Emuná en el lugar más loco!

Estar sin trabajo es una de las pruebas de emuna más difíciles que existen! No es una prueba que pasa rápido, como sacar una moneda de diez centavos del bolsillo en vez de una moneda de un peso. En el momento en que dejaste de ganarte un sueldo, pueden pasar cuatro a seis semanas para volver a pisar una oficina. Es como sostener con los brazos una pesa de una tonelada.

Hay momentos largos en los que sientes que estás tan lejos de cualquier trabajo que no hay posibilidades. Y están esos momentos en los que te aterroriza la posibilidad de que tu familia tenga que ser echada del departamento y que no tengan dónde dormir o Dios no lo permita, cómo pagar la cuenta del almacén…

Debajo de estos pozos se encuentran ocultos los más grandes tesoros imaginables. Están ocultos como tesoros ocultos y solamente se pueden descubrir después de mucho trabajo.

En este último episodio de mi vida, Hashem me ha revelado tres grandes regalos.

El primero llegó hace cuatro semanas desde el momento en que empecé a buscar mi próxima oportunidad. La empresa me sometió a una prueba de coeficiente intelectual. Como una hora después del examen me dieron la buena noticia: tengo el coeficiente intelectual de un ganador del premio Nóbel. Y entonces llegó la noticia no tan buena: tener un valor atípico me convertía en alguien inepto para el equipo de trabajo.

En breve: me dijeron que tengo la capacidad de entender termodinámica, pero que no puedo conseguir un trabajo lavando platos. Ahí fue cuando me invadió la ola de odio a mí mismo con tremenda furia.

Y cuando me hundí en el pantano de la auto-compasión, Hashem me mostró Su tesoro. Si nada de lo que soy o sé o hago puede lograr nada, entonces solamente puedo confiar en Hashem. Poner toda mi vida en manos de Hashem es fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo, para realmente entender que todo lo que estoy hacienda es una mera ilusión – para eso hace falta mucha emuná o una situación realmente difícil!

Apenas minutos después, Hashem me reveló otro tesoro más:

Así que acá estoy, sin trabajo, sin entrevistas de trabajo, sin conexiones, sin nada. Lo único que tengo es una vocecita dentro de mí mismo que me aconseja que me tome un respiro y que vaya a dar una vuelta o que simplemente me tome el día de descanso.

Yo sigo enviando invitaciones en Linkedin a personas con las que quiero conectarme por email. Aproximadamente 30 minutos después, suena el teléfono. Es una de esas conexiones de LInkedin. Fijamos una entrevista para las 3.00 pm. A las tres horas de estar en punto cero estoy hablando de expectativas de salario con el gerente.

Hashem me recordó que Dios puede traer la salvación en un abrir y cerrar de ojos.

Hay un viejito muy simpático que pide ayuda cerca del Superfarm. Mi mujer insiste en darle algo cada vez que puede. Hoy lo único que pudo hacer fue pedir disculpas porque su marido está buscando trabajo y en cuanto la situación mejore, ella lo va a recompensar.

El hombre tenía temor de Hashem, así que sonrió, tranquilizó a mi esposa y nos enseñó una importante lección:

Si están buscando sustento, es imprescindible que reciten la Bendición de Después de las Comidas (Birkat Hamazón) con cuidado. Asegúrense de pronunciar cada sílaba correctamente. Recítenle despacio para no equivocarse. Piensen en el significado de las palabras y tomen conciencia de lo que están diciendo. Esa es una gran manera de pedirle a Hashem que nos dé bendición en el sustento.

En lugar de que nosotros le diéramos a él, él nos dio a nosotros.

Ese fue el tercer tesoro: no empiecen el día con los cazatalentos ni con los gerentes. El primer y el último lugar para encontrar trabajo es Hashem. Antes de demostrar una nueva destreza o un reciente logro, desmuéstrenle a Hashem algo que hicieron para acercarse a Él. Demuéstrenle que este desafío los acercó a Él y Él revisará la situación. Hashem no necesita email, Él está a tu lado a cada momento, dondequieras que estés.

La emuná es como el aire que respiramos. Está en todas partes.