Respeta a Tu Esposa

Deja de fruncir el ceño. Si tu matrimonio no es exactamente lo que deseas que sea, o en tu casa no existe exactamente el ambiente que te gustaría tener, no te desanimes....

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

Respeta a Tu Esposa, Primera Parte:

Deja de fruncir el ceño, querido hermano. Si tu matrimonio no es exactamente lo que deseas que sea, o en tu casa no existe exactamente el ambiente que te gustaría tener, no te desanimes. No hay ninguna necesidad de desesperarse y hay mucho que se puede hacer al respecto.

Para empezar, vamos a plantearnos una pregunta: ¿Por qué desea el Creador que un hombre tome a una mujer en matrimonio? Biológicamente, no necesitamos la institución del matrimonio para perpetuar la raza humana, ¿entonces para qué necesitamos una esposa?
 
¿No Podría el Creador haber permitido que cumpliremos el Precepto de "Fructificaos y multiplicaos" (Génesis 1:28) sin casarnos? Sabemos cuanto el Creador aprecia la Torá y que gran cosa es cuando uno dedica su vida a su aprendizaje. Aparentemente, una esposa consume una enorme cantidad de nuestro tiempo – tenemos que prestarle atención, estar con ella, escucharle – a veces durante horas. Y esto no es todo – acompañarla a las compras, luego ayudar en la casa – hay todo tipo de demandas domésticas durante todo el  tiempo. Si no tuviéramos el peso de una esposa sobre nosotros, tendríamos aparentemente mucho más tiempo y podríamos vivir con un presupuesto mucho más pequeño. ¡Podríamos pasar todo nuestro tiempo aprendiendo la Torá! ¿Entonces, por qué nos sobrecargó el Creador con una esposa?
 
La razón es que un hombre no puede llegar a conocer al Creador a menos que contraiga matrimonio y apoye a una esposa. Espiritualmente, él puede alcanzar la perfección de su alma solo después del casamiento.
 
El Midrash nos enseña que el Creador está dispuesto a borrar Su propio nombre en favor del Shalom Bayit, la paz domestica. ¿Por qué la paz del hogar es tan importante para el Creador, hasta el punto de hacer borrar su nombre lo cual es una prohibición de la Torá?
 
La paz es el camino de la Torá. Shalom – paz en hebreo – es uno de los nombres del Creador; por eso está prohibido decir la palabra "Shalom" a tu amigo cuando lo saludas en el mikve o en las duchas del gimnasio. Shalom – la paz – es el estado óptimo del alma; un alma apacible es el receptáculo apropiado para la luz de la Torá, que también es paz. Si no estas casado, no puedes saber que es la paz. ¡Algunas personas dicen "Yo sé como hacer las paces con mi compañero de tenis!". Esta no es una prueba sobre tu capacidad de vivir en paz – el compañero de tenis no te pide tirar la basura o llevar a los niños a la escuela, él no te pide más dinero o que lo lleves a las compras. La paz con tu compañero de tenis se parece a un soldado que demanda una medalla de valor por su actuación en un entrenamiento básico. Alguien con inteligencia entiende que no se consiguen medallas a menos que sea probado en el combate.
 
Cuando estás casado – estas bajo las armas. Cuando consigues una  verdadera paz con tu esposa, mereces una medalla. La medalla que el Creador te da es un ambiente en tu casa que es literalmente como el Paraíso en la tierra.
 
De este modo, consiguiendo la paz hogareña, un hombre se prepara para verdaderamente aprender la Torá y adquirir buenos rasgos de carácter. Para conseguir la paz doméstica, el hombre debe liberarse del egotismo, arrogancia, impaciencia y cólera. Una vez que se libera de los rasgos negativos, el marido se transforma en un mucho mejor instrumento para poner en práctica e interiorizarse con las leyes y lecciones de la Torá. Por lo tanto, una persona que no ha conseguido con éxito la paz con su esposa, se engaña a sí mismo pensando que él realmente aprende Torá y realiza la voluntad del Creador como debería.
 
El secreto para obtener la paz en el hogar es emuna, la auténtica fe en el Creador. El primer principio de emuna es que todo proviene del Creador – por lo tanto, cuando nuestra esposa nos grita, nos desacata, o nos maltrata, no está ella haciéndolo. Ella es sólo un agente en las manos del Todopoderoso. Con la fe, entendemos que no hay ninguna razón en el mundo para enojarnos con nuestra esposa. Al contrario, debemos apreciar el hecho que ella sirve al objetivo de ser el  "altavoz" del Creador en el hogar – todo lo que ella hace es transferir Sus mensajes. Así es como HaShem, el Creador, se comunica con nosotros por medio de nuestro ambiente – El nos da lecciones que podremos entender. Por ejemplo, cuando andamos desabrigados por la calle con una temperatura bajo cero en pleno invierno, estamos haciendo daño a nuestra salud. HaShem da a nuestros cuerpos una sensación de frío de modo que volvamos a la casa y nos pongamos un abrigo de invierno y guantes. La sensación de frío en nuestros cuerpos es un mensaje lógico que todos podemos entender, diciéndonos que debemos vestirnos con ropas más abrigadas.
 
La cólera de una esposa – tan imprevisible e ilógico como puede parecer – es también un mensaje lógico del Creador. Tanto el Zohar como el Midrash nos enseñan que el alma de una esposa es realmente la segunda mitad del alma del marido. Como tal, una esposa refleja a un marido como un espejo. Cuando un marido deja de cumplir con sus obligaciones hacia su esposa, ella refleja su comportamiento casi al instante. Cuando deja de respetarla como un buen marido debería, ella no lo respetará. Cuando el es impaciente con ella, ella estará enojada e impaciente con él. Cuando él no la ama, ella no lo amará. Esto es un nivel inferior de la comunicación de causa-y-efecto espiritual.
 
En un nivel superior, cuando una esposa muestra desacato hacia el marido, esto es un signo seguro que el marido no respeta correctamente al Creador. Di-s dirige el mundo según el principio de "Medida por Medida", como han dicho nuestros Sabios de bendita memoria (Tratado Sota, 8b): "En la medida que el hombe se conduce – con esa medida El se conduce con él". 
 
 

Continuará…

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