La dieta verde

¿Conocen esa famosa frase que dice “mañana empiezo la dieta”? Bueno. Vamos entonces!

Tengo todo un grupo de gente haciendo conmigo la dieta de “limpieza del hígado” en esta misma época del año. Con el paso del tiempo, el grupo creció muchísimo.

Se trata de unas cuantas semanas de régimen especializado para limpiar el hígado. ¿A quién está dirigido? A todos! Pero en especial a todos los que sienten cansancio, fatiga, falta de energía, falta de concentración, alto nivel de grasas (colesterol etc) en los análisis de sangre, dolores de cabeza, migraña, dolor de huesos y coyunturas, dolores de cuello, de hombros y de espalda, distintas clases de alergia, dolores menstruales, insomnio, ojos enrojecidos o secos, uñas quebradizas, y enfermedades tales como irua moji, problemas de diabetes y de presión arterial y problemas cardíacos. Además, todo el que se siente nervioso, tenso, enojado, intranquilo…

Si tienen alguno o más de uno de los síntomas mencionados, les recomiendo mucho que hagan la limpieza de hígado. Se trata de una etapa muy importante tras la cual conviene mejorar la nutrición general en términos moderados.

¿Qué hay que hacer?

Hay que comer durante tres semanas consecutivas, incluyendo Shabat, arroz integral con poroto chino (poroto o frijol verde pequeñito y suave para la digestión con un “ojo blanco”), frutas y verduras, hojas verdes y bebida verde únicamente. Hay que comer estos alimentos hasta saciarse.

Si son creativos se van a dar cuenta de que esta comida es muy sabrosa, que hay  una enorme variedad y que los va a hacer sentir muy livianos, jóvenes y tranquilos.

Para preparar el arroz, hay que dejar en remojo los porotos verdes durante toda la noche, y al día siguiente, hay que colar el agua y colocar un vaso de porotos verdes con dos vasos de arroz y dos vasos de agua y condimentar bien.

Preparen sopas verdes, ensaladas verdes, hojas verdes cocidas y crudas, y también algo para picar… verde! (pistacho verde, etc..)

A la mañana conviene tomar una cuchadrada de omega 3,6,9.

Una vez transcurridas las tres semanas, hay que continuar con una dieta balanceada según el caso.

Este régimen limpia, nutre y ordena el cuerpo. Esto es algo que se puede comprobar en los análisis de sangre y ultrasound (ecografía) del hígado. Conviene hacerlo asesorándose con un nutricionista y por supuesto consultando al médico de cabecera. Durante los primeros días de la limpieza, a veces se produce una reacción a la misma que puede expresarse como dolores de cabeza o exceso de flemas, que pasan después de dos o tres días.

Preparen entonces la lista de compras y ármense de una lista de recetas y empezamos!! Conviene hacer la dieta en parejas, con amigos o con familiares e intercambiar recetas festivas para Shabat.

En este régimen, se presta atención al equilibrio del cuerpo. Después de las tres semanas se puede volver a comer verduras y frutas de todos los colores, nueces, almendras, pero no comida fabricada ni comida animal. Todos los polvos, edulcorantes, colorantes, preservantes causan gran daño al organismo. Lamentablemente nos hemos acostumbrado a ese sabor “exagerado” de la fábrica alimenticia y a comer comida basura, y después, para calmar la conciencia, tomamos fórmulas sintéticas o naturales de vitaminas y minerales. El otro problema es que los consumimos en forma exagerada, porque la publicidad convence… Pero si comiéramos alimentos naturales no tendríamos necesidad de todos esos complementos vitamínicos…

Llegamos a una época en la que casi no hay “carencias nutricionales” pero hay mucha intoxicación y muchos excesos. La limpieza de hígado pone orden en el organismo y nos permite redescubrir los sabores naturales de los alimentos. Los resultados justifican de lejos el esfuerzo. La nutrición sana no es una dieta más sino una forma de vida.

Y si leyeron hasta acá, no es por casualidad!