Comamos sano! #2

La mala inclinación es una mentirosa que quiere destruirte el cuerpo y el alma. Todas las calorías extra que obtienes de las papas fritas y las hamburguesas te hacen engordar y te causan problemas cardiovasculares. Los alimentos procesados y ahumados so carcinogénicos y están vacíos de nutrientes.

Las bebidas diet te llenan el cerebro de aspartamo y te atacan las coyunturas. La mala inclinación se ha propuesto matarte. Porque la persona muerta ya no puede servir a Hashem.

A esta altura, muchos de ustedes  ya habrán dado vuelta la página: no quieren oír más nada. Solamente quieren su pizza con su cerveza y no les importa las consecuencias. La persona que dice “déjenme en paz y déjenme disfrutar tranquilo de lo que me apetece” es o bien un infeliz o está en camino a serlo.  Las enchiladas y los tamales bien calientes en su aceite hirviendo oxidizado produce la enfermedad de Chrohn, y entonces uno tiene que vivir tomando anti-inflamatorios y pagando una fortuna a los médicos. Si me preguntaran a mí, les diría que consumieran más cereales integrales, verduras, frutas, , agua y yogur. Les recomendaría que evitaran en forma estricta el consumo de alcohol, comidas con especias fuertes, fritos y comidas aceitosas y todas las conservas, alimentos procesados, harina blanca refinada y azúcar blanca. No te hace falta proteína animal (carne) si consumes legumbres así que puedes limitar la carne y el pollo a Shabat. Esta dieta natural es buena no solamente para enfermos de Chrohn sino también para bajar la hipertensión, bajar de peso, curar la artritis e incluso superar el cáncer, tal como han dado testimonio muchos pacientes. El comer sano puede ayudar a la persona a superar prácticamente cualquier enfermedad y esa es una promesa de Maimónides (Rambam)!!

Dijo el Rey Salomón, el más sabio de todos los hombres: “El justo come para saciar el alma pero el estómago del malvado está siempre vacío”. Esta afirmación es más profunda que el lecho del océano. Nuestros sabios preguntan: “Qué significa que el justo come para saciar el alma?” ¿Cómo el alma va a saciarse con comida?”

Si abrimos el clásico libro Reshit Jojmá, vamos a encontrar dos explicaciones: primero, que el tzadik come para servir a Hashem y solamente por eso. Segundo, que el tzadik come con santidad, lavándose las manos y comiendo poco y lento, mientras estudia Torá en la mesa. Esto también sacia el alma. Ahora podemos entender la Guemará que dice que cuando no hay Templo para expiar nuestros pecados, la mesa sirve de Altar para expiar los pecados.

Dice el Rey Salomón que el estómago del malvado está siempre vacío. La Torá nos da una clara ilustración de esto. Inclusive siendo muy joven, el malvado Esav llega a casa tras un día de asesinato, robo y adulterio. Nuestro antepasado Jacob había acabado de preparar un plato de lentejas rojas. Esav le vende su primogenitura y le dice a Jacob que vierta del alimento rojo en su boca, igual que uno da de comer a un camello…

Nunca deberíamos comer por gula ni tragar la comida. Dice Rav Shalom Arush que no sólo deberíamos comer por el propósito de servir a Hashem sino que el acto mismo de comer debería ser un servicio Divino en sí mismo.

Dice el sagrado Shela citando la Torá cuando dice “el hombre no vivirá solamente de pan sino de cada palabra de Hashem” que muchos filósofos han tratado de descubrir de qué manera el alma está apegada al cuerpo. Los judíos saben que la comida hace esta conexión, pero los filósofos no logran entender de qué modo una sustancia física, la comida, puede conectar a una sustancia espiritual, o sea, el alma, con el cuerpo. Lo que no entienden es que las comidas también tienen una dimensión espiritual.