¿Deprimido? ¡Y qué!

En vez de cortarle el teléfono porque no nos gusta el mensaje que nos está tratando de transmitir, démosle a Di-s un minuto, y escuchemos lo que nos está tratando de decir...

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 17.03.21

En vez de cortarle el teléfono porque no nos gusta el mensaje que nos está tratando de transmitir, démosle a Di-s un minuto, y escuchemos lo que nos está tratando de decir.
 

Ayer estaba en el dentista y me di cuenta de que él le demostraba a su asistente la gratitud más increíble, diciéndole todo el tiempo “por favor” y “gracias” y le decía cuánto apreciaba cada movimiento que hacía ella para atrás y para adelante, y cada objeto que ella le pasaba y cada objeto que ella recibía de él para guardarlo o para limpiarlo. Él le dijo cuánto lo estaba ayudando al hacer todo esto. La hizo sentir que ella era tan importante para mi tratamiento como él. Y ella estaba en las nubes. Fue algo muy lindo de ver y además fue para mí un importante recordatorio: que siempre tengo que darle las gracias a Hashem en todas partes, a cada momento, por cada cosa. Y decidí empezar a hacerlo ahí mismo, recostado en la silla del dentista, con todo el equipamiento del dentista dentro de la boca y el agua salpicando en todas direcciones y con el torno taladrándome la boca. Gracias, Hashem.

Definamos lo que es la felicidad

En esencia, la felicidad es gratitud. Se nos llama yehudim, o sea, judíos, porque esa es la palabra hebrea que significa “gente que da las gracias”. La Guemará nos define como las criaturas que Le hablan a Di-s (agradeciéndole). El agradecimiento es lo que nos hace felices. Y lo opuesto, las quejas, las comparaciones y el lloriqueo es lo que nos pone tristes.

En vez de quejarnos y lamentarnos constantemente por nuestra pareja, empecemos a darle las gracias. Eso es lo que una joven mujer llamada Javi está haciendo, y la verdad es que está empezando a sentirse mucho más feliz en su matrimonio. Todas las terribles historias de perpetua soltería y todas las horribles estadísticas de divorcio la llevaron a empezar a darle las gracias a Hashem de que por lo menos está casada. Ya no se encarga de medir a su marido en comparación con los otros maridos. Empezó a invertir plegarias en el marido que Di-s le dio y eso está dando dividendos…

SÍ, TIENE RAZÓN, HAY UNA MOSCA EN EL VASO DE CERVEZA –
PERO ¿POR QUÉ NEGARLE AL PRÓJIMO UN POCO DE FELICIDAD?

Pero no tenemos que detenernos dándole a Hashem las gracias solamente por las cosas “tangibles” o las “bondades” obvias que tenemos. Incluso podemos darle las gracias por la ansiedad y la depresión que tenemos. Eso también es un mensaje del Cielo. En vez de cortarle el teléfono porque no nos gusta el mensaje que nos está tratando de transmitir, démosle a Di-s un minuto, y escuchemos lo que nos está tratando de decir.

La solución está oculta dentro del problema

Una de las razones principales por las que desarrollé la Terapia de Emuná y el Coaching de Emuná es porque mucha gente arroja la toalla cuando se da cuenta de que no logra deshacerse de sus problemas emocionales. Seguro, la primera semana mejoran, o incluso el primer mes o incluso un año entero, pero sin Di-s en escena, la “cura” o el “alivio” es solamente temporario.

Esto puede ser muy desmoralizante y producir a su vez más depresión y más ansiedad, si es que no encaramos estos temas usando la Emuná. Pero la Terapia de Emuná afirma que hay otra forma de tratar la ansiedad y la depresión en su raíz, y hacer que pasen a formar parte de pasado en forma permanente.

¿De qué manera?

Muy simple: aceptando la voluntad de Di-s ¿Quién fue el que me hizo sentir ansioso o deprimido en este mismo momento? Hashem. Por más que traté, no logro hacer que se vaya, ni con la voluntad ni con la plegaria. ¿Por qué Hashem me hace sentir tan bajoneado? Porque quiere que aprenda algo de ese bajón.

Él quiere que veamos que podemos tener ansiedad o depresión y que aún podemos seguir viviendo y aún podemos seguir siendo felices y aún podemos sentirnos seguros al mismo tiempo. Sólo por el hecho de que en este mismo momento te sientes deprimido acerca de algún tema en particular, eso no significa que eso tenga que penetrar en cada aspecto de tu vida. Puedes estar preocupado por algo y al mismo tiempo despreocupado y alegre.

Es verdad: ese no es el mejor escenario. Seamos honestos: preferiríamos estar contentos y felices las veinticuatro horas del día, pero lo que pasa es que todavía no alcanzamos ese nivel. ¿Qué importa? No tenemos que comprar el concepto de “todo o nada” que nuestro Yetzer Hara nos está tratando de meter en la cabeza. Incluso si estamos muy deprimidos, y solamente un poquito contentos, eso es lo mejor que podemos lograr en este momento y es estupendo. Tenemos que querer y aceptar el nivel en el que nos encontramos por ahora y entender que eso es lo que Di-s quiere para nosotros en este momento, y además que es lo mejor que puede haber.

Entonces ¿todavía no tienes una emuná completa? ¡No importa! Eso solamente significa que tienes un poco de ansiedad y depresión mezclados con tu alegría y tu felicidad. No te deprimas más aún diciéndote a ti mismo que no “puedes” estar deprimido. La depresión también es un mensaje de Hashem.

La depresión no tiene por qué ser el golpe de gracia para todas las otras cosas que tienes en la vida. Una vez que te das cuenta de que la depresión no tiene por qué ser una marcha fúnebre, y que no tiene por qué matarte, ahí te conviertes en el deprimido más feliz y más funcional y más optimista que alguna vez hayas conocido. Con Hashem no hay reglas que te imposibiliten estar muy contento cuando todavía estás deprimido. No creas en nada de lo que leíste o escuchaste en el sentido contrario. Recuerda que ahora estamos entrando en el Mundo de la Emuná, donde Hashem dirige todas las cosas y donde absolutamente todo es posible.

No te preocupes

Las mismas ideas básicas se aplican también al tema de la ansiedad. ¿Por qué estamos angustiados? Por lo general, porque nos enfrentamos a una plétora de opciones, desde qué preparar para la cena hasta con qué persona casarnos, y a qué escuela enviar a los chicos. Cada una de estas elecciones nos conduce a un conjunto determinado de consecuencias, algunas obvias y otras ocultas; algunas positivas, y otras negativas. Todos tenemos terror de equivocarnos en nuestras elecciones y de tener que vivir con la culpa de “arruinar” nuestras familias y a nosotros mismos.

A medida que nuestras responsabilidades se van multiplicando, también se van multiplicando nuestras opciones y lo mismo ocurre con nuestra ansiedad, y en especial cuando explota nuestra burbuja y hacemos una decisión incorrecta, y nos damos cuenta del lío en el que potencialmente nos estamos metiendo.

Por lo general, la gente trata con esta ansiedad de “exceso de opciones” de una de dos maneras: o bien se desconectan o bien se vuelven terribles fanáticos del control, tratando de minimizar lo “desconocido” y todos los riesgos que esto conlleva. Si somos sinceros, veremos que ninguna de estas dos opciones realmente está tratando la raíz del problema.

¿Cuál es la raíz del problema? Que no creemos en Di-s o, si sí creemos, que no creemos realmente que Di-s está dirigiendo el mundo y que hasta el más mínimo detalle de nuestra vida -incluyendo las situaciones “difíciles” en las que nos encontramos- fueron hechas a medidas por Él y que todo es finalmente para nuestro propio bien.

O, en otras palabras, la raíz del problema es que no estamos viviendo en el Mundo de Emuná. La gente que tiene emuná tiene confianza en las decisiones que toma, porque sabe que incluso si resultan ser “equivocadas”, igualmente la van a llevar a buen puerto.

Y lo que es más: la gente que tiene emuná sabe que Di-s se encuentra detrás de todo lo que ocurre y por eso se esfuerzan mucho más por poner a Di-s en la escena ya desde el comienzo, y de incluirlo en su proceso de toma de decisiones. Y cuando la elección surgió por inspiración Divina, por lo general es la elección correcta. E incluso las raras veces en que las cosas no salen como habíamos pensado, no obstante sabemos que todo proviene de Di-s y que finalmente será para nuestro propio bien.

 

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1. Rocio Ballén

10/03/2013

INQUIETUD Agradezco mucho al Dr Ballén por este articulo entre otros. Hay momentos en que como dice este articulo dejamos de creer que D-os piensa en nosotros, lei que existe una escuela de emuná. Es posible asistir en Bogotà, Colombia

2. Rocio Ballén

10/03/2013

Agradezco mucho al Dr Ballén por este articulo entre otros. Hay momentos en que como dice este articulo dejamos de creer que D-os piensa en nosotros, lei que existe una escuela de emuná. Es posible asistir en Bogotà, Colombia

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