¿Para Qué Existen las Enfermedades?

Las leyes de la emuná nos enseñan que HaShem nos ama más allá de nuestra capacidad de comprensión. Entonces ¿por qué nos envía toda clase de enfermedades?

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 17.03.21

Las leyes de la emuná nos enseñan que HaShem nos ama más allá de nuestra capacidad de comprensión. Entonces ¿por qué nos envía toda clase de enfermedades? ¿Acaso eso es lo que se llama “amor”?

Cada prueba que enfrentamos en la vida fue preparada por HaShem en forma especial para nosotros y es para que miremos en derredor, todo lo que nos ocurre, y tratemos de entender las cosas que suceden. Y en especial cuando se trata de una enfermedad, en cuyo caso nuestra curación dependerá de enfrentar la dolencia con ojos de emuná.

A primera vista, parecería que la medicina es igual a las otras ciencias naturales. Toda clase de investigadores pasan largas horas e invierten enormes sumas de dinero para llevar a cabo experimentos, utilizando el equipamiento para sofisticado y más moderno. Y a medida que van haciendo avances en el terreno, se van poniendo a disposición del público más remedios y más terapias innovadoras.

Hasta aquí todo va bien. Todo esto es bastante lógico, ¿no? El Creador le dio al ser humano la inteligencia necesaria para que investigue el mundo natural a fin de mejorar y perfeccionar la vida en el planeta. El hombre tiene el debe de utilizar su inteligencia con fines constructivos para hacer que la vida sea más placentera. Esto se pone de manifiesto a distintos planos de la vida, tal como vemos a nuestro alrededor, que los avances tecnológicos traen más y más mejoras a la vida. Por eso, por lógica, tendríamos que llegar a la conclusión de que al usar el don de la inteligencia que nos prodigó HaShem para mejorar nuestra calidad de vida, también deberíamos aplicarlo al campo de la medicina, trayendo curación y alivio a las muchas dolencias y enfermedades que sufre la gente.

Nuestros Sabios también se refieren a esa misma idea basándose en el versículo de Éxodo “Y ciertamente curarás…”, respecto a que los médicos tienen permiso en forma explícita para curar a los enfermos. Es por ese motivo que muchos de nuestros gigantes de la Torá a lo largo de todas las épocas, incluyendo al Rambam (Maimónides), el Baal Shem Tov, y muchos otros, se dedicaron a la medicina.

Por lógica, uno pensaría que cuantas más investigaciones se llevan a cabo en este campo de la ciencia, más logros deberían alcanzarse en la producción de remedios y demás avances medicinales. Veamos si es cierto:

En verdad, así sería si el hombre fuera como cualquier otro animal. Pero lo que ocurre es que, a diferencia de todos los otros seres vivos, el hombre tiene libre albedrío y la esencia del hombre es su componente espiritual, o sea, su alma, a la cual el cuerpo está sometido, actuando como un mero envase externo. Y dado que la salud del cuerpo depende de la salud del alma, cada vez que hablamos de curación, tenemos que empezar desde otro punto de partida completamente distinto, que no está relacionado con las leyes naturales.

En este mundo, todo depende de la Divina Providencia. No es al azar que la palabra “enfermedad” (en hebreo, “majalá”) tenga las mismas letras que “perdón” (en hebreo, “mejilá). Esto nos enseña que el propósito de la enfermedad es expiar nuestros pecados y que una vez que somos merecedores de recuperarnos, las letras se transforman de majalá a mejilá.

Si bien todo en la naturaleza está guiado por HaShem, cuanto menos nos afecta algo en forma directa, menos nos damos cuenta de la forma en que HaShem está influenciando en forma directa nuestras vidas. En términos generales, la naturaleza sigue leyes y pautas claras y específicas, tal como dice en Salmos (148:6): “Él los estableció para que perduraran por siempre. Él los puso por ley, que no puede ser alterada”.

Pero por otro lado, nos resulta mucho más fácil percibir la Divina Providencia de HaShem en aquellas áreas de la vida que nos afectan en forma directa, como ser el sustento, los hijos, la salud, etc. En dichas áreas, estamos mucho más sensibilizados para sentir el rol que HaShem juega en nuestras vidas y por lo tanto tenemos más conciencia de las señales y los indicios que Él nos envía, que es con el fin de que tomemos conciencia de nuestros errores y así podamos corregirlos.

Más que en cualquier otra área de la vida, uno puede percibir la Divina Providencia de HaShem en el tema de la salud. HaShem usa el dolor físico y el espiritual para indicarnos que tenemos que cambiar algo o mejorar algo. Esto es por las siguientes razones:

1.Si HaShem nos indicara esto mismo en otras áreas de la vida, podríamos hacer caso omiso de Sus mensajes o ser indiferentes. Pero uno no puede de ninguna manera ignorar el dolor que a veces siente a cada hora del día (¡y a veces, también de la noche!).

Vemos entonces que no hay nada que afecte a la persona más que el dolor. Cuando uno sufre, no puede pensar en nada más, y todo el dinero del mundo, todos los placeres del mundo no le sirven de nada. Al contrario: no hacen más que exacerbar su total impotencia ante el dolor, pues que ve que todo lo que tiene no lo ayuda en nada.

Tal como dice el dicho: “Lo principal es la salud”. Por eso es que la salud es la principal herramienta que utiliza HaShem para hacer que uno haga cambios en su vida.

1.El cuerpo del hombre está compuesto de 248 órganos y miembros y 365 tendones y arterias, que corresponden respectivamente a los 248 preceptos positivos y los 365 preceptos negativos. Cuando uno “daña” uno de los preceptos, también está dañando el órgano o tendón que corresponde a dicho precepto. Por eso, en ese caso uno tiene que escuchar el mensaje que HaShem le está enviando. Porque a través de la forma en que está sufriendo, HaShem le dice a la persona de qué manera tiene que corregir su conducta y hacer teshuvá (arrepentirse).

Teniendo en cuenta lo antedicho, tenemos que recordar que HaShem, que nos ama infinitamente, no quiere que sigamos viviendo la vida como si nada con el alma manchada, porque en ese estado uno no puede unirse a HaShem. Por eso Él utiliza nuestra salud para mantenernos en línea.

Y es por eso que cuanto más invirtamos en teshuvá y en un examen diario de conciencia, más sanos seremos. ¡Nuestras bendiciones para todos los lectores, que todos gocen de buena salud en este año que acaba de iniciarse!
 

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1. Gustavo

11/26/2023

Hola
¿Cómo se puede curar la gripe?

2. Jordana

8/14/2018

Me gustaría

Me gustaria saber que enfermedades corresponden a cada transgresión por favor

3. Jordana

8/14/2018

Me gustaria saber que enfermedades corresponden a cada transgresión por favor

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