Las deudas y tu felicidad

Yo quisiera estar feliz. Pero las deudas no nos dejan seguir adelante.

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Tali Mandel

Posteado en 15.03.21

Hace unos días recibía este mensaje de una de nuestras seguidoras:

 

Yo quisiera estar feliz. Pero las deudas no nos dejan seguir adelante.

 

Este mensaje es simple y conciso, y a la vez es muy común. Muchas personas, la mayoría de hecho, se han sentido así en algún momento de sus vidas. ¿Cómo puede uno estar feliz cuando las deudas le están ahogando? Bueno, por paradójico que pueda parecer la respuesta no es sencilla pero sí que es simple.

 

La emuná lo puede todo. Incluso aunque la persona se vea inmersa en un mar de recibos, puede salir adelante si tiene emuná. Ya sé que parece un poco difícil de “digerir” pero la felicidad depende de uno mismo. Si la persona toma la decisión de estar feliz, lo va a estar pase lo que pase. Esta debe ser una decisión firme e irrevocable. Obviamente no es fácil pero es cuestión de tener fuerza de voluntad. Al igual que cuando nos ponemos a dieta, hay muchas tentaciones que nos pretenden distraer de nuestro noble cometido. En este caso, en lugar de un helado doble de chocolate que intenta vilmente sabotear nuestra dieta de verduras y ensaladas, la tentación que intenta destruir nuestro plan de ser felices es una oportunidad de negocio perdida, una factura imprevista o una disminución de los ingresos.

 

Esto puede venir acompañado de dificultades con el shalom bait, problemas de salud, depresión y un sinfín de circunstancias que pueden agolpársele a la persona en un momento determinado de su vida. Sin embargo, cuando tenemos todo esto encima lo que tenemos que hacer es agradecer a HaShem. ¿Quién si no ha decidido que nos sucedan todas estas calamidades? Dicho sea de paso, si no fuera por ellas no aprenderíamos verdaderas lecciones valiosas que necesitamos para reparar nuestra alma.

 

Aun cuando estamos en medio de toda esa “miseria” debemos levantar nuestros ojos al Cielo y agradecer a HaShem. Hacer introspección personal y entender cómo nos sentimos realmente y qué es lo que quiere el Creador de nosotros es un paso indispensable para lograr remontar el vuelo. Continuamente escuchamos historias en Breslev sobre personas que se encontraban sumidas en la depresión, en las deudas, en los momentos más oscuros de su vida y de repente se dieron cuenta de que la solución era volver su mirada a HaShem. Estos problemas son los que hacen a muchos idólatras convertirse en Bnei Noaj, a otros les sirve de despertar espiritual para hacer la conversión y a algunos judíos les sirve para volver en teshuvá y volverse observantes de mitzvot.

 

En el momento en el que uno deja de auto compadecerse y pensar que todo le sucede a él y a preguntarse por qué nadie más en el mundo lo está pasando mal más que él mismo, entonces las cosas empiezan a verse de otra forma. Tal vez ese era el medio por el que la persona debía acercarse a HaShem. Hasta que no nos tocan donde más nos duele, no nos damos cuenta de la Presencia que tiene nuestro Creador en la vida diaria. Su presencia está oculta pero si nos concentramos y miramos los acontecimientos que nos rodean con ojos diferentes, podremos ver cómo Él guía nuestros pasos y pone en nuestro camino determinadas pruebas que nos sirven para mejorar, para evolucionar, para dar ese gran salto que teníamos que dar.

 

Tener deudas o un montón de gastos imprevistos que no sabemos cómo vamos a afrontar no es más que una prueba de HaShem. Solamente mediante la aceptación de la Voluntad Divina y de un cambio de actitud podremos superar esta prueba. Empezar a organizarse mejor económicamente, a llevar una contabilidad y a incluir en esa contabilidad a los más necesitados es un buen comienzo para solventar las deudas económicas.

 

No se olviden de que los que nos rodean son instrumentos que usa HaShem para que despertemos y hagamos las cosas como realmente debemos. Así que si alguien les hizo una faena y perdieron oportunidades de trabajo, de negocio o de ingresos no se preocupen, no era para ustedes. En cuanto a la actitud de esa persona que les causó un perjuicio, dejen a HaShem al cargo. Él sabe por qué está utilizando a esa persona de esta manera y por qué le tocaba interpretar ese papel en sus vidas. Si alguien fue deshonesto con ustedes, dejen que HaShem lo solucione, Él sabe a qué personas debe utilizar para determinados cometidos no loables.

 

Si ayudamos a los demás con lo que tenemos, del Cielo también nos ayudarán. Por eso, más vale replantearse seriamente hacia dónde estamos volcando nuestros esfuerzos económicos  para que la bendición nos venga del Cielo. Y más vale tomar la firme decisión de estar felices con lo que nos toca en lugar de que HaShem tenga que ponernos más pruebas para que finalmente entendamos que es Él Quien ordena todo en este mundo y que eso es motivo más que suficiente para estar tranquilos y felices.

 

 

 

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