Abuso y emuná

A veces hay cosas del pasado que toda la gratitud del mundo no puede borrar. Y esas cosas siguen manchándonos el presente y el futuro.

3 Tiempo de lectura

Rajeli Reckles

Posteado en 18.03.21

La gratitud y la emuná hacen que todo sea mucho más fácil y tolerable. Muchas veces incluso pueden hacer que la situación sea agradable. Pero a veces hay cosas del pasado que toda la gratitud del mundo no puede borrar. Y esas cosas siguen manchándonos el presente y el futuro.

 

Por ejemplo, a un adulto que sufrió abuso de niño va a sentir mucho consuelo al internalizar la emuná, lo cual sucede solamente cuando uno aprende a decir: “Gracias”. La emuná ayuda a ese adulto a que entienda que Hashem lo puso en algunas situaciones imposibles que eran necesarias para la rectificación de su alma. Solamente Hashem sabe por qué esas situaciones eran necesarias, y la emuná es lo único que tenemos que nos salva de volvernos locos o que nos volvamos personas herejas y llenas de amargura.

 

Pero el problema es que el hecho que uno mire hacia atrás, al abuso que sufrió de niño, y que crea que eso también fue para bien no significa que los efectos del abuso hayan desaparecido en forma repentina y milagrosa. Esta persona todavía tiene que aprender y desaprender muchas cosas que sucedieron como resultado de su trauma, y especialmente si fue un abuso continuo.

 

Por ejemplo, si un niño fue golpeado brutalmente por su padre, y ahora él es padre de un recién nacido, ¿cómo puede saber que no tiene dentro de él la tendencia de golpear a su hijo? ¿Cuándo lo va a poder saber con certeza? ¿Después de que golpee a su hijo por primera vez? ¿Y entonces qué va a pasar? ¿Va a buscar a algún terapeuta? ¿O simplemente va a tratar de no hacerlo más? ¿Y qué pasa si eso vuelve a suceder?

 

Y así el ciclo se repite.

 

Otro ejemplo: una niña que fue abusada sexualmente durante años. Cuando es adulta, aprendió e internalizó los conceptos de la emuná y la gratitud. Con mucha plegaria personal y conexión con Hashem, ella hoy puede mirar hacia atrás y acpetar que lo que pasó fue porque Hashem quiso que pasara. Esto, en sí mismo, es un tremendo logro y debería estar muy orgullosa de sí misma.

 

Sin embargo, esta misma mujer no tiene intenciones de casarse y formar una familia. No estoy diciendo que cada mujer tenga que hacer esto, pero sí que este es un deseo natural que Hashem le infundió a cada mujer. Y el hecho de que ella no tenga este deseo significa que ella no se curó completamente.

 

¿Y qué pasa con las relaciones matrimoniales que subconscientemente le recuerdan al hombre o a la mujer de sus propios padres? ¿Qué pasa si el marido tuvo una relación difícil con su madre y ahora él ve el rostro furioso de su madre cada vez que su esposa se enoja con él? ¿Con quién está discutiendo? ¿Con su mujer o con su madre?

 

Y luego está mi favorito, por supuesto. Explotar ante tu hijo porque él te hace sacar a flote la parte más fea de ti .  Yo tengo un hijo que me vuelve loca. Y no porque sea necesariamente el más difícil de todos mis hijos. Por el motivo que sea, hay cosas que él hace que instantáneamente y subsconscientemente me hacen acordar de partes de mi propia infancia que no fueron lo que se dice “maravillosas”. Mi reacción es un reflejo descontrolado y por más que diga “gracias”, eso no me va a ayudar a eliminar esos detonantes. Es algo de lo que me tengo que encargar yo misma. No se preocupen: ya está en mi lista de cosas pendientes, después de “hacer un crucero por Europa”.

 

Ahora bien: no estoy diciendo que la gratitud no sirva! Sí que sirve, y es el salvador número uno! En cada momento disponible conviene que Le demos la gracias a Hashem por cada pequeña cosa.

 

Pero si uno sufre de un trauma o incluso si reacciona sin poder controlar sus emociones, entonces no hay absolutamente ningún motivo por el cual no busque terapia para solucionar esos conflictos.

 

Gracias a Dios, hoy en día hay mucha gente que sabe que estamos todos viviendo situaciones de gran confusión y que necesitamos ayuda. Y eso es buenísimo, porque al darte cuenta de que tienes un problema que necesitas corregir ya lo estás corrigiendo. Admitir que necesitas ayuda es en realidad señal de que eres una persona madura y eres consciente de tus puntos débiles y que eres realista de tus limitaciones. Esa es una maravillosa señal de que tienes una mente aguda y profunda.

 

Mucho éxito!

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario