Un Cambio de Belleza

Mi madre es oficialmente La Reina de los Cambios. ¡Ella puede ir al negocio a cambiar y devolver lo que sea! Con recibo o sin recibo, con envase o sin envase…

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Rajeli Reckles

Posteado en 05.04.21

Mi madre es oficialmente La Reina de los Cambios. ¡Ella puede ir al negocio a cambiar y devolver lo que sea! Con recibo o sin recibo, con envase o sin envase…

Mi madre es oficialmente La Reina de los Cambios. ¡Ella puede ir al negocio a cambiar y devolver lo que sea! Con recibo o sin recibo, con envase o sin envase, en la bolsa de la compra original o en una bolsa de una tienda diferente, nuevo, viejo o muy viejo…Nada es no-reembolsable para ella. Recuerdo cuando yo era pequeña, nuestro baúl estaba lleno de cosas. Si mal no recuerdo, las cosas estaban divididas en dos categorías básicas: cosas recién compradas y cosas para devolver. Sin embargo ambas categorías no estaban claramente separadas, así que por lo general las cosas para devolución estaban mezcladas con las compras recientes. Cuántas veces me quedé mirando impaciente a la Reina mientras ella revisaba cada bolsa sacando su contenido y volviéndolo a poner adentro mientras murmuraba para sí misma. Lo único que me importaba era volver a casa para ocuparme de mis importantes y trascendentales deberes de perder horas enteras hablando por teléfono mientras veía Estupidivisión (como la llama con tanta elocuencia un rabino famoso de Israel…).

En estos días, estoy feliz y a la vez avergonzada de admitir que he heredado este rasgo de mi madre, si bien en una versión más atenuada. El gen T (T de Tacto) en mi código genético es recesivo. Tal vez es un rasgo inherente a la sangre judía; sea lo que sea, hace que la palabra “No” sea inaudible. Me gusta decir que tengo habilidades, pero mi mamá… ¡mi mamá sí que tiene ha-bi-li-da-deeees!

En realidad, muchas mujeres son Reinas de Cambios, sólo que no se dan cuenta. Las adolescentes han cambiado su belleza interior por belleza exterior, sin siquiera darse cuenta. Así es como yo lo veo: las niñas son criadas con varios objetivos principales que deben alcanzar en la vida, uno de los cuales es la necesidad de mostrar su belleza física. Podría decirse que este es uno de los objetivos más importantes en la vida que se les van inculcando a estas jóvenes tan sencillas, a tal punto, que la mayoría de ellas nunca se cuestiona la relevancia de ese objetivo, incluso siendo ya mujeres adultas. ¿Acaso alguna vez vieron una muñeca Barbie que sea fea? A las pruebas me remito. Lo que pasa es que esta forma de pensar presenta un gran problema, y es que la necesidad de buscar y expresar la belleza física en última instancia puede hacer que la mujer sufra una gran decepción en la vida, lo cual hace que sea una candidata ideal para todo tipo de neurosis en años posteriores. Ya sé, ustedes estarán diciendo: “otra vez Rajeli con sus ideas extremistas….”, pero igual escúchenme…

Piensen en su rutina diaria. La mayoría de las mujeres, después de cepillarse los dientes y todo lo demás, inmediatamente se maquillan. Entonces se arreglan el cabello tratando de dejarlo lo más atractivo posible. O viceversa. El punto es, que desde el momento en que nos despertamos, lo único en lo que pensamos es en lucir atractivas. Si estás acostumbrada a lucir como Cleopatra antes de salir por la puerta de tu casa, lo más probable es que te dé horror pensar que alguien te vea apenas te despiertas! No es que no seas bonita. Pero simplemente no estás acostumbrada a que te vean sin maquillaje. Este hábito se inicia en niñas de 10-11 años de edad, o incluso antes si sus madres lo permiten. Y luego, al final del día, se lavan el rostro quitándose el maquillaje y experimentan un momento de “guau” cuando ven qué cara tienen realmente. Yo misma experimenté esto en innumerables ocasiones, especialmente cuando me maquillaba los ojos de una manera realmente dramática. ¿Alguna vez alguien de ustedes se quitó el maquillaje sólo de la mitad del rostro y lo comparó con la otra mitad? ¿O acaso yo soy la única loca? Les puedo asegurar que pocas veces me sentí tan fea como cuando hice esto.

¿Qué mensajes les estamos transmitiendo a nuestras hijas? ¿Acaso nosotras mismas no les estamos diciendo que no son lo suficientemente hermosas si no tienen unos brillantes labios rosados y una delgada línea negra en los parpados? ¿No les estamos enseñando que tienen que desfilar por ahí como cebo fresco con el fin de atrapar a algún seductor? ¿No les parece que las estamos preparando para que pasen de una angustia a otra cuando el seductor encuentre a otra chica más linda? Es un doble discurso: por un lado decimos que la verdadera belleza es la que está en el interior, pero pero por otro lado, no lo decimos en serio.

Hay también un doble estándar de belleza. Muchas veces pasa que una mujer muy bonita sale con un hombre que es mucho menos buen mozo que ella. ¿Por qué sucede esto? Usualmente, es porque el hombre es una persona agradable que sabe cómo tratar a una mujer (¡o eso o porque es millonario!). El punto es que el hombre puede terminar la relación e irse sin por eso quedar noqueado, pero la mujer no. Y nosotros, en lugar de detener esta injusticia, hacemos exactamente lo contrario: la perpetuamos. Aceptamos el punto de vista de las revistas de alta costura que muestran modelos de aspecto anoréxico. Nos rendimos ante las fotos retocadas en exceso de modelos con una piel de seda, de una perfección imposible, y completamente libre de arrugas ¿Por qué nos hacemos esto a nosotras mismas?

Cuando una mujer pasa toda su juventud enfocada en la belleza ¿qué les parece que le sucederá cuando llegue a los 50? Yo les voy a decir qué: va a enfrentar una Crisis, pero no cualquier crisis. ¡Una súper Crisis! ¿Qué va a pasar cuando ya no pueda ocultar más los parpados caídos con una sombra de ojos ahumada y los labios sean ya demasiado delgados como para seguir usando lápiz delineador?

Ella probablemente se dirija de inmediato al consultorio de Dr. Siéntase Bien, ¡el famoso cirujano plástico de las estrellas! Es como una adicción imposible de vencer…. hasta que ella nos vence a nosotras. Junto con la crisis de la vida, es posible que se manifiesten también problemas matrimoniales, ya que su marido, quien se casó con ella solalmente por su hermosura, ya no se siente atraído hacia ella…y bueno… ya sabemos cómo termina la historia…

Yo les recomiendo que entren a la eterna sabiduría de la Torá. El recato no es sólo un rasgo admirable, sino que es una obligación halájica. A lo largo de los siglos, las mujeres judías han conservado su belleza y su santidad a través de su tzniut, su recato. La sociedad en general, ya sea Egipto, Roma o París, siempre ha llevado a las mujeres por el camino equivocado con el encanto del glamour y la alta costura, pero las mujeres judías históricamente se opusieron. Hasta el siglo pasado, así fue. Pero después, con la asimilación por las nubes, las mujeres judías empezaron a adoptar la moderna cultura secular a tal punto que la idea del recato se cumple con una nariz quirúrgicamente respingada.

¿Cuál es el consejo de la Torá para las mujeres judías, incluso en el 2013? Nos dice que cambiemos una belleza por otra. Señoras: llegó el momento de cambiar el foco en su belleza exterior por el foco en la belleza interior. Claro, entiendo que sea difícil deshacerse de ese centímetro de grosor de maquillaje y ese delineado empastado en los ojos, pero lo que sí pueden hacer es ir reduciéndolo de forma gradual. A mí me parece que hay una relación inversa entre la belleza interior y exterior. Cuanto más te enfocas en tu belleza exterior, menos atención pones en tu belleza interior. ¿Y sabn qué más? ¡También creo que hay una relación inversa entre la belleza y la autoestima! Parecería que incluso la mujer más hermosa del mundo está preocupada por perder su belleza, al igual que las personas más ricas del mundo temen perder todo su dinero. ¡Qué fenómeno tan ilógico pero tan común! La Torá está tratando de salvarnos de un peligro seguro: que, Di-s no quiera, caigamos en la trampa de la belleza insaciable. Seguramente ya habrán visto a esas mujeres de 60 y pico, con caras que parece que hubieran quedado atrapadas en un túnel aerodinámico….

¿Sabes lo que realmente hace bella a la persona? Una gran sonrisa. ¡Es simplemente irresistible! Nadie es inmune a una profunda sonrisa que nos obliga a devolver otra, incluso si estamos de mal humor. Cuando sonríes, tu rostro se ilumina. Tus ojos tienen otro brillo. Tu aura entera cambia. Esa es la manera de obtener admiración y atención de buena calidad. No hay nada negativo en una gran sonrisa (¡a no ser que tengas un montón de caries!) ¿Quieres esa sonrisa genuina pero no sabes cómo conseguirla? Trabaja en tu Emuná. El Rab Arush señala con precisión que cuando caminas con una sonrisa en el rostro, es una señal de que estás contenta con la forma en que Hashem maneja el mundo. Ya ves, el solo hecho de tener emuná también puede hacerte más bella.

Realmente no se me ocurre ninguna razón positiva para el hecho de que nos enfoquemos tanto en la belleza externa. Ahora bien: no me malinterpreten. No hay nada de malo en tener una apariencia elegante y respetable, y de hecho todas debemos esforzarnos en vernos lo mejor posible. Pero no hay necesidad de ir más allá de lo que tienes de manera natural. Si te quieres poner un poco de rubor y rímel, está bien. ¡Hazlo! El punto es no te quedes atrapada en la belleza exterior como si eso fuera lo principal. Tú eres mucho más hermosa que eso.

 

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