La Lección del Rebe

¿Acaso Hashem quiere que nos pongamos saco y ayunemos todo el día? El Rebe de Klausenberg, que en el Holocausto perdió a su mujer y a sus once hijos, nos da una mejor perspectiva…

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

“La persona judía puede anular de inmediato cualquier problema que pudiere acometerle, si cumple verdaderamente con lo que dijeron nuestros Sabios (Brajot 54): ‘La persona debe recitar una bendición por lo malo de la misma manera que recita una bendición por lo bueno’. Debe hacerlo con la clara conciencia de que todo proviene de Hashem; ‘¿Acaso no es de la boca del Altísimo que emana todo lo malo y todo lo bueno?’ (Lamentaciones 3:37). Todo proviene de Hashem y Yo Le doy las gracias y Lo alabo por Su gran bondad al recordarme y no olvidarme”.

He aquí la pregunta de los 64.000 dólares: ¿Quién dijo la cita antedicha?

  1. Rabí Najman de Breslev
  2. Rabí Natan de Breslev
  3. El Rebe de Klausenberg
  4. Rabí Israel Ber Odesser

¡Si respondiste c) diste en el blanco!

El Rebe de Klausenberg, Rabí Yekutiel Yehuda Halbershtam, de bendita y santa memoria. Si alguien me preguntara quién es mi héroe de toda la historia, le diría que el Rebe de Klausenberg. Durante el Holocausto, el Rebesoportó padecimientos que son absolutamente imposibles de describir, incluyendo labores forzadas, marchas de la muerte y campos de concentración. En el Holocausto perdió a su querida mujer y a sus once hijos en Auschwitz. Pero a pesar de todo, su Emuná jamás flaqueó. En ningún momento comprometió su observancia de la Torá en lo más mínimo, y milagrosamente sobrevivió a pesar de la constante hambre y sed. El Rebe fue un faro de fortaleza y aliento para los otros prisioneros judíos. El Rebe sobrevivió el Holocausto, se volvió a casar y tuvo otros siete hijos, incluyendo al actual Rebe de Klausenberg, Netania, Rabí Tzvi Elimelej Halbershtam y Rabí Shmuel David Halbershtam, el actual Rebe de Klausenberg de Nueva York.  El Rebe fundó la ciudad de Kiriat Sanz dentro de Netania, el Hospital Laniado, la Yeshivá de Klausenberg y el Mifal Hashas, que es la más grande “Fábrica de Talmud” del mundo entero!

¿De dónde sacó el Rebe este fenómeno poder de resistencia?

El Rebe de Klausenberg reveló sus secretos mientras cumplía con el precepto de beber vino en Purim de 1968. Cumpliendo el precepto de sus santos antepasados bebiendo un exceso de vino mezclado con whisky, el Rebe atestiguó: “Incluso si me matan, seguiré anhelando a Hashem. Aunque me quemen y me conviertan en cenizas, no voy a perder mi Emuná en Hashem. Incluso cuando estaba en Auschwitz, decía “Shema Israel” (en voz alta). No hay posibilidad de que pierda mi Emuná en Hashem porque siempre veo Su Santo  Nombre frente a mis ojos”. ¿Quién puede hacer una afirmación como esta? Todo lo que dijo el Rebe fue puesto a prueba, y pasó la prueba de fuego…

El Rebe de Klausenberg se refirió a los desafíos que enfrenta nuestro pueblo y nos enseñó a encararlos de la forma debida: “El padre siente compasión por su hijo. Es claro entonces que nuestro Padre Divino no quiere hacernos daño, pues es sabido Su amor por Su pueblo Israel e incluso por los pecadores de Israel”.

Teniendo en mente lo antedicho, los problemas que tenemos aquí en Israel con nuestros vecinos son completamente diferentes. El heroico Rebe de Klausenbergse decía a sí mismo en las horas más negras de Holocausto: “Dado que yo también soy de la simiente de Israel, es inconcebible que Hashem desee que suceda algo que no sea beneficioso para mí. ¡Él es un Padre Cariñoso y hace solamente el bien, así que esto también es para bien!

¿De dónde aprendió el Rebe de Klausenberg este nivel de Emuná tan increíble? Él solía citar al Rebe Elimelej de Lizensk, de bendita y santa memoria, quien solía decir con su tremenda humildad: “Yo no le tengo miedo al purgatorio, así que cuando llegue a la Corte Divina y me sentencien al infierno, les voy a pedir a los arcángeles si es por decisión suya o por decreto de Hashem. Si ellos me responden que es por decreto de Hashem, entonces voy a saltar al infierno con la más grande alegría, cantando y bailando, porque si Hashem me envía al infierno, ciertamente es para mi propio bien. Y no sólo eso, sino que voy a esperar con ansias poder cumplir con Su voluntad”.

Durante el Holocausto, el Rebe de Klausenberg actuó según esta actitud al pie de la letra.
 
El Rebe dice que la Emuná débil, el lloriqueo y las continuas quejas son la raíz de todos nuestros problemas. Y añade: “Cuando uno internaliza en lo más profundo de su corazón, sabe y tiene la convicción de que todo lo que decreta Hashem es para bien, entonces no puede acontecerle nada malo, y apenas piensa así, se anulan y cancelan todos los malos decretos. Con esta actitud, uno puede anular el decreto del exilio y la Diáspora. Esta es la verdad de la Torá”.

El santo Rebe de Klausenberg concluye diciendo: “En el mérito de la Emuná del pueblo de Israel, Hashem los ayudará y mitigará todos los estrictos juicios en su contra, y todos los estrictos juicios serán hechos pedazos! ‘Tú has transformado mi lamento en bailes’ (Salmos 30:12). En vez de llorar y lamentarnos, deberíamos bailar! ‘Tú me quitaste el saco y me vestiste con alegría’ – la alegría es muchísimo más efectiva que vestirse con saco y ayunar”.

Ojalá podamos internalizar esta verdad de la Torá y merecer todos los milagros, incluyendo la completa redención de nuestro pueblo, de inmediato, Amén!
 

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