El poder de la voluntad

Otra sirena más de alerta roja y la gente en Ashdod se fue volando a los refugios antibombas. Los residentes de Gaza habían subido de nivel, dejando atrás los misiles caseros Qassam por misiles Katiusha GRAD provenientes de Irán, que eran mucho más devastadores. Uno de ellos cayó en un jardín de infantes al lado de la casa de Ben, pero gracias a Dios fue diez minutos después de que los niños y las maestras se habían ido. A Ben le hervía la sangre. Esta no era una guerra en el otro confín del mundo, como luchan algunos países. Esta es una guerra por nuestro hogar, en nuestro propio patio.

Ben soñaba con ser soldado de combate en la infantería. Y, de todas las unidades de infantería, quería ser un Golanchik, un soldado en la legendaria Brigada de Golani. Si bien tradicionalmente esta unidad servía en el norte de Israel en los límites con Líbano y Siria, en los años recientes sirvieron en el límite con Gaza, protegiendo el sur de Israel. Ben quería ser uno de esos soldados, pero sabía que tenía pocas probabilidades de que lo aceptaran. Estaba en muy mal estado físico y tenía casi 40 kg de más.

Pero cuando uno desea algo con todo el corazón, lo logra. Ben dejó atrás la Coca, las cervezas y la pizza y empezó a hacer gimnasia. Empezó a correr, a levantar pesas, a sudar. Perdió 39 kg y de pasarse el día sentado en el sofá mirando TV pasó a ser un joven atlético en perfecto estado físico. Y fue aceptado en el Golani. Se entrenó y llegó a ser un Golanchik.

El 7 de julio de 2014, después de que siete terroristas de Hamas murieron en una explosión en un túnel, Hamas disparó 40 misiles a Ashdod y Ashkelon. Mientras tanto, el servicio de inteligencia del ejército israelí había aclarado que el ala militar de Hamas había estado detrás del secuestro y asesinado de los tres estudiantes de yeshivá ocurrido en Gush Etzión el 12 de junio de 2014: Naftali Frenkel (16), Gilad Shaer (16) y Eial Ifraj (19). Esa fue la gota que colmó el vaso. Israel decidió lanzar el operativo Borde de Protección contra Hamas en Gaza y se dio inicio a una invasión por tierra el 17 de julio de 2014.

Uno de los blancos claves en Gaza era Shejaia. Shejaia, que está justo por encima del límite con Israel, era un nido de avispas. Cada escuela, cada mezquita y cada hospital era un lugar seguro para los disparadores de misiles de Hamas, que de tanto en tanto aparecían en la superficie y disparaban misiles en dirección al sur de Israels. Shejaia era el principal baluarte de Hamas en el norte de Gaza. Era una formidable fortaleza de armas, cohetes, lanzadores móviles de misiles, centros de comando y comunicación.

En comparación con Shejaia, Vietnam era como la Plaza Sésamo…

Apenas comenzó la guerra, Hamas disparó más de 140 cohetes desde Shejaia hacia el sur de Israel. Fotos aéreas mostraban cohetes GRAD siendo disparados desde una mezquita de Shejaia; un cohete M75 siendo disparado desde un hospital de Shejaia, otro cohete M75 siendo disparado desde una plaza de juegos infantiles y, como si eso no fuera el colmo del sadismo, había una instalación de municiones y cohetes en el cementerio de Shejaia.

Israel tenía que atacar a Shejaia, pero todos sabían que sería muy costoso. No había otra opción: la vida civil en el sur de Israel se había detenido.

El batallón 13 de Golani, alias “Gideón”, que era la unidad de Ben, entró en Gaza en Motzaei Shabat, el sábado después de la puesta del sol del 19 de julio de 2014. La lucha fue encarnada. El comandante del Golani, el Coronel Ghassan Elian, fue gravemente herido.

Nadie sabe por qué Golani usó transportes acorazados en esta misión tan extremadamente peligrosa. Uno de ellos se quedó atascado y de inmediato los terroristas de Hamas dispararon un misil antitanques al transporte acorazado, el cual explotó y estalló en llamas, causando un daño inmenso y matando a todos los soldados que iban dentro.

Mientras tanto, el domingo a la madrugada, a la 1.05 am del 20 de julio de 2014, un a enorme mina antitanques explotó debajo de otro acorazado de “Gideón”, matando a otros siete soldados del 13er Batallón de la Brigada de Golani. Uno de ellos era Ben Vanono, que Hashem vengue su sangre de mártir. El sargento Orón Shaul, 21, fue muerto en el mismo ataque. Los terroristas de Hamas lograron secuestrar su cadáver y hasta el día de hoy no lo han devuelto.

El recordado “Golanchik” y residente de Ashdod, el sargento Ben Vanono, que Dios vengue su sangre (arriba, en la imagen) dio la vida por su pueblo y su país a la tierna edad de 19 años. Hijo de Ilán y Sarit, Ben es la historia de todo lo más bello de la juventud israelí. Jamás lo olvidaremos.