Por favor, háganse responsables!

Llegó el verano (por lo menos aquí en el hemisferio norte). En lo profundo del mundo natural se ha alzado la fuerza vital dentro de cada árbol y de cada brizna de pasto, renovando, floreciendo y disfrutando de su glorificada perfección bajo los rayos curativos del sol. Y al igual que la naturaleza, nosotros, los seres humanos, también sentimos en la primavera y el verano una restauración y una sensación de haber completado el ciclo.

… lo cual me lleva a pensar que hay procesos en el mundo natural de lo que no somos conscientes, ya que tienen lugar en lo más profundo de la tierra, o bien profundo dentro de nuestra psiquis, o bien profundo dentro de nuestro cuerpo. Y este es precisamente el punto que quisiera analizar en esta ocasión.

Sea cual fuera el tema de salud que estén enfrentando en este momento, tienen que saber que se produjo como consecuencia de una serie de elecciones de estilo de vida y circunstancias y eventos que tuvieron lugar en su vida.  Pero antes de que se pongan a la defensiva, permítanme explicarles que no estoy tratando de echarles la culpa ni decirles lo que tienen que hacer. Solamente estoy tratando de decirles una verdad de la vida. Si tienen la cabeza abierta y están dispuestos a escuchar, pues ¡felicitaciones! (Son los menos…)

Parecería que todo el mundo piensa que la enfermedad es algo que le acomete a la persona. El cuerpo se equivocó y dejó entrar un virus. El cuerpo elevó su temperatura debido a que se le arruinó el termostato. El cuerpo está segregando mucosidad por la nariz sin ningún motivo lógico. Está teniendo lugar una mutación celular debido a un desafortunado gen malo. Tienen razón. El cuerpo se equivocó o simplemente es muy tonto o fue creado con un defecto y ahora está tratando de auto-destruirse.

NO!!

El cuerpo no se destruye a sí mismo ni se descompone un cierto día. Recuerden que no fue “made in China”, sino que lo hizo Hashem. El cuerpo SIEMPRE trata de salvarte, incluso cuando tú mismo te portaste bastante mal tratando de mantenerlo con vida.

¿Qué les parece si empezamos a hacernos responsables?

Sea lo que fuere que están enfrentando, se lo ganaron. Llegó como resultado de algo que hicieron, probablemente en forma repetida. Es posible que hayan comido, bebido, respirado o puesto en la piel una alta dosis de materia ácida. Es posible que vivan estresados, lo cual debilita y acidifica la sangre y los órganos. Es posible que hayan tomado remedios contra la fiebre o contra la tos, interrumpiendo el esfuerzo natural del cuerpo por limpiarse de toda la mucosidad y las toxinas dañinas. Es posible que lo hayan cargado de alimentos procesados que llevaron a la acumulación de desechos metabólicos dentro de su cuerpo en el que sus células han tenido el disgusto de marinarse día tras día. No importa qué fue – pero desencadenó un proceso de ruptura interna.

El cuerpo es tan increíblemente inteligente y elegante… y nosotros lo echamos a perder…

¿Por qué? Porque las papas fritas son ricas y los alimentos orgánicos son caros y a mí me gusta beber Pepsi Max y no me importa lo que pase con mi cuerpo hasta que no me agarre una enfermedad catastrófica? Ahí sí que voy a acordarme de despertarme (quizás) y de prestarle un poco de atención, siempre y cuando pueda sobreponerme del shock y de la depresión…

La próxima vez que tu cuerpo te toque la bocina con un virus, una infección, o con fiebre, diarrea, etc, he aquí un buen consejo: no interrumpas ninguno de estos cuadros – a menos sea realmente un peligro de vida. ¿Por qué? Porque tu cuerpo está luchando valientemente para purgarse de la mucosidad y las toxinas, que hacen un tremendo daño. Cuando tu cuerpo se sobrecarga de comida basura, desechos metabólicos y toxinas, a cierta altura va a tener que limpiarse. Sí, tal vez te resulte incómodo, pero si detienes los síntomas con remedios, lo único que estás haciendo es meter las toxinas más adentro dentro de los tejidos, y entonces los síntomas se vuelven más graves, más temibles y aún más incómodos.

Descansen. Váyanse a dormir temprano. Dejen ya de comer. Beban agua, jugos frescos de fruta exprimida y tes herbales. Vayan al sauna para transpirar.

Sus cuerpos solamente quieren vivir para poder seguir llevándolos encima y así puedan cumplir con su misión en este mundo. ¿Acaso pueden por favor rendirles el respeto y la consideración que se merecen y tratarlos bien? Empiecen con el proceso de restauración…

Estos meses veraniegos son especialmente propicios para la restauración y la curación. Aprovéchenlos y mejoren su estado de salud,  su inmunidad. Salgan al aire libre y respiren bien profundo el aire fresco. Dejen que el cuerpo absorba los rayos curativos del sol. Coman fruta de la estación, que es especialmente limpiadora y energizante, como por ejemplo, el melón, las uvas, el mango, las frutillas, las frambuesas, los duraznos. En la playa inhalen el aire salado, caminen descalzos y conéctense con la carga negativa curadora de la tierra; aprovechen el sonido de las olas para relajarse. Coman menos, ríanse más. Conduzcan menos, caminen más.

Si ustedes sueñan con poder acatar el consejo de Rabí Najman de no ir a los médicos (él les dijo a sus discípulos que evitaran los remedios, afirmando que la mayoría de los médicos no conocen el arte de la curación), entonces esta es la manera. Manténganse bien alejados de estilos de vida negativos y dejen que el cuerpo lleve a cabo el proceso de curación cuando las cosas se ponen mal. Porque a diferencia de los remedios de la farmacia, el cuerpo no “suprime”, sino que se cura.