su belleza y él perdió todo su dinero. Como dicen los Sabios: cuando desapareció el factor externo, también desapareció el amor. De más está decir que el matrimonio llegó a su fin desastrosamente…

El único pegamento capaz de conectar verdaderamente a dos almas –ya se trate de marido y mujer, o padre e hijo, o dos amigos-  es un compromiso de emuná, de servir a Hashem en forma conjunta con total fe. Ese es el objetivo en común de dos socios. No hay nada más en todo el mundo que tenga el poder de conectar a dos almas en total unión.

 

 

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1. carolina polania quintero

12/26/2018

Creo que esta es una de las enseñanzas que mas me ha gustado.

Esta enseñanza No solo fue corta y Clara, realmente tiene un profundo alimento para que cualquier duda sea despejada en relación a una verdadera motivación en el área sntimental. Shalom,

2. carolina polania quintero

12/26/2018

Esta enseñanza No solo fue corta y Clara, realmente tiene un profundo alimento para que cualquier duda sea despejada en relación a una verdadera motivación en el área sntimental. Shalom,

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