En el Mundo Venidero

Hay una vida que no incorpora muerte. Allí no hay cuerpo ni existencia física. Allí lo bueno no coexiste con lo malo...

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Chaim Clorfene y Yaakov Rogalsky

Posteado en 06.04.21

Hay una vida que no incorpora muerte. Allí no hay cuerpo ni existencia física. Allí lo bueno no coexiste con lo malo…

 
Retornando a Di-s / El Arrepentimiento – Parte 5:
 
El Pago en el Mundo Venidero
 
 
[*¡Deben revisarse las referencias!]
 
 
1. El tesoro reservado para los justos es la vida eterna en el Mundo por Venir. Ésta es una vida que no incorpora muerte. Allí lo bueno no coexiste con lo malo. Por otro lado, el castigo para el malvado es que no amerite esta vida, sino que sea cortado, que se extinga. Y todos quienes (estando vivos) no ameritan el Mundo por Venir son considerados realmente muertos. Los malvados son cortados en su maldad y perecen como animales. Esto es, el malvado, cuya alma es separada del cuerpo por “extinción espiritual”, no tiene el mérito de la vida eterna en el Mundo por Venir. [1]
 
2. Perder la vida en el Mundo por Venir es la retribución más terrible, porque esta es una pérdida total y una destrucción completa. Se pierde (el alma) sin posibilidad de recuperarla porque el arrepentimiento y el retorno a Di-s pueden ser alcanzados sólo en el lapso en que el alma está ligada al cuerpo, en este mundo material. Una vez que el alma se ha separado del cuerpo, perdió su oportunidad para buenas y malas obras y para el arrepentimiento. Entonces es el tiempo para recompensa o castigo. [2]
 
3. Hay ciertas personas (mal guiadas) que imaginan que la recompensa (por obedecer los Mandamientos de Di-s y por seguir el camino de Verdad) consiste en heredar un paraíso donde podrán comer y beber suntuosamente, donde podrán disfrutar de relaciones con “bellas formas”, donde vestirán lino y prendas brocadas, donde podrán vivir en palacios de marfil y usar menaje de oro y plata, y otras fantasías similares. El hombre de sentido común fácilmente constatará lo vano y tonto de estas ideas, y se percatará que no conllevan significado espiritual alguno. Estas ideas evidencian una carencia de entendimiento y una actitud compulsiva hacia el materialismo, porque es sólo debido a que tenemos cuerpos que estas cosas tienen algún sentido. Todos estos sueños de placeres sensoriales son atractivos sólo para el cuerpo; el alma no se interesa por ellos. El alma desea satisfacer de buena manera las necesidades corporales de manera que se mantenga una buena salud y, definitivamente, no recibe placer alguno de los placeres sensoriales. [3]
 
4. Para el tiempo de la vida eterna, donde no hay cuerpo ni existencia física, estas cosas materiales serán completamente nulificadas. Y allí, en el Mundo por Venir, la gran bondad es exclusivamente para el alma. En este mundo no hay manera de obtener ni una pizca de entendimiento sobre este tipo de placer. Pero las delicias del Mundo por Venir están de hecho mucho más allá de cualquier concepto humano; no hay nada en este mundo que se compare a su bondad sobrenatural.
 
5. Los Sabios de Israel lo llaman el Mundo por Venir (El Mundo Venidero) no debido a que existirá en un tiempo futuro (y que en consecuencia no podría ser alcanzado aquí y ahora), sino debido a que es la vida que, a los ojos del hombre, le deviene después de la vida física en este mundo, en que el alma está en- capsulada en un cuerpo físico. El Mundo por Venir existe aquí y puede ser encontrado ahora. Es encontrado de la manera en que fue encontrado desde el principio de los tiempos. [4]
 
6. Se nos aconseja enrumbarnos por el Camino Derecho porque “esta ruta es buena y apropiada”, como está escrito, “Tú caminarás en Sus caminos” (Deut.30:16). Así como Di-s es compasivo, el hombre debe ser compasivo. Así como Di-s es llamado misericordioso, el hombre debe ser misericordioso. Es obligación de hombre seguir el ejemplo de Di-s a lo máximo de sus capacidades. [5]
 
7. Una persona puede adquirir el hábito de conducirse de esta manera al llevar adelante actos que reflejen moderación, repitiéndolos constantemente hasta que se vuelven carne, virtudes permanentes. Y debido a que estas virtudes reciben nombres tales como compasivo, misericordioso, bondadoso, justo, con los cuales el Creador es llamado, esta filosofía de vida – el Camino Derecho – es llamado el camino de Di-s. Quienquiera que camine por esta senda trae bondad y bendición para sí mismo. [6]
 
8. Este Camino Derecho constituye un esfuerzo por la moderación en todos los aspectos (de la vida), en los placeres físicos, expresión emocional, aun en los objetivos intelectuales y espirituales. Cuenta una parábola de un hombre religioso quien descubre que al apartarse de un cierto placer físico se siente automáticamente más cercano a Di-s. Y entonces, ¿qué hace? Se va al extremo, convirtiéndose en un ermitaño, negándose a sí mismo todo lo de este mundo, renegando de la calidad humana de su existencia. No pasa mucho y se degenera a un nivel de inhumanidad que parece un animal salvaje, mucho más lejano de Di-s de lo que estuvo antes de empezar su travesía espiritual. [7]  El hombre es un ser finito con un intelecto limitado, emociones limitadas, fortaleza física limitada. Di-s es infinito. No hay manera de que el hombre, al usar su propia razón y poder, pueda alcanzar al Creador. Esta es la razón por la cual la conclusión del ermitaño, que se presenta como lógica, le hace tropezar. El hombre puede acercarse al Infinito sólo a través del método que, para él, ha prescrito el Infinito; y el camino prescrito es el camino de la moderación, el Camino Derecho.
 
9. Hay excepciones. Cuando se presenta el enojo o el falso orgullo, uno debería esforzarse al máximo por evitar estos defectos destructivos.
 
El enojo es controlado y (ultimadamente) eliminado al hablar suavemente a todas las personas en todas las instancias y en todas las situaciones. [8]
 
Y el orgullo es combatido al comprender que uno es nada y, de hecho, nada alcanza excepto por lo que Di-s esparce como un regalo.
 
Otra excepción al camino derecho es lo que se llama shtut d’kedushá, la inocencia de la santidad. Esto quiere decir que el hombre, al encontrarse a sí mismo en una situación donde siente que será absorbido por el deseo de placeres físicos (aun aquellos permitidos), algunas veces debe actuar al extremo, evitando completamente tales placeres, con el fin de controlar la situación y, eventualmente, alcanzar la moderación. [9]
 
10. Con el propósito de asegurar el éxito de los esfuerzos (por aprender el Camino Derecho), es importante escoger un amigo respetado como consejero y confidente Cuando la duda o la preocupación se presentan en lo concerniente a las Siete Leyes de Noaj, el asesoramiento en la situación proveerá objetividad para determinar el apropiado curso de acción. Esto es llamado, Aseh leja rav (consíguete un maestro para ti mismo). [10]  Este sistema de “compadrazgo” espiritual expandirá la perspectiva y claridad propias; objetivo que puede ser alcanzado aun si el consejero no llega a vestirse de genio o gigante espiritual. Lo que se busca aquí, es la habilidad para abrirse a un diálogo sincero. Esto puede ser alcanzado aun con un consejero que posee un nivel (espiritual) inferior al de aquel que busca el consejo.
 
11. Toda persona en la tierra cuyo espíritu es humilde y quien diferencia entre lo bueno y lo malo con el propósito de “estar bien” delante de Di-s, [11] santifica el Nombre de Di-s. Di-s será la porción de la persona: la heredad en este mundo y en el Mundo por Venir por siempre y para siempre. Y ameritará el éxito en todos sus esfuerzos materiales en este mundo.  [12]
 
Como está escrito, “Busca al Señor mientras puede ser encontrado; clama a Él mientras está cercano” (Isa.55:6).
 
 
Continuara…
 
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[1] Mishné Torá, Leyes  sobre  el Arrepentimiento, capítulo 8, ley 1.  [2] Mishné Torá, Leyes  sobre  el Arrepentimiento, capítulo 8, ley 5.  [3] Mishné Torá, Leyes  sobre  el Arrepentimiento, capítulo 8, ley 6.  [4] Mishné Torá, Leyes sobre el Arrepentimiento, capítulo 8, ley 8.  [5] Mishné Torá, El Libro del Conocimiento, capítulo 1, ley 6.  [6] Mishné Torá, El Libro del Conocimiento, capítulo 1, ley 7.   [7] Podemos entender la causa de este tropiezo al considerar (el ejemplo de) dos hombres, uno con una moneda de oro y el otro con un millón de monedas de oro. Obviamente, el hombre con el millón tiene 999.999 más que el otro hombre. Ahora consideremos el caso de tres hombres, uno con una moneda de oro, el segundo con un millón y el tercero con un número infinito de monedas. ¿Quién está más cerca del hombre que tiene un infinito número de monedas de oro? ¡Tanto el hombre con una moneda como el que tiene un millón están a la misma distancia! Así es con cualquier campo del interés humano.  [8] Igueret HaRamban, Carta de Najmánides a su hijo.  [9] Bati l’Gani, página 4. [10] Capítulos de los Padres, 1:6, Aseh leja rav. [11] Esto es, para servirLe y conocerLe y caminar derecho por Su senda, removiendo el yugo de la tramay el ca´lculo con que  la mayor´ıa de las personas conducen sus vidas. [12] Mishné Torá, Leyes sobre los Años Sabáticos y de Jubileo, capítulo 13, ley 13.
 
 
– Extraído con permiso del libro “El Camino del Gentil Justo”, traducido por Juan Mayorga Zambrano –

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