Buñuelos de papas moradas
Si planeas organizar una fiesta de Jánuca y quieres sorprender a los invitados, estos bueñuelos harán el trabajo.
Si planeas organizar una fiesta de Jánuca y quieres sorprender a los invitados, estos bueñuelos harán el trabajo. El uso de papas moradas no solo agrega color, sino también un sabor especial, y también son más sanas y nur y especialmente adecuadas para freír.
Las papas moradas de la cepa Vitelotte hicieron aliá a Israel a mediados de la década anterior. Todavía requiere un poco de esfuerzo conseguirlas, pero les aseguro que el esfuerzo vale la pena.
Son papas provenientes de la región de Bretaña, Francia, y tienen una textura ligeramente diferente y un sabor a castaño dulce. Son más almidonadas y contienen menos líquido, por lo que son excelentes para freír, guisados y especialmente ñoquis (que también obtienen un precioso color morado).
Su característica más especial, por supuesto, es el color púrpura intenso. Este color indica el alto contenido de antioxidantes, los mismos que también le dan el color rojo púrpura a las cerezas, arándanos, berenjenas, naranjas sanguinas, repollo morado y muchas otras verduras y plantas.
Por supuesto, cuando se trata de salud, las frituras generalmente no son la mejor idea, pero debido al bajo contenido de agua de las papas moradas, estas absorben menos aceite.
En la receta que sigue, elegimos una versión picante, pero ciertamente puedes servir estos dulces con fruta, crema batida, azúcar en polvo, mermelada o cualquier agregado dulce.
Ingredientes
• 2 cebollas medianas (200 gramos en total)
• 1 kg de papas moradas
• 3 huevos
• 1 cucharadita de sal
• 4 cucharadas de harina
• Opcional: un poco de pimienta negra fresca
• Opcional: 1 cucharada de azúcar, para la versión dulce
Para servir:
Crema, cebollín y ralladura de limón (¡muy importante!) o fruta
Procedimiento
1. Rallar las cebollas en un rallador fino y colocarlas en un colador sobre un tazón para drenar el líquido. Es posible exprimir suavemente con una cuchara, pero es importante que la mayoría de los líquidos drene y quede una pasta relativamente espesa.
2. Pelar y rallar las papas. Mientras tanto, espolvorear gradualmente la cucharadita de sal. Exprimir bien en las manos para sacar la mayor cantidad de líquido posible de las papas.
3. Agregar la harina. Y luego los huevos. Agregar una pizca o dos de sal (o una cucharada al ras de azúcar, si eliges la versión dulce) y la cebolla picada, y mezclar bien.
4. Freír de ambos lados hasta que estén dorados, como con las papas normales.
Buen provecho!
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